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45 millones de personas respiraron aire contaminado en España en 2018

Fuentes: El Salto

El informe La calidad del aire en el Estado español 2018 señala que, pese a que la inestabilidad atmosférica alivió la polución, el 97% de la población y el 92% del territorio estuvieron expuestos a niveles superiores a los recomendados por la OMS. Empieza a ser difícil encontrar a un ser humano que no haya […]

El informe La calidad del aire en el Estado español 2018 señala que, pese a que la inestabilidad atmosférica alivió la polución, el 97% de la población y el 92% del territorio estuvieron expuestos a niveles superiores a los recomendados por la OMS.

Empieza a ser difícil encontrar a un ser humano que no haya respirado aire contaminado en España. El informe La calidad del aire en el Estado español durante 2018, presentado este 25 de junio por Ecologistas en Acción (EeA), señala que 45 millones de personas respiraron aire contaminado el pasado año. Nada menos que el 97% de la población metió en sus pulmones niveles superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si hablamos de territorio, solo el 8% del espacio delimitado por las fronteras españolas quedó libre de altos niveles de polución.

No todo son malas noticias, sin embargo, aunque Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe, remarca que la mejoría de los algunos datos es coyuntural y que lo que viene este año será, según todos los parámetros, peor. «En 2018 se ha producido un descenso de contaminación prácticamente en todo el Estado para partículas (PM2,5 y PM10), dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2)», señala Ceballos, «no así para el ozono troposférico (O3)», un contaminante que presentó una mayor extensión y afección a la población que en anteriores años debido al incremento de temperaturas medias y de situaciones meteorológicas extremas -como olas de calor- durante el verano a consecuencia de la crisis climática.

Esta mejora generalizada tiene que ver, según el experto, «con una situación que nosotros entendemos coyuntural, debido a las circunstancias meteorológicas», dada la inestabilidad atmosférica de 2018, año que registró la primavera más húmeda desde 1965, según la Agencia Española de Meteorología (Aemet). Sin embargo, ese no será el caso de este año: mayo de 2019 ha sido el cuarto mes más seco desde que existen registros de Aemet. «En 2019 la situación no se está repitiendo, ya que está siendo un año menos húmedo, más seco, y ya hemos tenido un episodio grande de contaminación en febrero», señala el coordinador de EeA, que apunta que esto es algo que no ocurrió en todo el pasado año.

La abundancia de lluvias de 2018, además de limpiar la atmósfera, implicó que en el mix energético entrase más energía hidroeléctrica y hubiera menor necesidad de quemar combustibles fósiles en las centrales termoeléctricas. Pero tal como va la primavera, esa situación parece lejos de repetirse.

45 millones, 15 millones

Si en vez de fijarnos en los niveles de contaminación recomendados por la OMS observamos solo los legales -más bajos y permisivos con las sustancias contaminantes-, el número de personas que ha respirado aire contaminado en el Estado español ha sido de 15 millones de personas, «uno de cada tres españoles, en 250.000 km2, la mitad del territorio español», explica Ceballos.

La causas de esta situación son conocidas. «Se puede resumir en que un 40% de la contaminación del aire tiene que ver con el tráfico y otro 40%, simplificando mucho, con la utilización de combustibles fósiles para industria y producción de electricidad, destacando las centrales termoeléctricas, especialmente las de carbón», recuerda

«Las administraciones tiene la obligación de actuar ante la contaminación del aire», ha resaltado por su parte Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción. Los instrumentos para luchar contra ella, además de la obvia reducción de emisiones por quema de combustibles en todos los sectores, son los protocolos o planes antes picos de contaminación, y las medidas estructurales. «Básicamente es actuar contra las chimeneas y los tubos de escape», señala el coordinador. Apostar por una producción limpia, por un ahorro energético mediante renovables completa el abanico de acciones a seguir para acabar con un problema que implica 30.000 muertes prematuras en el Estado español, según la Agencia Europea del Medio Ambiente».

Mediterráneo sucio

«Un aspecto importante que normalmente dejamos de lado es el transporte marítimo, pero el tráfico de buques tiene una importancia tremenda», ha destacado Segura. En concreto, en el inventario de emisiones del Gobierno español, mientras que el tráfico aéreo supone el 6% de las emisiones de óxidos nitrosos, el marítimo supone un 42% del total, siete veces más que la polución emitida por los aviones.

Desde EeA resaltan que España aún no se ha comprometido, como si lo han hecho Francia e Italia, a apoyar la creación de una zona de control de emisiones en el Mediterráneo que solucionaría gran parte del problema. Se trata de una iniciativa que ya existen en mares como el Báltico y del Norte, y que ha obtenido muy buenos resultados.

Desde EaA señalan además que los planes de mejora de la calidad del aire son obligatorios según la legislación, pero en muchos caso no existen y en otros «son inefectivos por falta de voluntad política». Asimismo, denuncian que una decena de comunidades autónomas siguen incumpliendo su obligación de elaborar planes de lucha contra el ozono, el único contaminantes que ha aumentado su presencia en España en 2018.

A raíz de una denuncia de EeA, por primera vez un tribunal -el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León- ha declarado la obligación de las administraciones autonómicas para elaborar dichos planes en las zonas donde se incumplen los objetivos legales. El fallo ha sido recurrido por el Gobierno castellanoleonés y ahora se encuentra en el Supremo.