La campaña Banca Armada, integrada por 9 organizaciones de todo el Estado, y el Movimiento de Solidaridad con Palestina, participó el pasado viernes (15/03) en la Junta de Accionistas del BBVA en representación de 24 accionistas críticos que previamente habían delegado el voto. Los cuatro activistas han denunciado la vinculación del banco español con la industria militar, en especial su vinculación con el genocidio que está llevando a cabo Israel contra el pueblo palestino.
Eneko Calle, interviniendo en nombre del Movimiento de Solidaridad con Palestina, declaró que el BBVA financia a numerosas empresas que operan desde, y colaboran con, los asentamientos ilegales israelíes en Cisjordania y Gaza. Añadió que el banco español financia empresas de armas que producen y venden al Estado de Israel. “Toda esta financiación les hace corresponsables y cómplices necesarios no solo de la confiscación de tierras, destrucción de hogares, desplazamiento forzoso y encarcelamiento de palestinos, sino también del genocidio que actualmente está perpetrando el proyecto sionista en Gaza.”
Desde el 7 de octubre, la ofensiva del ejército israelí en Gaza ha causado la muerte de 31.000 palestinos, entre ellos 12.500 niños, y se calcula que 1,7 millones de personas han sido desplazadas (el 75% de la población en Gaza). Los activistas han señalado la responsabilidad del banco con esta crisis humanitaria: “El informe Untenable Investments de ‘Don’t Bank on the Bomb’, publicado en febrero de 2024, muestra como el BBVA concedió, entre 2021 y 2023, más de mil millones de euros en préstamos y títulos financieros a 4 empresas armamentísticas que ahora se están beneficiando de la guerra contra Gaza.”
Destaca la financiación con 1.195 millones de euros a Boeing, empresa responsable de bombas, kits de munición, cazas F-15 y helicópteros de ataque Apache AH-64, que la Fuerza Aérea israelí ha utilizado ampliamente para cometer crímenes de guerra. También los vínculos del BBVA con General Dynamics (632 millones de euros), que suministra a Israel munición de artillería y bombas; Leonardo (261 millones de euros), que fabrica los cañones navales Oto Melara instalados en los buques de guerra Sa’ar de la Armada israelí; y, por último, Rolls Royce (57 millones de euros), fabricante de tanques usados en la Franja de Gaza.
Además, el informe Don’t Buy Into Occupation publicado en diciembre de 2023 demuestra que el BBVA, concedió entre 2020 y 2023 5.360 millones de euros entre préstamos y títulos financieros de diverso tipo a al menos a 9 empresas implicadas en la expansión de infraestructuras y construcción ilegales en TPO; la destrucción de viviendas y confiscación de tierras; y la vigilancia, el control y el aislamiento de las poblaciones palestinas.
En su turno, Magdalena López, representando a la Campaña Banca Armada, denunció la relación financiera que mantiene el BBVA con empresas fabricantes de armas nucleares, que llevan más de tres años prohibidas por el Tratado por la Abolición de las Armas Nucleares ratificado a día de hoy por hasta 70 países, pero que todavía se siguen produciendo. El Tratado además de prohibir la producción y el comercio de armas nucleares y sus componentes, también prohíbe que se asista o se ayude de cualquier forma para que esta producción y distribución se produzca.
De nuevo, el informe de “Don’t Bank on the Bomb”, vincula el BBVA a 8 empresas implicadas en la producción de armas nucleares: Airbus, Boeing, General Dynamics, Honeywell International, Jacobs Solutions, Leonardo, Rolls-Royce y Thales. La cifra suma hasta 4.027 millones de euros a través de acciones, emisión de bonos, pagarés, créditos y préstamos. “En un contexto como el que vivimos, se hace más necesario que nunca exigir que bancos como el BBVA dejen de financiar empresas que fabrican armas nucleares”, añadió la miembro de la Campaña.
La activista resaltó el récord anual de beneficios: BBVA ha ganado 8.019 millones el último año. Los activistas han pedido a los presentes que dediquen parte de los beneficios a promover el desarme y la paz. Con una advertencia: “no nos contesten que ya tienen una política de RSC en materia de defensa que aplican con mano férrea. Los datos demuestran que su política o no es aplicada o no sirve para nada de lo que se propone.”
La campaña de incidencia empresarial seguirá con acciones coincidiendo con la Junta de Accionistas de CaixaBank y Banco Santander (22/3) y del Banco Sabadell (10/4).
INTERVENCIONES COMPLETAS DE LAS ACTIVISTAS DE LA CAMPAÑA:
– Intervención de Eneko Calle aquí
– Intervención de Magdalena López aquí
La campaña Banca Armada está formada actualmente por 9 organizaciones que tienen como objetivo denunciar los vínculos de los bancos convencionales con la industria del armamento para sensibilizar la sociedad sobre la relación de estas prácticas financieras con la vulneración de los derechos humanos y los conflictos internacionales.