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Las autoridades todavía no han realizado ningún homenaje digno a estas víctimas inocentes

68 Aniversario del bombardeo del Mercado Central de Alicante

Fuentes: Claridad

El 25 de mayo de 1938 la aviación fascista italiana, a las órdenes de militares franquistas, entre ellos posiblemente Paternina, nombrado posteriormente gobernador civil de Alicante, bombardeó el mercado central de esta ciudad, asesinando a más de trescientos civiles, en una matanza que ha tratado de ser silenciada por la historia, a pesar de ser […]

El 25 de mayo de 1938 la aviación fascista italiana, a las órdenes de militares franquistas, entre ellos posiblemente Paternina, nombrado posteriormente gobernador civil de Alicante, bombardeó el mercado central de esta ciudad, asesinando a más de trescientos civiles, en una matanza que ha tratado de ser silenciada por la historia, a pesar de ser incluso más sangrienta que la producida en Guernica.

Este criminal bombardeo fue realizado el día y a la hora de mayor afluencia al mercado, ya que los asesinos sabían que en estos momentos llegaba una remesa especial de sardinas y que la población alicantina, que llevaba meses resistiendo heroicamente en condiciones muy difíciles, iba a acudir masivamente con la intención de llevar algo de alimentos a sus familias. La intención era evidente, hacer el mayor daño posible a la población civil y minar la moral de los luchadores republicanos. El resultado fue demoledor, más de trescientos muertos y ríos de sangre que inundaron las calles adyacentes al mercado.

Sin embargo, 68 años después, las autoridades de Alicante todavía no han realizado ningún homenaje digno a estas víctimas inocentes. Como en tantas otras ocasiones han tratado de hacer olvidar su memoria, de matar su recuerdo con el mismo ímpetu criminal que sesgaron sus vidas. Hemos asistido con indignación a que los asesinos, los verdugos, hayan recibido múltiples homenajes y ofrendas mientras que las víctimas, los defensores de la legalidad republicana, han sido silenciadas y humilladas.

Vemos como nuestras calles siguen llenas de nombres fascistas que deberían hacernos estremecer, como en Valencia violan de forma infame las fosas de los represaliados republicanos sin que se asuma ninguna responsabilidad política, vemos como en Móstoles dos jóvenes comunistas son agredidos, insultados y amenazados por ondear banderas republicanas y en Alicante vemos como las autoridades municipales no paran de poner impedimentos a los trabajos de la Comisión Cívica por la Recuperación de la Memoria Histórica, de la que forman parte diversos intelectuales alicantinos, Esquerra Unida, el Partit Comunista del País Valencià, asociaciones de rescate de la memoria histórica (AGEMAHA), CCOO, UGT o el PSOE entre otros. El ayuntamiento de Alicante, gobernado por el PP, no dio permiso para colocar una lápida en recuerdo de los republicanos fusilados y enterrados en fosas comunes en el cementerio municipal, pone trabas a la realización de un monumento en recuerdo a las víctimas que sufrieron en el campo de los Almendros y hace caso omiso de todas las iniciativas presentadas en este sentido.

Estamos acostumbrados a estas actitudes, pero no deja de sorprender su desfachatez y cinismo. Tras no contestar a los distintos requerimientos para realizar un homenaje a las víctimas del 25 de mayo, por sorpresa, sin avisar a nadie, ni siquiera a los grupos políticos de la oposición, el alcalde de Alicante y el concejal de Cultura se plantaron en la plaza del mercado dos horas antes de la realización de un acto de la Comisión Cívica y colocan una cutre y aséptica placa indicando que allí murieron 311 personas, pero sin hacer ninguna alusión ni al contexto histórico ni a los responsables de dicho crimen. Con ello intentan disimular, aparentar, pero eso sí, tratando de que nadie sepa lo que verdaderamente pasó.

Por suerte la sociedad alicantina no necesita de las autoridades municipales para homenajear a sus antepasados y se organizaron dos actos, uno por la mañana, a la hora en la que se produjo el bombardeo, y otro por la tarde, en el que participaron unas 1500 personas, y en el que hubo intervenciones políticas, lectura de poemas, representaciones teatrales y testimonios de personas que vivieron en directo estos bombardeos. El enorme éxito del acto fue la mejor manera de homenajear a la población civil alicantina que tanto sufrió durante la guerra y de poner de manifiesto la hipocresía de un ayuntamiento que parece solidarizarse más con los verdugos que con las víctimas, practicando la «justicia al revés» ejercida durante el franquismo.

Víctor Domínguez/Responsable Político del PCPV de l´Alacantí