Estos días vemos a los políticos tremendamente atareados haciendo un excesivo esfuerzo en convencernos para que el próximo nueve de marzo les volvamos a dar el apoyo. Un par de meses de engaños y promesas y hasta dentro de otros cuatro años y así una y otra vez. Pero es evidente por mucho que nos […]
Estos días vemos a los políticos tremendamente atareados haciendo un excesivo esfuerzo en convencernos para que el próximo nueve de marzo les volvamos a dar el apoyo. Un par de meses de engaños y promesas y hasta dentro de otros cuatro años y así una y otra vez. Pero es evidente por mucho que nos prometan, que estamos en uno de los momentos más difíciles de los últimos treinta años, en cuanto a la historia social y laboral de este país. La situación social y laboral es el vivir día a día y en ese vivir miles de personas nos convertimos en cadáveres del Sistema. Son treinta años de grave retroceso social. Yo recuerdo con nostalgia y lo comentamos en actos públicos muchas personas, que a lo largo de tantos años, nos ha tocado pelear por la conquista de derechos fundamentales y decimos pero «joder» esta no es la democracia ni los derechos, por los que luchamos. Esto es un timo social.
Da igual que gobierne el PSOE el P.P o que gobiernen en coalición. La política se ha convertido para estos personajes en un modus vivendi, de ahí que se tengan que emplear a fondo para que haya mayor participación y poder así justificar que gobiernan con el apoyo mayoritario de la Sociedad. Si a todo ello añadimos que no hay una resistencia social, al menos significativa y que los sindicatos mayoritarios, mal denominados de clase, colaboran muy activamente en la aplicación de estas políticas Neoliberales, tenemos la respuesta a este desastroso modelo Social. Y aún así nos siguen vendiendo su maravillosa «democracia», su estado de derecho no el nuestro y sus libertades, no las nuestras.
Democracia, Estado de derecho, de bienestar, libertad, hermosas palabras, para descubrir las desnudeces del capital. El Sistema político Neoliberal, se ha apoderado de estos términos y los utiliza con fines electoralistas. El discurso Neoliberal, nos machaca a diario, nos devora la conciencia. Se nos dice sistemáticamente que hay que aceptar mayores sacrificios, pero los beneficios los reparten siempre los mismos.
Hemos entrado en una dinámica tremendamente peligrosa par los intereses de clase y es que se acepta como natural lo irracional. Se acepta como natural. El fuerte desmantelamiento industrial de los sectores más importantes de nuestra economía, la precariedad laboral, los contratos basura, los recortes salariales, la carestía de la vida, el despido, las privatizaciones, las deslocalizaciones, el incremento de la jornada laboral, hoy ningún trabajador trabaja ocho horas sino diez o doce horas diarias, las ETTEs, las reformas laborales, la siniestralidad laboral, el no tener derecho a una vivienda, la rebaja y calidad de todos los servicios públicos, la represión y criminalización de las luchas sociales.
También se nos dice que la economía evoluciona favorablemente y que se reduce la tasa de desempleo, pero lo cierto es que ésta supera el 9% de la población. Este estado de cosas no va a mejorar, por mucho que la clase política se empeñe en decirnos lo contrario en esta campaña electoral. Todo indica que va a empeorar y lo estamos viendo.
Todo lo ocurrido en los últimos años sucedió sin respuesta social y además UGT y CC.OO, han amparado las políticas antisociales del P.P y del PSOE. Sería difícil hoy establecer quién está más a la derecha UGT o CC.OO, pero lo que sí está claro, es que como dice la canción, comen en la mesa del mismo patrón. Se acaban de publicar los últimos datos oficiales de las subvenciones a los sindicatos por parte del Gobierno, CC.OO. 7,28 millones de Euros y UGT 7,21 millones, esto sin contar otras subvenciones, a través de cursos de formación, por la firma de pactos sociales, financiación empresarial, asistencia a consejos etc.
UGT y CC.OO son los responsables de la quiebra ideológica y de la desmovilización social.
Que hoy desde posiciones de izquierda se combatan estas políticas no debe extrañar a nadie, ni se puede utilizar torticeramente, que se apoya a la derecha, tod@s sabemos que la derecha y el capital son nuestros principales enemigos, pero no podemos cerrar los ojos ante las políticas antisociales que nos aplica la izquierda denominada institucional y por tanto es legítimo mantener una posición crítica contra aquell@s que se refugian en el paraguas del progreso y nos quitan los derechos más fundamentales, igual que la derecha y el capital.
No podemos vivir en un Estado que se denomina democrático y que acaba con el Estado de derecho, el estado de Bienestar y la libertad, además de ejercer una fuerte represión. En todo caso con estas premisas lo podemos denominar estado totalitario. El de la corrupción política y la especulación.
Si hoy hay más represión es por la baja intensidad en la movilización social. La represión favorece la quiebra ideológica y la insolidaridad.
Hay que levantarse del letargo en el que estamos inmersos y continuar el largo camino que aún nos queda por recorrer para llegar a ese deseado mundo mejor.