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¿Y si Frechette tiene la razón?

Fuentes: Rebelión

El alma en pena de Álvaro Gómez como la de J.E. Gaitán sigue atormentando la elástica y complaciente conciencia de los colombianos. Regresan los falsimedios adictos al régimen a echar sal en la herida abierta de sus seguidores para salar aún más sus rencores y resentimientos, y continuar por otros 70 años con la incertidumbre de no conocer la verdad y con la manipulación y crispación social a base de mentiras, las cortinas de humo del fiscal de bolsillo propaladas por periodistas prostituidos y corrompidos, quienes de antemano saben que el secreto tan rigurosamente guardado o confundido en innumerables e improbables hipótesis buscando el ahogado río arriba y contra la corriente por otros 70 años (que comunistas, que amigos, que la inteligencia militar, que figurones de la oligarquía gobernante, etc.) seguirá bien guardado bajo secreto de Estado “clasificado” en Washington, donde  estará enmoheciendo hasta cuando sea desclasificado.  

Ya lo dijo claramente en múltiples oportunidades, incluso poco antes de morir, el bilingüe y sinuoso conocedor de las sutilezas de nuestro idioma el ex embajador de EEUU en Bogotá M. Frechette, uno de los personajes centrales en todo el turbulento periodo de la presidencia de E Samper, gobernante de la oligarquía en 1995 sindicado como autor intelectual de la muerte de A Gómez (como lo fueron los gobernantes Ospina Pérez y Laureano Gómez el-padre-de-su-hijo, de la muerte de J. E Gaitán en 1948), cuando dijo con todas las letras: “Hay secretos de Estado que no contaré” (ver  https://www.semana.com/gente/articulo/murio-myles-frechette/535758/)

En estas dos truculentas muertes “de Estado”, en donde han sido regadas innumerables pistas y huellas como se dispersan alrededor de un cadáver sus vísceras y su sangre para despistar los perros sabuesos que teatralmente se traen junto con las cámaras de televisión para que sigan el rastro del asesino que ha escapado “impunemente” por la selva enmarañada de la burocracia estatal de la fiscalía, que investiga el “horroroso crimen que ha conmovido a nuestra sociedad”, y que no es más que una teatral rasgadura de vestidos, de los fariseos gobernantes que le han enseñado al sufrido y ensangrentado pueblo colombiano el significado de la verdad: De aquella verdad que os hará libres.

Sobre la repulsiva y alevosa muerte del tribuno del pueblo J. E Gaitán, cuyo 73 aniversario se conmemora hoy 9 de abril de 2021, que tanto impresionó mi infancia lejana, sobre lo que se ha escrito tantas verdades que todas chocan con aquella Gran Verdad Real y Material del muro de silencio impuesto por el Pentágono de los EEUU, realmente es poco lo que se puede agregar: El pueblo colombiano en estos 73 años de impunidad ya ha aprendido a separar la paja del trigo.

En cambio, sobre la repelente y cobarde muerte “sicarial” del A. Gómez, así como una serie de extrañas e injustificadas muertes “sicariales” que lo acompañaron, de varios personajes de derecha como de izquierda todas ejecutadas con el terrorífico método del atentado personal, tan odiado como repudiado por Lenin y sus seguidores comunistas como forma de lucha política inútil que solo sirve a los enemigos del pueblo y al descrédito de quienes lo practican.

Muerte que fuera traída a la actual escena re conflictiva de Colombia por las declaraciones y adjudicaciones hechas por uno de los sicarios de la red urbana de sicarios Antonio Nariño de las Farc, quien la ha confesado junto con sus protectores ante la Justicia Especial para la Paz (JEP) creada por el Acuerdo Santos -Timolíon firmado en la Habana 2016; la que como lo dijo el hijo del asesinado Mauricio Gómez ante los magistrados JEP el 07 abril 2021, “no pudo ser ordenada por quien los jefes fundadores de las Farc, Jacobo y Marulanda, mostraron respeto como adversario y contradictor e incluso invitaron a dialogar en Casa Verde y a realizar diálogos políticos de paz en el Hotel Tequendama.”  Ver texto declaración en https://www.las2orillas.co/mauricio-gomez-en-la-jep-nuevas-revelaciones-del-asesinato-de-su-padre/

 Queda más bien la sensación objetiva de ser una operación de la Inteligencia Militar actual, con el fin de continuar el descrédito de los fundadores de esa guerrilla reclamada como comunista y, terminar con el proceso de demolición militar, moral y política de esa guerrilla que se trae.

La verdad ultima sobre el asesinato de Álvaro Gómez está en Washington y bien debería el fiscal de bolsillo del subpresidente Duque, pedir que le envíen certificado el secreto que el sinuoso ex embajador Frechette se llevo consigo a la tumba.

Claro que sin descartar lo que la familia Gómez reclama: que se aclare completamente la participación del ex presidente E. Samper Pizano en todos aquellos acontecimientos de Estado, su amistad con el general Camilo Zúñiga cuestionado por el departamento de Estado yanqui por sus vínculos con el narco y sus contradicciones o rivalidades con el escabroso general “golpista” Harold Bedoya, tristemente vinculado como organizador del narco paramilitarismo contrainsurgente colombiano iniciado con la muerte del bandolero conservador Efraín Gonzáles en 1965.

El papel del locuaz Hugo Mantilla, quien por aquellos días hablaba a grito herido sobre el golpe a Samper a sus contertulios de la librería la gran Colombia de la calle 18 arribita de la 7 ° en Bogotá; íntimo amigo personal y político ultramontano de Tradición Familia y Propiedad (TFP) con monseñor Alejandro Ordoñez, que pudo salvarse de la racha “sicarial” vengadora de la Inteligencia Militar desatada contra los traidores al golpe de Estado contra Samper, al asilarse en Suiza donde murió doce años después dejando varios testimonios escritos.

El papel del pintoresco del ciudadano español Pablo Victoria, profesor de la escuela de Inteligencia Militar colombiana y chupasangre de las arcas del Estado Colombiano (21 millones de pesos mensuales de pensión como parlamentario colombiano) quien también dejó testimonios escritos de su desinformadora versión, exculpando a sus compañeros de la Inteligencia Militar en el libro “memoria de un golpe”.

Pero entre las vísceras esparcidas alrededor del cadáver de Gómez Hurtado hay una que llama la atención porque todavía palpita viva, pues muestra cómo la muerte de Álvaro Gómez fue una operación de infiltración de la Inteligencia Militar colombiana a través de una rueda suelta de sicarios en la cúpula de la guerrilla, lo que coincide con la misma autoinculpación que se ha hecho (obviamente para devolver algún favor militar) recientemente ante la Justicia Especial para la Paz uno de los responsables de la cúpula del partido Farc:

Es la versión dada por el diario El Tiempo, vocero oficioso del Régimen en su totalidad y muy bien informado (dateado) por la versión de la Embajada de Frechette en Bogotá, que inicialmente publicó al parecer en abril de 1999 (no hay fecha en la noticia) titulada “GENERALES, AL BANQUILLO” donde se menciona a reconocidos generales de la Inteligencia Militar y de la contrainsurgencia, violadores de todos los derechos humanos posibles como Iván Ramírez Quintero, Bernardo Ruiz y Emilio Cifuentes, quienes después quedaron libres debido a la maraña de impunidades tramitadas por la fiscalía colombiana (ver https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-873374.

 Nota que reproduzco totalmente porque estoy seguro va a ser borrada o quitada. Por lo que invito a los lectores a que por favor la lean totalmente y saquen sus conclusiones:

… “Si los investigadores del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado siguen dando credibilidad a los principales testigos ocultos, tres generales uno de ellos activo corre el riesgo de ser encausados penalmente.

Por: REDACCIÓN EL TIEMPO

Por lo pronto los fiscales regionales que tienen a cargo el proceso creen que Emilio I y Primavera dicen la verdad cuando afirman que el coronel Bernardo Ruiz, ex comandante de la Brigada de Inteligencia Militar, reclutó en Bucaramanga a los hombres que ejecutaron el crimen, registrado el 2 de noviembre de 1995.

Por esa razón dictaron recientemente medida de aseguramiento en su contra y decidieron que debe continuar privado de la libertad, por lo menos mientras termina la investigación.

Emilio I considerado hasta hoy uno de los testigos estelares de cargo acusa ahora reiteradamente a los generales Hernando Camilo Zúñiga, comandante de las Fuerzas Militares durante la administración Samper; Iván Ramírez Quintero, actual agregado militar en Chile y Ricardo Emilio Cifuentes, ex comandante de la Segunda División del Ejército.

En la medida de aseguramiento dictada contra Ruiz, conocida íntegramente por EL TIEMPO, fiscales de la Unidad Especial de Terrorismo escriben al respecto lo siguiente: Han sido varias las ocasiones en que el testigo reservado identificado con la clave EMILIO I (v. fl. 303 c.c. 53, fl. 110 c.o. 50, fl. 72 c.c 46, fl. 302 c.c. 52), ha dado testimonio en esta investigación, y en ellas (sic) ha formulado graves cargos de participación en contra de los generales RICARDO EMILIO CIFUENTES – IVAN RAMIREZ QUINTERO – CAMILO ZUÑIGA CHAPARRO y el Coronel BERNARDO RUIZ SILVA en el sentido de ser los responsables de la muerte del Doctor Álvaro Gómez Hurtado, de haber ordenado su ejecución, motivados por su rechazo a liderar un Golpe de Estado en contra del Gobierno legítimamente constituido del cual era su representante el Dr. ERNESTO SAMPER PIZANO .

Es un ex agente… Sus acusaciones ya generaron reacciones. En su primera declaración pública sobre el caso, el general Ramírez dijo a este diario desde Chile que Emilio I sólo busca hacer daño a oficiales que han tenido sobre sus hombros el peso de delicadas misiones institucionales (ver entrevista).

El general Zúñiga, por su parte, ya instauró denuncio penal contra Emilio I por los delitos de injuria y calumnia y desafió al testigo a dar la cara y a sustentar sus acusaciones ante la comunidad.

El general Cifuentes, que ha negado cualquier relación con el caso, no pudo ser contactado ayer para conocer su réplica a la versión específica de Emilio I.

Cifuentes ya fue absuelto disciplinariamente por la Procuraduría en relación con supuestas irregularidades cometidas por sus escoltas en el caso Gómez.

Sí, complot A juzgar por las valoraciones contenidas en la medida de aseguramiento, la Fiscalía se ha inclinado finalmente a favor de la hipótesis de que el asesinato de Gómez está ligado a un frustrado complot que buscaba el derrocamiento del entonces presidente Ernesto Samper.

Cree que el ex dirigente político santandereano Hugo Mantilla tuvo amplia injerencia en la preparación del complot que se habría frustrado con la negativa de Gómez a liderar un movimiento que provocaría un cambio de facto con un golpe a Samper.

Mantilla, que supuestamente se encuentra en el exterior, declaró en diciembre del año pasado a la revista Semana que efectivamente asistió a varias reuniones donde fue tratado el tema y que incluso lo discutió con el general Zúñiga, a quien acusó de haberse vendido posteriormente a Samper para obtener su tercer sol.

La Fiscalía tiene la siguiente lectura sobre Mantilla: HUGO MANTILLA: Conocido en el ámbito castrense como historiador y escritor, personaje de quien reiteradamente se señala tiene la profesión de conspirador, con gran ascendiente en los altos estamentos del Ejército Nacional, analista eventual de la BRIGADA 20 DE INTELIGENCIA, crítico radical del Gobierno de ERNESTO SAMPER PIZANO; durante los últimos meses de 1995 activista decidido de un movimiento de oposición a éste; lideró y promovió numerosas reuniones convocando a personajes representativos de la vida política nacional, de la industria, de los mandos militares con los cuales se trataba a fondo la viabilidad de provocar una insurrección en contra de las instituciones legítimas del país para colocar en el poder lo que se dio en llamar una JUNTA CÍVICO-MILITAR. Acudió al Generalato en pleno y obtuvo el respaldo de un considerable número de ellos para llevar a cabo sus objetivos.

Es una venganza contra nosotros El ex comandante de inteligencia del Ejército y hoy agregado militar en Chile, general Iván Ramírez Quintero, rompió su silencio frente a las acusaciones que lo involucran en el crimen de Álvaro Gómez.

Desde Santiago, el general habló con EL TIEMPO para afirmar que Emilio I , el testigo de la Fiscalía en el caso Gómez, es un ex miembro de la inteligencia militar que no merece credibilidad y que solo busca vengarse de él y de otros generales.

Emilio I , un testigo secreto de la Fiscalía, lo acusa a usted y a otros dos generales del crimen de Álvaro Gómez. ¿Qué comentario le merece? Quiere decir que no tengo nada que ver con ese caso. Es un absurdo. Es la injusticia más grande que están cometiendo conmigo. Estoy seguro de que todo esto es una venganza contra mí y contra los generales. El tal Emilio I , que nadie sabe quién es, todo lo está diciendo de oídas. Cómo puede decir que yo estoy detrás de la muerte del doctor Gómez. Eso no tiene sentido. Estoy seguro de que la medida de aseguramiento contra el coronel Ruiz no la dictaron con base en lo que dice Emilio I . Tienen que tener otros elementos de juicio… Y hay más mentiras.

¿Cómo cuáles? Por ahí hay otra famosa testigo, creo que de apellido Blanco, también protegida por la Fiscalía, que me acusa de que a una finca mía el doctor Samper mandó la plata para ese crimen. Imagínense esa cantidad de brutalidades que están diciendo.

Quién puede ser Emilio I? Tengo entendido de que esta persona está identificada. Como que hay unas personas, no sé si son algunos generales u otras personas, que ya le colocaron unos denuncios. Creo que está identificado. Parece que es una persona que trabajó en inteligencia hace algún tiempo y tiene algunas venganzas contra alguien.

Tal vez contra usted? Es una venganza contra los generales. Pero lo que puedo decir es que no hay ninguna razón para que el Ejército hubiera asesinado al doctor Gómez. Además, eso de golpistas es terrible. Si hubo alguien leal al doctor Samper ese fui yo. Siempre estuvimos a su lado, hasta el final de su mandato.

La Fiscalía lo ha llamado a dar explicaciones? Yo hice dos declaraciones escritas hace como dos o tres años. Me preguntaban por una placa de un carro. Ordené que averiguaran si esas placas pertenecían a inteligencia y se respondió. A raíz de eso me veo yo metido en este paseo. Hace cinco días le envié

un oficio a la Fiscalía pidiéndole que me aclare mi situación. Por ahora, estoy esperando respuesta, con mi conciencia tranquila.

 ** Ver Facsímil de la medida de aseguramiento

Fuente imagen revista Semana: https://www.semana.com/semana-tv/vicky-en-semana/articulo/mauricio-gomez-hijo-de-alvaro-gomez-lo-que-dice-el-tipo-carlos-lozada-no-tiene-ni-pies-ni-cabeza/202131/