La denuncia que hizo el presidente Hugo Chávez (Venezuela), sobre el jefe de la policía de investigaciones de Chile, me trajo a la memoria un montón de recuerdos, de esos que no te gusta recordar. Yo fui torturado por la policía de investigaciones de Chile a fines de septiembre de 1975 (cuando apenas tenia 15 […]
La denuncia que hizo el presidente Hugo Chávez (Venezuela), sobre el jefe de la policía de investigaciones de Chile, me trajo a la memoria un montón de recuerdos, de esos que no te gusta recordar.
Yo fui torturado por la policía de investigaciones de Chile a fines de septiembre de 1975 (cuando apenas tenia 15 años), en el cuartel que ellos tenían en la calle Parque Central, de la población Quinta Bella (bajo la dictadura se le cambio el nombre a Quinta Buin) de la actual comuna de Recoleta, luego este cuartel fue trasladado a la esquina de Juan Cristóbal con Zapadores (también de la comuna de Recoleta), actualmente esta ubicado en el sector de la calle Dorsal (en comuna de Conchali).
Yo fui detenido a las 8:30 de un día a fines de septiembre de 1975 y las 9 de la mañana ya estaba en dicho cuartel de investigaciones de Chile y rápidamente empecé a ser torturado, para ser mas especifico, me metieron a un pequeño cuarto que tenían en ese lugar (casi siempre estuve vendado) y empezaron a golpearme, los golpes venían de diferentes lados, por supuesto al estar vendado nunca sabias de donde llegaban los golpes, hasta que tu resistencia no daba más y caías al suelo inconsciente, luego siguieron los golpes de corriente en mis testículos, mientras te mantenían amarrado con paños húmedos a un catre metálico, fueron unas largas 17 horas de tortura, aparentemente querían ser mas eficientes que los integrantes de la DINA (el aparato de torturados de las FF.AA., principalmente del ejercito), de la estadía en este cuartel, yo recuerdo especialmente a un detective joven de apellido Herrera. A las dos de la madrugada del día siguiente me entregaron a los agentes de la DINA y fui traslado a Cuatro Alamos, todos saben lo que pasaba en este centro de torturas y si no deberían saberlo.
No puedo asegurar que mi torturador, el detective de apellido Herrera, sea el actual jefe de la policía de investigaciones, pero lo que esta claro es que todos los detectives de aquella época eran torturadores y los que no encubridores de los torturadores.
Probablemente si uno quisiera saber si el detective Herrera que me torturo a mí es otro personaje, seria fácil saberlo, bastaría ver los archivos de los detectives que estaban destinados a ese cuartel en 1975, pero probablemente los archivos no existen o lo más seguro es que «se perdieron».
El caso de Víctor Jara
Como ocurrió en el asesinato de Víctor Jara, uno de los más grandes creadores de este país, ¿quien puede creer que el ejercito chileno no sabe cuales son los oficiales que estuvieron destinados al Estadio Chile (hoy Estadio Víctor Jara), cuando fue asesinado Víctor? El ejercito sabe quien fue el asesino y no es descartable, que el asesino pueda estar entre los integrantes del actual alto mando del Ejercito. La mayoría de los oficiales jóvenes de aquellos años, fueron los más crueles, como lo recuerdan la mayoría de los detenidos de esa época y son precisamente esos oficiales, los que hoy están llegando a las máximas instancias de estas instituciones, lo mismo vale para las policías de este país.
Los Tribunales de justicia que hoy están cerrando el caso de Víctor Jara, «sin culpables», demás esta decir que los tribunales siempre se han prestado para encubrir estos asesinatos.
El rol que jugo la policía de investigaciones en los atropellos a los derechos humanos, es algo que ha sido muy poco investigado y no fue algo menor. Hace unos años, por esas casualidades de la vida conocí a los vecinos del cuartel de investigaciones donde fui torturado y ellos me contaron, que los primeros años de la dictadura fueron muy difíciles para ellos, dado que no podían dormir a raíz de los gritos de los detenidos en ese cuartel.
Yo soy un ex-preso político de la dictadura de las FF. AA. de este país y para el que lo quiera verificar, soy el torturado numero 4.049 que aparece en el Informe de la Comisión Nacional Sobre Prisión Política y Tortura. (o más conocida como Comisión Valech). Esta comisión fue una farsa más de la Concertación con respecto al tema de los Derechos Humanos, dado que mantiene en secreto por los próximos 50 años, los nombres de los asesinos y torturadores.
Lo que esta claro es que esperar justicia de los actuales Tribunales de Justicia, que fueron parte de la dictadura es una ilusión falsa y esperar que las actuales autoridades de la Concertación se la jueguen por que se haga justicia también es una perdida de tiempo, ellos lo primero que hacen es salir a defender la dudosa «honorabilidad» de personajes como Arturo Herrera.
Menos todavía se puede esperar algo de los personeros de la derecha de este país, cuyo rol principal es el de encubridores de los asesinos y torturadores de la dictadura. Los parlamentarios de la UDI y RN en el Senado, dedican una parte importante de su tiempo a dar protección a dichos personajes.
Celso Calfullan (Socialismo Revolucionario. Comite por una Internacional de Trabajadores, CIT)