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18 de Julio de 1936, día del genocidio

Fuentes: Rebelión

Miguel Sánchez Ostiz destaca en el panorama literario español por su obra viva de lenguaje cercano, y en ella encontramos su afán literario porque amanezca para la verdad histórica, la verdad que el fascismo ha robado y quiere hacer desaparecer. Aquél y éste 18 de julio, tan lejos y tan cerca, tan de nuestras vidas, […]

Miguel Sánchez Ostiz destaca en el panorama literario español por su obra viva de lenguaje cercano, y en ella encontramos su afán literario porque amanezca para la verdad histórica, la verdad que el fascismo ha robado y quiere hacer desaparecer.

Aquél y éste 18 de julio, tan lejos y tan cerca, tan de nuestras vidas, puede leerse, tenemos, una gran obra que nos pone al día, su narración, la de Miguel Sánchez Ostiz, nos cuenta lo sucedido en Navarra, y lleva como título «El escarmiento». Narración que se hace con partes extraídas de los documentos que el autor ha recopilado en esa búsqueda de la Historia, pero también con la composición ficcional que en el desarrollo conecta los hechos. El resultado es una obra que debería estar en los centros de enseñanza, en las bibliotecas públicas, ante los ojos del pueblo trabajador para formar parte de su educación humana y democrática.

Las creaciones de Miguel Sánchez Ostiz van desde la novela al dietario, desde el ensayo a la poesía. Sánchez Ostiz se dio a conocer en 1982 con la novela «Los papeles del ilusionista», a la que siguieron numerosos títulos como «En Bayona, bajo los porches», «La nave de Baco», «El piloto de la muerte», «La calavera de Rovinson», «Cornejas de Bucarest», «Zarabanda», más otras tantas no mencionadas aquí, y su última obra, «El escarmiento», cuya continuación será «El botín», donde tratará cómo robaron los fascistas al pueblo para hacerse ricos, quienes fueron y son, los mismos que siguen hoy tras cualquier movimiento político que se haga desde los gobiernos que les han servido y les sirven.

«El escarmiento» toma como punto de arranque el fuerte de Santiago, presidio, lugar de ejecuciones, de hambre, de fuga de republicanos que fueron perseguidos por los fascistas como hacen en sus cacerías. Preparaban el golpe de Estado mucho antes, y el 18 de julio de 1936 fue su alzamiento fascista contra el sistema democrático. Tres años después triunfó el golpe, y con la derrota de la resistencia popular los fascistas instauraron en todo el territorio la dictadura.

Sánchez Ostiz nos entrega las páginas de la parte de ese golpe que había sido impulsado por el general Mola, que lo llevó a cabo en Navarra y camaleónico vive nuestros días.

La novela tiene en su puerta algunas citas de entre las que escojo la siguiente:

«De antemano esperado en el infierno,/ Va el infernal mulato, el Mola mulo/ Definitivamente turbio y tierno,/ Con llamas en la cola y en el culo.» Pablo Neruda, «Mola en los infiernos», de «España en el corazón.»

Las páginas de «El escarmiento» despiertan las emociones que cualquier ser humano con conciencia social alberga, pero además nos pone en guardia porque si todo ello es reflejado como un pedazo de realidad casi palpable, además nos alertan sobre lo que sucede hoy mismo como palpito de aquello. No pueden quedar al margen de nuestra reflexión las organizaciones de la Memoria Democrática, las mismas a las que el gobierno ha retirado todo tipo de ayudas, organizaciones democráticas a las que les ha cerrado todas las puertas, organizaciones humanitarias que claman por los asesinados y colaboran por que tengamos un futuro en el que brille la dignidad y la ética democráticas.

El autor nos hace saber que la guerra hoy continúa por otros medios De la novela son éstas palabras, recogidas de un protagonista que las trae del asesino Mola:

«Iribarren me responde:

– Pero si en Mola era una obsesión hacer un escarmiento. Así decía: un escarmiento.

– Esto del escarmiento ya se lo he oído al que fue secretario de Mola muchas veces, atribuyendolo al general. Nunca lo apunté. Pero hoy, sí. Al libro Talon le haría falta un apéndice a cargo de Aguinaga, confidente de trascendentales declaraciones de un aviador alemán, de Maguncia, hoy jesuita, que participó en el bombardeo de Guernica y cargaba enteramente la responsabilidad de la tragedia al general del «escarmiento».

Un escarmiento. Y no solo a los vascos. Arteche de nuevo en su Diario, anotación del 18 de marzo de 1968:

«No pensaba más que matar», suele repetirme de Mola el que fue su secretario José María Iribarren».

Solo el conocimiento de la verdad nos hará fuertes en la conciencia, y esta construcción literaria es de gran valor para dejar claro que el 18 de julio de 1936 los fascistas comenzaron el genocidio de nuestro pueblo, que nos precede en la defensa del sistema democrático, la República.

Título: El escarmiento.

Autor: Miguel Sánchez Ostiz.

Editorial: Pamiela.

Ramón Pedregal Casanova es autor de «Dietario de crisis», lo encuentras en «Libros libres», de rebelion.org; y es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», edita Fundación Domingo Malagón.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.