El Futuro de Colombia no puede ser la guerra, el futuro de Colombia debemos enrumbarlo por senderos de Paz, y ésta, la Paz, se construye a través del diálogo y el entendimiento. ANNCOL ni es, ni se pretende imparcial, estamos totalmente del lado de la Paz, parcializados a favor de la justicia social y la […]
El Futuro de Colombia no puede ser la guerra, el futuro de Colombia debemos enrumbarlo por senderos de Paz, y ésta, la Paz, se construye a través del diálogo y el entendimiento. ANNCOL ni es, ni se pretende imparcial, estamos totalmente del lado de la Paz, parcializados a favor de la justicia social y la democracia, estamos parcializados contra el fascismo y contra la guerra. Uribe Vélez y su entorno político representa el fascismo y la guerra, por tanto estamos parcializados contra Uribe. Nuestra invitación es a elegir concientemente los candidatos comprometidos con una solución política y no de guerra al conflicto colombiano, aquellos que pueden converger en el común anhelo de construir una nueva Colombia.
A un día de las elecciones parlamentarias, Colombia se encuentra semiparalizada, el estado colombiano y todo su aparato militar y paramilitar están en jaque ante las acciones de las guerrillas de las FARC-EP en todo el territorio nacional. La iniciativa guerrillera pone de presente, entre otras cosas, la polarización del conflicto interno, el estado de fortaleza en que se encuentra la organización rebelde, y por ende, el fracaso absoluto de la estrategia represiva del gobierno de Uribe, denominada de «seguridad democrática».
Lo ocurrido estos días en el país son hechos, que sin duda, los colombianos debemos tener en cuenta a la hora de decidir por quien vamos a depositar nuestro voto. Votar por los candidatos del Uribismo, es optar por la profundización del conflicto y la intensificación de la guerra con todo y sus funestas consecuencias para el conjunto de la sociedad colombiana.
El proyecto de poder que personaliza Álvaro Uribe necesita de la guerra para su concreción, toda vez que, dentro de la misión encomendada por el conjunto del bloque de poder a este siniestro personaje y toda su corte, está el mantenimiento en nuestro país de un conflicto militar latente que pueda servir en cualquier momento como excusa y escudo para una intervención militar estadounidense en la región.
Además de los intereses geoestratégicos de los EEUU, el proyecto de Álvaro Uribe Vélez conjuga y sintetiza los intereses mercantiles y financieros de las grandes corporaciones multinacionales; los afanes de los conglomerados privados por apropiarse del sector rentable del Estado; garantiza el mantenimiento y la expansión de la gran propiedad agrícola; facilita la legalización de los narco-capitales y mantiene un paquidérmico aparato militar con el cual se lucra toda una casta de guerreristas.
Para imponer y mantener los intereses de todos esos sectores de clase (económicamente poderosa) que representa, Uribe y sus sustentos se han inspirado en la ideología totalitaria del fascismo, cuyos métodos de dominación aplican contra su enemigo (todo aquel que no comulga con sus tesis) con singular sevicia criolla. Así, la «Motosierra» es a Uribe, en símbolo e instrumento de autoridad, lo que el « Fascio» fue en su tiempo a los emperadores romanos y al dictador italiano Mussolini.
Gracias a Uribe hoy Colombia tiene que vivir con la vergüenza de ser el único país del mundo donde traficar con drogas y masacrar indefensos (por encargo del Estado), es premiado con el perdón, el olvido y un subsidio económico. En efecto, el solo subsidio que el Estado pagará a sus criminales criaturas paramilitares, le costará a los colombianos la exorbitante suma de 198.000´000.000 de pesos, sin incluir los demás beneficios otorgados a sus jefes, ni las mordidas de oficio. ¿Cuántos hospitales, de los tantos que ha cerrado este gobierno, se hubieran podido salvar con ese dinero?.
Un somero repaso a los resultados del gobierno Uribe, deja claro, lo útil que éste ha sido a cada uno de los componentes del poder económico que representa, pero no siendo ese el objeto de esta columna, recurrimos a la elocuencia del diario «El Tiempo» que a través de tres de sus recientes titulares resume lo que ha sido la política económica y social de Uribe: « las ultimas Joyas de la Corona « (08-03-2006, sobre la privatización de las ultimas empresas estatales), «Récord de ganancias en el sector financiero» (30-01-2006), « Comer cuesta cada vez más a los hogares « (09-03-2006).
De manera pues, que el Estado que hoy representa Uribe tiene muy claros los intereses estratégicos, hegemónicos, económicos y políticos que constituyen su razón de ser y por eso ha diseñado instrumentos y mecanismos represivos en contra de quienes no compartimos ese modelo de Estado y lo confrontamos.
Desde el comienzo de su gobierno vociferó e hizo sonar clarines de guerra, creyendo que con eso lograría ablandar a este indómito y aguerrido pueblo. Su plan represivo-militar, se le hizo agua; los tribunales no pudieron mostrar la culpabilidad de los inocentes con quienes llenó las cárceles; la población respondió con organización y legítima defensa a la acción del sicariato y la guerrilla revolucionaria de las FARC-EP con su aguerrida constancia hizo naufragar los ilusorios sueños de quienes hace décadas están invitando a sus funerales.
Con el rabo entre las piernas, los clarines de guerra torcidos y los rebeldes armados con la iniciativa en todos los rincones de la patria, Uribe quiso engañar despistados, erigiéndose como supuesto adalid de las soluciones incruentas. En medio de su pantalla electorera, busco cambiar de careta para esconder su estruendoso fracaso, creó «casas de Paz», se valió de otros gobiernos para invitar opositores a instrumentalizados encuentros. El intercambio humanitario al que siempre se negó, quiso utilizarlo como bandera releccionista, olvidando que en este tema está frente a una organización seria que tiene muy claros sus propósitos y lejos está de prestarse para juegos de su enemigo de clase.
El desespero de Uribe por mostrar algún resultado tangible en lo que fue el eje central de su gobierno, el debilitamiento de las FARC-EP, lo llevó a inventarse otro de los tantos novelones que junto a su lazarillo Restrepo, suelen inventarse. Esta vez se trató de la supuesta desmovilización de una compañía de las FARC-EP.
Al margen del pronunciamiento que seguramente harán las FARC, vale la pena mostrar algunas inconsistencias que demuestran que este es un Show de la inteligencia militar con típico tufillopropagandistico: En noviembre de 2005 el comando conjunto de occidente de las FARC-EP, public un comunicado donde informa que el Señor Raúl Agudelo (quien dice ser el comandante de la supuesta compañía desmovilizada), hacia más de dos años se había desertado de la organización, 4 meses después fue capturado por la policía y confinado en prisión. Este señor, hoy al servicio de la inteligencia militar, es la segunda vez que se desmoviliza, ya lo había hecho en noviembre de 2005, cuando junto a una decena de encapuchados se tomoó la foto de rigor con el alto comisionado para la Paz.
La payasada fue tan mal escenificada, que ni la fiscalia, ni el gobierno, ni los militares, ni nadie da razón de la identidad, ni el paradero de los supuestos desmovilizados. Espectáculos como el citado, por demás ridículo y poco serio, deja en claro que Uribe en la confrontación contra las FARC, para obtener triunfos tiene que inventarlos.
En resumidas cuentas, el gobierno de Uribe ha sido nefasto para la mayoría de los colombianos, en el ámbito económico, social y de seguridad. Los únicos ganadores hasta ahora han sido los sectores de poder que representa, y léase bien, hasta ahora, pues a la larga de continuar el Uribismo en el gobierno, la confrontación militar terminará acentuándose, y la guerra inevitablemente terminará tocando a todos, incluidos aquellos que atrincherados en una cómoda oficina la azuzan y se lucran de ella.
El Futuro de Colombia no puede ser la guerra, el futuro de Colombia debemos enrumbarlo por senderos de Paz, y ésta, la Paz, se construye a través del diálogo y el entendimiento. ANNCOL ni es, ni se pretende imparcial, estamos totalmente del lado de la Paz, parcializados a favor de la justicia social y la democracia, estamos parcializados contra el fascismo y contra la guerra. Uribe Vélez y su entorno político representa el fascismo y la guerra, por tanto estamos parcializados contra Uribe.
Nuestra invitación es a elegir concientemente los candidatos comprometidos con una solución política y no de guerra al conflicto colombiano, aquellos que pueden converger en el común anhelo de construir una nueva Colombia.