La semana pasada El Mundo publicaba unas declaraciones de Calvo Sotelo en las que señalaba que se financió al PSOE para contrarrestar a los comunistas: «ayudamos con dinero para sus campañas al PSOE de Felipe sobre todo. Nos decíamos. ‘Vamos a dar dinero a éstos que están muy débiles, para que no se los coma […]
Calvo Sotelo confirmaba que se financió al PSOE a través de «subvenciones, ayudas, ministerios que tenían dinero para estas cosas, como Presidencia, los sindicatos… Había cantidades utilizables de una manera seria y no prevaricadora. Muchos decían: ‘Ojo con el Partido Comunista’. Por lo tanto, ‘atendamos a la izquierda razonable, que es la izquierda socialista'», señala sin ningún pudor el ex-presidente del Gobierno.
El apoyo mediático al PSOE, la financiación a este, la censura y la campaña anticomunista, represalias a candidatos, presencia de la Guardia Civil en los mítines del PCE, o la própia legalización «in extremis» fueron determinantes en la «desactivación» del Partido Comunista de Espaa.
Por su parte, en la Cadena SER, durante una tertulia en la que participaban Miguel Herrero del Miñón y Santiago Carrillo, el primero comentó que se sentía orgulloso de ser el responsable en un 90% de la ley electoral todavía vigente que tenía una finalidad básica: evitar a toda costa un buen resultado del PCE. La ley se había diseñado Herrero precisamente para evitar que el PCE pudiera tener un grupo parlamentario que se correspondiera con la fuerza política que se pensaba podía alcanzar.
Carrillo preguntó sobre ello ante las declaraciones de Herrero de Miñón: «Miguel, ¿y tú te sientes bien por esta planificación electoral, por este diseño que no aspiraba a un mapa representativo, sino sobre todo a marginar u orillar al Partido Comunista de España?».
Miguel Herrero del Miñón, vacilante ante la pregunta, comentó que sí, que se sentía feliz, que visto lo visto, visto el resultado alcanzado en la fecha actual no había nada que objetar.
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