A finales de diciembre, Cristina Narbona se reunió con la asociación ecologista ARCA (Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria) con el fin de paralizar la ejecución de una sentencia del Supremo que obliga al Estado a derribar la recientemente inaugurada depuradora de la cuenca del Saja-Besaya. Los ecologistas, aunque serán «muy […]
A finales de diciembre, Cristina Narbona se reunió con la asociación ecologista ARCA (Asociación para la Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria) con el fin de paralizar la ejecución de una sentencia del Supremo que obliga al Estado a derribar la recientemente inaugurada depuradora de la cuenca del Saja-Besaya. Los ecologistas, aunque serán «muy flexibles» en los plazos, consideran «incuestionable» la demolición de la estación así como la recuperación de la marisma y exigen la presentación de un proyecto alternativo antes de que finalice 2006.
Ver: La macrodepuradora de Cortiguera viola la ley de costas y, tras ser inaugurada, será demolida
DIAGONAL: ¿Algún promotor del proyecto ha asumido su responsabilidad?
GONZALO CANALES: No, nadie ha dimitido y a nadie han cesado, a pesar de que 26 millones de euros se han ido por el desagüe. Hemos solicitado la dimisión del entonces Presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte Ramón Álvarez y de su antiguo Director Técnico, José María Díaz de Ortiz, que actualmente ocupa el cargo de Director General de Puertos y Costas de Cantabria, pero Revilla ya ha dejado claro que no lo va a cesar porque está haciendo una extraordinaria labor. También de Emilio Flor Pérez, Jefe del Servicio de Medio Ambiente de Cantabria, que hizo un informe diciendo que el estuario no era marisma a pesar de que se incluye en el Catálogo de Humedales del Plan Hidrológico Norte II, así como del Jefe de Demarcación de Costas, José Antonio Osorio, que miró para otro lado cada vez que le presentamos las solicitudes de modificación del deslinde y las actas notariales. Un saneamiento como éste debe tener un informe de Demarcación de Costas y el de Vuelta Ostrera carece de él, al igual que carece de la preceptiva declaración de impacto medioambiental (Directiva europea 97/11). Por otro lado, deberían asumir sus responsabilidades el anterior Consejero de Medio Ambiente de Cantabria y el Ministro de entonces, Jaume Matas, sin olvidarnos de la fiscal jefe de Cantabria, Pilar Nájera, porque dio carpetazo al asunto a pesar de que los indicios que teníamos de delito penal eran más que evidentes. Esto no nos sorprendió porque esta fiscalía es para nosotros un órgano político.
¿Qué pensáis de la plataforma vecinal pro depuradora, que ha llegado a organizar manifestaciones de 1.000 personas?
La Plataforma no representa a los vecinos de Suances. Su cabecilla es un tal David Díaz, antiguo asesor y escolta de Hormaechea, que, por cierto, junto con un grupo de personas pagadas trató de reventarnos nuestra última rueda de prensa. Y detrás de ella se encuentran conocidos constructores y ex políticos de la región.
Os habéis marcado un calendario de reuniones con Narbona, ¿con qué objetivo?
A la ministra le pedimos dos cosas: primero, que la depuradora sea demolida y la marisma restaurada, aunque haya que esperar cuatro años. No tenemos prisa. Y segundo, que la gestión del agua de esta cuenca y de Cantabria en general se haga de forma sostenible. El actual modelo seca los ríos y saliniza los estuarios. Por eso, no entendemos cómo se puede proyectar que se depuren 2.500 litros de agua residual por segundo y luego se envíen directamente al mar a través de un emisario submarino, cuando en verano nuestros ríos se secan. En invierno no pasa nada porque en Cantabria tenemos mucho caudal pero en verano varios kilómetros del Saja-Besaya se quedan sin agua porque ésta va por las cañerías para ser utilizada en los pueblos y ciudades. Y si el agua del río no llega a la marisma ésta pierde su carácter salobre, imprescindible para la vida de un ecosistema enormemente rico.
¿Qué alternativa a la depuradora de Cortiguera propone ARCA?
Que el saneamiento se divida en dos. Que instalen dos depuradoras, una cerca de la actual pero fuera de la marisma y otra en una parte más alta de la cuenca, en los Corrales de Buelna. Ambas deberían tener un volumen de depuración mayor que la de ahora y verterla mayor parte del agua reciclada al propio río, para evitar que éste se seque y permitir que la marisma tenga siempre agua salobre.