«Yo no escribo para dar gusto al poder o aceptar leyes del mercado»

Del libro Mañana, Cuba (Rd Editores, octubre de 2005) los medios de prensa no han dicho ni una palabra, su autor, Andrés Sorel, parece ser un escritor «incómodo» para los cánones del sistema.

«Aquí es la política del silencio, como si no existiera», confiesa a esta periodista, durante un encuentro en la sede madrileña de la Asociación Colegial de Escritores de España, de la cual es secretario general.

Su abierta postura en defensa de Cuba -expresada en Mañana…, sus críticas a la política de guerra de la administración Bush y a las desigualdades de este mundo lo han condenado al ostracismo mediático. «Fíjate que ahora mismo saco dos nuevos libros: Siglo XX tiempo de canallas, y El Falangista vencido y desarmado -dice- y todavía espero por alguna palabra en los periódicos».

Como bien plantea en uno de los textos «el escritor que no renuncia a su compromiso, que se sale del rebaño, de los tradicionales o de los posmodernos, que intenta realizar su obra crítica y cuestionar el enfoque del denominado progreso, se sumerge en el vacío, queda flotando, aislado, en una tierra de nadie».

Pero es que para Sorel es imposible apartarse del camino trazado: «Yo no escribo para dar gusto al poder o aceptar leyes del mercado y así resulta lógico que sea rechazado por ambos». Por ello es que se le ignora y se le niega el uso público de la palabra, pese a su profusa obra literaria que comenzó hacia 1966 y abraca más de 46 títulos.

Desde que salió al exilio en 1971(regresó a España en 1975 tras la muerte de Franco), nunca más se ha afeitado la barba. Jamás se ha puesto una corbata, lo que indica que es enemigo de las formalidades, pues considera que «lo más importante es lo que uno piensa, hace o dice y no como uno se disfraza».

Alterna la novela con el ensayo y «en los últimos tiempos, de hecho, cada vez creo menos en los géneros literarios» por lo que se define como «un autor literalmente incorrecto».

Recientemente, le «desaconsejaron» que aceptara una invitación del Instituto Cervantes para ir a Nueva York, «porque me negarían la entrada a Estados Unidos. Sería espantoso que me detuvieran al llegar a ese país, pienso que eso sí que lo publicarían en los diarios. Esta es parte de la presión real mediática», explica.

-Se refiere entonces a la censura

«Aquí lo que tenemos es una censura más inteligente, pero terrible. Es la censura del silencio, lo anterior que planteé lo argumenta y va contra todo aquel que no está en la línea «correcta».

-¿Y respecto a Cuba?

«En España los medios de comunicación tienen pluralidad de opiniones en muchos aspectos y hay grandes diferencias en otros tópicos. Si tomas el periódico El País o coges ABC o La Razón, si escuchas la cadena COPE, si ves Antena 3 o la CNN, hay diversidad de opiniones en muchos aspectos, pero hay unanimidad en el caso de Cuba, no existen diferencias en el tratamiento que se le da, es absolutamente unánime el ataque, obedece a una línea ideológica que responde a intereses políticos y económicos.

-¿Cuál es la singularidad de esos ataques?

«Por ejemplo, las presiones políticas que ejerce la embajada de Estados Unidos en Madrid no son un secreto. Es aquí un foco permanente de ayuda a toda la contra cubana, de apoyo, por un lado, en los medios de comunicación a la consumación de muchas presiones indirectas a través de inversiones publicitarias en anuncios de determinadas compañías y empresas a cambio de que mantengan una línea crítica sobre aquello que les molesta de Cuba.

«Por el otro ofrecen ayuda a los disidentes cubanos que viven o pasan por España mediante la organización de congresos, simposios y conferencias internacionales para atacar a la Isla».

-Nos interesaría conocer sus puntos de vista acerca del terrorismo y en especial el que han ejercido los grupos de la extrema derecha cubano americana amparados en Estados Unidos

«El terrorismo lo ejerce el que tiene más medios. Estados Unidos es heredero del terrorismo que ejerció Inglaterra en sus colonias en el siglo XIX. El verdadero terrorismo de estado lo ejerce el gobierno de Estados unidos. Cuando atacan a Irán no dicen que tienen las mayores armas nucleares del mundo, que tienen el terror atómico, los aviones espías, bombas inteligentes con sus bombardeos televisivos. El país terrorista lo que aspira es a ejercer el terrorismo mundial y que nadie pueda contrarrestarlo.

«Respecto a Cuba yo creo que desde el mismo momento del triunfo de la Revolución, en 1959, las administraciones estadounidenses han diseñado y practicado el terrorismo contra esa nación de muchas formas.

«El bloqueo que lleva más de cuatro décadas y castiga a la población cubana no es más que un terrorismo económico. Las invasiones, sabotajes, violaciones del espacio aéreo. Todo eso lo ha sufrido tu pueblo y no se ha rendido.

«Yo me enorgullezco al decir, cuando hablo de Cuba, que afortunadamente, en el período especial -y considero que eso se ha subrayado poco- no murió ningún niño cubano de hambre, en cambio en este mundo actual mueren cada minuto diez pequeños por esa razón. Eso es terrorismo.

«También existe un terrorismo mediático que no se ve, pero es el que condiciona toda la información que se pueda dar en el mundo y que tenga que ver con Cuba. Es un terrorismo que impide, por ejemplo que se vote una resolución contra lo que sucede en Guantánamo o los vuelos de aviones que sobrevolaron Europa cargados de presos que fueron introducidos en cárceles especiales.

«Terrorismo que lleva a la detención arbitraria de ciudadanos, al secuestro. Hace poco en Rota, donde existe la base norteamericana de Estados Unidos más importante de Europa occidental, agentes de la CIA detuvieron en plena calle a un ciudadano español que había estado en Iraq, lo metieron en un avión. Se publicó una pequeña noticia, pero el gobierno español no tiene una política exterior absolutamente independiente que obligara de inmediato a que ese ciudadano fuera devuelto a España.

«El terrorismo en el caso de Cuba presiona mucho más, es más feroz, porque Estados Unidos no ha dejado de acariciar la idea de que la Isla tiene que ser su patio trasero. El ejemplo revolucionario que puede producir y provocar en distintas partes del mundo eso es lo que más molesta cuba.

«Por eso necesitan y amparan a terroristas como Luis Posada Carriles, que no existieran si no fuera por el apoyo que le ha dado Estados Unidos».

-Se ha planteado que cuando la explosión del avión comercial cubano en Barbados, en 1976, existía una conexión para otros atentados de igual naturaleza.

«Al parecer, había previsto algún secuestro de avión o atentados. Se determinó que era una cadena de atentados que incluía también los vuelos Madrid-Habana.

«Aquello no ha sido investigado en profundidad, pero sí se sabe que hubo intentos de sabotajes y que lo de Barbados no fue un hecho aislado, sino que era una escalada. Por esa etapa también se produjeron algunas ‘anomalías’ contra intereses comerciales españoles.

-¿Por qué España?

«Porque España no había roto con Cuba, mantenía relaciones económicas como ahora. Todos sabemos que actualmente existen presiones brutales del gobierno estadounidense, por ejemplo, sobre la cadena Meliá para que paralice construcciones, rompa acuerdos y no desarrolle el turismo en Cuba e incluso, amparados en la Ley Helms-Burton, han llegado hasta a sancionar con multas a algunas empresas españolas.

«También hay presiones para evitar que los dirigentes del más alto nivel en España viajen a Cuba, como parte de una política de aislamiento».

MAÑANA, CUBA

«Es un libro sincero y apasionado. Yo digo que soy un enamorado absoluto de Cuba y además para nosotros, los que luchamos contra el franquismo 1959 fue, sin dudas, el año más importante de nuestras vidas, fue la esperanza de una nueva formulación de desarrollo humano, con una nueva política», afirma.

«Sostengo que en 1898 la independencia de Cuba fue frustrada como resultado de un acto terrorista de Estados Unidos, a veces eso se olvida. En las conversaciones de París, que terminan la guerra, España no participa y Estados Unidos impuso sus condiciones. Hubo dos derrotas: para los martianos que luchaban por la independencia y para la propia España, que perdió su posesión en esa zona geográfica.

«Para mi Cuba es algo especial y he estado allá varias veces, la más reciente fue durante la Feria Internacional del Libro, en febrero. En Mañana, Cuba no creo tener la verdad absoluta, pero sí confieso que el título intenta responder la pregunta de no pocos que por ahí cuestionan qué pasará con Cuba después de Fidel, en mi libro defiendo y digo que Cuba seguirá siendo Cuba, que es para mi la conservación de todos los logros de la Revolución en aspectos fundamentales de la educación, la sanidad, el problema del campo del que nadie habla, porque Cuba era una tierra de latifundios, dependiente de unas cuantas compañías yanquis y hoy día vaya usted a los campos cubanos, los campesinos son libres, tienen una cultura, son dueños de la tierra. Quisiera cualquier país de América Latina tener una población campesina con el desarrollo económico y cultural como el de ustedes.

«Y esa es la apuesta: que mañana Cuba siga siendo Cuba, que no caiga bajo la dependencia norteamericana bajo ningún concepto, mantenga los logros de la Revolución y que siga desarrollando su forma de gobierno. Hace más de diez años, al día siguiente de la caída del Muro de Berlín cientos de periodistas se apostaron en La Habana a ver cómo caía Cuba. Y la Isla emergió, no naufragó. Esa es la enseñanza.

«Por cierto, me emocionó mucho que René González, uno de los cinco cubanos que están presos en Estados Unidos mandara a pedir mi libro Mañana, Cuba. Me emociona, porque pese a al silencio que han colocado los medios sobre mí, un hombre como René, desde la cárcel donde injustamente lo mantienen a él y a sus compañeros, sepa que existo».