IMPRESCINDIBLE recordar que un 1º de enero, de 1959, la guerrilla de Sierra Maestra culmina su ofensiva y derrota al ejército de Batista, dando inicio al proceso que más pronto que tarde concluirá con la Segunda y Definitiva Independencia de todos los pueblos de Nuestra América. Los explotadores y opresores huyen en estampida y se refugian en Miami.
Desde allí llevan 62 años tratando infructuosamente de asfixiar a la revolución, que ha dado muestras de una fortaleza increible y sus enemigos (la mafia anticastrista, la corrupta dirigencia política de EEUU), la «prensa libre» y su infinita capacidad de mentir) de una inmoralidad igualmente asombrosa.
Es que NO HAY REGISTRO HISTÓRICO que muestre que una potencia sometió a bloqueo a un país muchísimo más pequeño y débil y que ese David hubiera podido resistir a pie firme la agresión del Goliat descerebrado y violento. ¡Piensen en esto!, no sólo la pandemia es un episodio EXCEPCIONAL: también lo es, como CASO ÚNICO, una revolución que ha sobrevivido a más de sesenta años de agresiones, bloqueos, sanciones, satanización mediática, ostracismo diplomático y todo tipo de sabotajes. Y también es excepcional la sistemática violación de un miembro de Naciones Unidas que desoye 28 resoluciones de la Asamblea General que solicitan poner fin al bloqueo contra Cuba.
Ese país, ese genuino «estado canalla» tan exaltado por la basura mediática que nos rodea, es Estados Unidos. Y la heroína de esta historia no es otra que nuestra querida Cuba, faro no sólo latinoamericano y caribeño sino mundial que con su ejemplo enciende y orienta la rebeldía de los «condenados de la tierra» (Fanon) en los cinco continentes. Lugares en donde prima la injusticia, la miseria, el analfabetismo y la enfermedad y los cuales Cuba envía sus alfabetizadores, médicos y trabajadores de la salud mientras EEUU despacha sus drones, sus tropas y sus mercenarios. Cuba educa y cura, EEUU y sus lacayos embrutecen y matan.
¡Salud Cuba, hasta la victoria siempre! ¡Venceremos!