La sensación de impotencia, indignación y asombro ante los hechos acontecidos en los últimos tiempos en Euskal Herria, de alguna manera, han llegado a su punto más álgido con la detención de las personas encausados en el sumario 18/98. Al ya kafkiano y por supuesto antidemocrático panorama de ilegalizaciones de partidos e ideas políticas, y […]
La sensación de impotencia, indignación y asombro ante los hechos acontecidos en los últimos tiempos en Euskal Herria, de alguna manera, han llegado a su punto más álgido con la detención de las personas encausados en el sumario 18/98. Al ya kafkiano y por supuesto antidemocrático panorama de ilegalizaciones de partidos e ideas políticas, y de detenciones de miembros de organizaciones políticas de la izquierda abertzale, hay que sumarle ahora el mayor de los sin sentidos: la encarcelación de personas que militaban y militan en diferentes espacios comunicativos, de movimientos sociales y políticos. Como han dicho otras personas, desde Euskal Herria sabemos que la acusación de estos y otros detenidos es falsa; que las sentencias de la Audiencia Nacional son falsas y que el retroceso, y el sin sentido de este panorama, no parece tener fin.
Los firmantes de este artículo, somos de la generación del 75. Año de la muerte de Franco. Hemos crecido y militado en diversos movimientos sociales dentro de una democracia sobre la que nos decían y nos dicen que funciona con unas garantías jurídicas para todos los ciudadanos y con una división de poderes. De nuevo se ha vuelto a demostrar la falacia y la mentira de esta afirmación. Contra una parte de la izquierda y de este pueblo, todo vale. Vale mentir, inventarse argumentos jurídicos y acabar encarcelando a personas que ni han colaborado ni pertenecen a ninguna banda armada.
Parece claro, que la única vía que nos queda ante todo este atropello, es movilizarnos como pueblo. Denunciar la vulneración de los derechos fundamentales, y exigir unos mínimos democráticos -y no un retroceso en estos- como base para la puesta en marcha de cualquier proceso de resolución del conflicto.
Participamos y participaremos en las diferentes movilizaciones e iniciativas que se lleven acabo con este fin. Igual que lo hemos hecho hasta ahora, no podemos ni nos vamos a quedar callados. Pero a su vez, queremos recordar que las personas encarceladas con este sumario han sido un ejemplo de dignidad y coraje a la hora de enfrentarse a esta situación. La campaña realizada estos años por 18/98+ ha sido un ejemplo de buscar apoyos diversos y complicidades con las que de forma clara y coherente comunicar y concienciar sobre la vulneración de derechos civiles y políticos fundamentales que sigue sufriendo este pueblo. Creemos que esta tiene que seguir siendo la vía. Debemos de seguir mostrando a la población, tanto dentro de nuestras fronteras como fuera de ellas (especialmente en el Estado español), lo que está ocurriendo, y ser capaces de conseguir desenmascarar toda la intoxicación y propaganda del sistema y sus medios.
Pensamos que no es el momento de replegarse, de cerrar filas, sino que es necesario expandirse, buscar y encontrar aliados; creemos que hay que seguir trabajando para generar una masa crítica y firme que denuncie esta situación y que posibilite, con su que hacer polítco activo, que las cosas cambien.
Amigas y compañeras, personas con las que hemos compartidos espacios sociales hoy están en la cárcel, enfrentándose a penas de largos años por delitos que no han cometido. Ellas han sido y son un ejemplo de entereza y coraje. No os podemos olvidar ni os olvidaremos, los muros de las prisiones no podrán detener vuestro caudal de reflexiones, ideas, proyectos y sueños para un mundo mejor; y desde luego, tampoco podrán amedrentarnos para que sigamos colaborando, luchando y construyendo conjuntamente una nueva Euskal Herria libre de aparatos estatales represores que le niegan sus derechos, de proyectos debastadores impuestos contra el medio ambiente, de estructuras patriarcales o de modelos económicos excluyentes… Hoy más que nunca sabemos que estáis presentes y sois necesarias para que todas juntas logremos que esta sin razón termine.
* Isra Alonso e Imanol Telleria miembros de Komite Internazionalistak.