Jueves 16 de Enero, 2014: Una motocicleta-bomba estalla en Pradera, Valle del Cauca, cerca de la alcaldía dejando un saldo de un muerto y más de medio centenar de heridos. Inmediatamente, el presidente Santos y el ministro de defensa culpan a la FARC-EP de este «acto irracional». Los medios, que no están acostumbrados a investigar, […]
Jueves 16 de Enero, 2014: Una motocicleta-bomba estalla en Pradera, Valle del Cauca, cerca de la alcaldía dejando un saldo de un muerto y más de medio centenar de heridos. Inmediatamente, el presidente Santos y el ministro de defensa culpan a la FARC-EP de este «acto irracional». Los medios, que no están acostumbrados a investigar, repiten las condenas agregando que los insurgentes inauguran de esta manera el término del cese al fuego unilateral de un mes, sin proveer ninguna prueba de la autoría y sin esperar un pronunciamiento oficial de los guerrilleros[1]. Había una época en la cual se utilizaba la palabra «presuntamente» cuando no se había establecido a ciencia cierta la autoría de un hecho. Hoy la prensa funciona, de manera acrítica, como un apéndice propagandístico del gobierno y del ejército.
Sin embargo, en Pradera misma reina el desconcierto, la confusión, el miedo. Ateniéndose al actual contexto, uno bien podría pensar que tal vez no es el movimiento guerrillero quien está detrás del atentado, particularmente por el contexto en el que éste se realiza y la seguidilla de acontecimientos que se vienen dando en esa localidad desde hace unas semanas. Que tal vez hay fuerzas que están actuando desde la obscuridad para enviar un mensaje a la comunidad y al país. Pero para eso, hay que adentrarse en lo que está ocurriendo en Pradera y en las circunstancias en las que se produjo este atentado.
Pradera, municipio de luchas
Pradera es un municipio en el sur del Valle del Cauca fundamental para entender el proceso de rearticulación del movimiento popular que ha llevado al potente ciclo de protesta social que se viene experimentando en Colombia desde el 2008 en adelante. La huelga de los corteros de caña que se vivió en el segundo semestre de ese año, fue un hito importantísimo que desnudó la naturaleza expoliadora e inhumana del actual modelo de desarrollo agroindustrial precarizado que es presentado por el gobierno como la panacea que llevará a Colombia al progreso. La resistencia de los corteros fue el inicio de este despertar social[2]. Aunque posteriormente los dirigentes han sufrido acoso, amenazas, violencia, despidos, hubo avances concretos para el grueso de los trabajadores que hoy tienen como gran enemigo la mecanización que vuelve a los corteros redundantes[3].
Al mismo tiempo, la lucha campesina, liderada por la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca (ASTRACAVA) y por la Coordinación Campesina del Valle del Cauca (CCVC), ha tenido también importantes avances y hoy todo está andando para conformar una Zona de Reserva Campesina en Pradera y en el municipio aledaño de Florida. Uno de los líderes campesinos más amenazados de la región, Jesús Hurtado (ASTRACAVA), nos explica que «hay avances significativos en la zona de reserva campesina. Hemos tenido reunión con otros movimientos campesinos… el INCODER [Instituto Colombiano de Desarrollo Rural] está siguiendo muy de cerca el proceso, las comunidades han recibido la propuesta de forma impresionante, el alcalde también está pendiente, hay tres concejales que le meten a la propuesta, todo va avanzando de manera extraordinaria. Incluso en el plan de trabajo este año hemos hablado de visitar las comunidades para conformar un equipo dinamizador de esta propuesta, que hemos venido trabajando juntos campesinos e indígenas interesados en que nuestro municipio avance«.
Las garras del paramilitarismo
Pero siempre que el pueblo avanza, aparecen las fuerzas obscuras (que todos conocen, pero que nadie quiere nombrar por miedo) a frenar el impulso de los cambios mediante el terror y la violencia. Este avance y la fuerza que coge esta propuesta, así como la combatividad y bravura demostrada por la comunidad de Pradera durante la larga lucha de los corteros, han hecho que el paramilitarismo, al alero de la protección brindada por el Ejército, ponga su mira en este municipio. Un hecho preocupante se vivió este lunes 13 de Enero, cuando una banda paramilitar autodenominada «Bloque Militar Valle del Cauca-Águilas Negras-Rastrojos» hizo circular entre diversas expresiones sociales y políticas presentes en el municipio (entre ellas Fensuagro-CUT, ASTRACAVA, la Mesa Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo-MIA, Marcha Patriótica, Red de Derechos Humanos Francisco Isaías Cifuentes, resguardo indígena Kwet Wala, Pupsoc, etc.) el siguiente panfleto amenazante:
BLOQUE MILITAR VALLE DEL CAUCA
SENTENCIA DE MUERTE A LOS HIJUEPUTAS GUERRRILLEROS DE PRADERA Y FLORIDA. GUERRILLEROS HIJOS DE PUTA, AUXILIADORES, HABLAMIERDAS, MENTIROSOS PARIDOS POR EL CULO INDIOS Y CAMPESINOS QUE NO DEJAN TRABAJAR A LA GENTE DE BIEN CON SUS PAROS MARICONES QUE DAÑAN A LA SOCIEDAD LOS VAMOS A ACABAR A TIROS YA LOS TENEMOS IDENTIFICADOS
DECLARAMOS OBJETIVOS MILITARES: EL INVASOR DE TIERRAS JESUS HURTADO (NEGRO CHUCHO) DE ASTRACAVA, A LOS INDIOS DEL RESGUARDO DE PRADERA, A LOS INTEGRANTES DE LA TAL COORDINASION CAMPECINA DEL VALLE, A LOS GUERRILLEROS DE LA MARCHA PATROTICA, A LOS COMUNISTAS DE LA UP, A LAS ONGS DEFENSORAS DE LOS GUERRILLEROS, A LOS PROMOTORES DE LAS ZONAS DE RESERBA CAMPECINA, A LA TAL MESA MIA
SE LES ACABO EL DISCURSO COMUNISTA GUERRILLEROS HIJUEPUTAS
TIENEN LOS DÍAS CONTADOS FUERA DE UNA VEZ POR TODAS O SE VAN DE PRADERA Y DE FLORIDA O LOS ACABAMOS LIQUIDAMOS Y DESAPARECEMOS CON TODO Y SUS FAMILIAS
TIENEN 8 DIAS PARA LARGARSE QUE DESAPAREZCAN DE ESTA ZONA O SERAN DESCUARTIZADOS Y NO ABRA NI FOSAS COMUNES PARA USTEDES GUERRILLEROS
PRONTO SABRAN DE NOSOTROS PARA QUE ENTIENDAN QUE NOSOTROS NO ESTAMOS JUGANDO PERRAS COMUNISTAS
SERAN BIENVIENIDOS AL INFIERNO
LA GENTE DE BIEN NOS APOYA Y NOS LO VAN AGRADECER
COLOMBIA SIN COMUNISTAS, SIN UP, SIN MARCHAS PATRIOTICAS, SIN GUERRILLA, MUERTE A LOS CAMPESINOS Y A LOS INDIOS QUE NO DEJAN GOBERNAR
MUERTE A LOS INVASORES DE TIERRAS, MUERTE A LOS COMUNISTAS TERRORISTAS
COLOMBIA SIN GUERRILLA VIVA! VIVA! VIVA! [4]
Este panfleto, en el cual las amenazas se concentran directamente en la persona del dirigente campesino Jesús Hurtado, es una agresión clara en contra de este avance de la luchas populares, haciendo menciones directas e indirectas a la propuesta de Zona de Reserva Campesina, así como a las propuestas agrarias y populares articuladas en la MIA. Nos comenta Hurtado que estas amenazas no son nuevas. «En el caso mío, el 29 de agosto, cuando me dirigía hacia mi lugar de residencia después de una marcha pacífica de respaldo al paro agrario y popular en el parque de Pradera, me abordan tres tipos y me preguntan que cómo va el tal paro, y luego se quedan merodeando mi hogar. Cuando se instalan las mesas en la casa campesina de Pradera, yo salía de mi casa y me seguía gente, se me ponían dos tipos a la par y me acompañaban hasta que llegaba a la reunión, eso ocurrió tres veces. Por eso exigimos garantías«. Garantías que, hasta la fecha, no se concretan.
El caso de Hurtado no es único. Antiguos dirigentes corteros han sufrido en reiteradas ocasiones de amenazas, particularmente la dirigente de las mujeres corteras, Alfamir Castillo, quien además es una incansable luchadora por la justicia para su hijo Darbey Mosquera Castillo asesinado en el caso de los «falsos positivos» por el Batallón Contraguerrillas 57 y la VIII Brigada del Ejército Nacional (2008). Ella fue desplazada de Pradera en Mayo del 2013 debido a las constantes amenazas que han recibido tanto ella como su familia. Hoy este panfleto amenazante deja en claro que el conjunto del movimiento popular en Pradera está en la mira. Y no sólo ellos: el odio que refleja hacia indígenas y campesinos, odio generalizado e indiscriminado, demuestra que la política del despojo y el desplazamiento sigue tan vivo como en los peores días de las AUC.
Amenaza el paramilitarismo… ¿quién golpea?
Este es el contexto en el cual hay que partir analizando cualquier hecho que ocurre en Pradera. Una vez que se mira el conjunto de los hechos, nada es tan claro como en las declaraciones del ministro de defensa o el presidente. Cuando uno ve atentados como éste, uno debe preguntarse quién se beneficia de este ambiente de terror y zozobra, particularmente cuando el «golpe» ocurre en el corazón de la comunidad apenas a unos cuantos días de la aparición de esos panfletos amenazantes. El paramilitarismo está vivo y coleando en el municipio y con un atentado así podrían buscar un doble objetivo. Hacia la comunidad, lograrían generar terror, desconcierto, zozobra. Hacia el país, podrían buscar lanzar un mensaje en contra del proceso de paz. Sabido es que el proceso de negociaciones en curso entre gobierno e insurgencia tiene enemigos poderosos, que no necesitan agazaparse, y que históricamente han recurrido a la guerra sucia para imponer su voluntad a sangre y fuego. Mientras no haya pronunciamientos oficiales de la insurgencia ni evidencia sólida contra ellos, es una hipótesis bastante plausible que sea, en realidad, el paramilitarismo el que esté detrás de este hecho de sangre ocurrido en Pradera. No sería la primera vez: recordemos la seguidilla de auto-atentados montados por el ejército durante las campañas presidenciales de Uribe Vélez o el brutal atentado explosivo en Ituango, Antioquia, en el 2008, en el que todos los medios culparon a coro a las FARC-EP, cuando finalmente fue un acto paramilitar.
Explica el mismo Jesús Hurtado, quien ya tuvo que salir desplazado de Pradera, debido a la gravedad de las amenazas, que «después de todo ese acoso que he vivido, ahora aparece ese panfleto y luego se hace esa bomba, como usted verá, la situación en Pradera y en el Valle es bien precaria«.
«Yo hago parte de la mesa de negociación de la MIA a nivel municipal, departamental y nacional«, nos explica Hurtado. «En Pradera hemos planteado que debe haber las garantías para los dirigentes en reiteradas ocasiones… hemos planteado a la mesa de negociación y al alcalde que el personero municipal estuviera presente en las reuniones y nunca llegó. Los dirigentes del proceso de unidad popular, de Astracava, buscamos garantías para decir lo que uno piensa, y en La Habana vea que están discutiendo esas cosas y acá en Pradera eso no se ve«.
En realidad no se ve ni en Pradera ni en ninguna otra parte del territorio colombiano. Mientras más bonito habla el régimen de garantías políticas, pluralismo, democracia y otras cosas por el estilo, más insoportable se hace la realidad de la represión en el terreno. Represión que a veces opera de manera selectiva y otras, generalizando el terror entre la población. De ahí la importancia de cuestionar todo lo que se nos dice en los grandes titulares: ese es el primer paso para resistir al terror.
NOTAS:
[1] http://www.semana.com/nacion/
[2] Ver dos artículos redactados en ese contexto http://www.anarkismo.net/
[3] http://www.anarkismo.net/
[4] Se puede consultar el panfleto íntegro en la denuncia emitida por la Red de DDHH «Francisco Isaías Cifuentes». http://www.reddhfic.org/index.
José Antonio Gutiérrez D. es militante libertario residente en Irlanda, donde participa en los movimientos de solidaridad con América Latina y Colombia, colaborador de la revista CEPA (Colombia) y El Ciudadano (Chile), así como del sitio web internacional www.anarkismo.net. Autor de «Problemas e Possibilidades do Anarquismo» (en portugués, Faisca ed., 2011) y coordinador del libro «Orígenes Libertarios del Primero de Mayo en América Latina» (Quimantú ed. 2010).
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.