El gasto del Ministerio de Defensa aumenta, por primera vez desde 2008, un 1,1%, pero el gasto militar real sube al menos un 33%. Desde la llegada de la crisis en 2008 los presupuestos del Estado han contribuido a aumentar las desigualdades en la sociedad española, debido a los ajustes aplicados en aquellos ministerios destinados […]
El gasto del Ministerio de Defensa aumenta, por primera vez desde 2008, un 1,1%, pero el gasto militar real sube al menos un 33%.
Desde la llegada de la crisis en 2008 los presupuestos del Estado han contribuido a aumentar las desigualdades en la sociedad española, debido a los ajustes aplicados en aquellos ministerios destinados al ámbito social y al fomento del empleo. Así, durante estos ocho años, el Ministerio de Educación ha descendido un 22,5%, el de Sanidad un 12,9%, Cultura un 38,6% y la partida de Fomento del Empleo un 38,2%…
O aquellos otros gastos destinados a ayudar a la recuperación de la economía, como las inversiones en infraestructuras, que han disminuido un 58,2% o la investigación (I+D) civil, un 26,2%; mientras que el gasto militar sólo lo ha hecho en un 17,9%, si se tienen en cuenta todos los gastos asociados a la defensa que se encuentran repartidos por otros ministerios.
El gasto del Ministerio de Defensa de 2015 aumenta por primera vez desde 2008 un aparente 1,1%. Y digo aparente porque sólo con lo que se esconde aumenta un 33%. Y es que los responsables de los ministerios de Hacienda y Defensa hacen trampas en las cuentas, porque, a sabiendas de que el gasto final en algunas partidas militares será enormemente superior, las minusvaloran, en concreto la destinada a cubrir la factura de los Programas Especiales de Armamento (PEAS), los gastos de las misiones militares en el exterior y los recursos en I+D destinados a nuevas armas.
Respecto de los PEAS, como viene ocurriendo en años anteriores, se ha vuelto a presupuestar la cifra de 6,8 millones, cuando en los últimos tres años se han aprobado créditos extraordinarios para cubrir la factura real de esas armas: en 2012 el gasto real fue de 1.782,8 millones; en 2013, de 879,5, y en 2014, de 883,6 millones. Para 2015, y de acuerdo con la programación de pago prevista por Defensa, se tendrán que abonar alrededor de 1.000 millones por los PEAS. Entonces, ¿por qué se presupuestan tan sólo 6,8 millones? Sin duda se trata de un fraude para amañar el gasto real de Defensa, hecho que ha promovido que los partidos de la oposición PSOE, UPyD e IU hayan presentado una demanda ante el Tribunal Constitucional por incumplir la legalidad presupuestaria.
En la partida de las operaciones militares en el exterior ocurre algo similar, se consignan 14,3 millones, cuando año tras año se produce un gasto de entre 700 y 800 millones, que son aportados mediante una transferencia desde un Fondo de Contingencias.
Pero aún hay un tercer engaño. Es el referente a la I+D militar destinada a nuevas armas, que aumenta un 43,5% respecto a 2014 y alcanza los 727 millones. De ellos, 563,9 serán créditos a las empresas militares a cero interés y ligados a los PEAS concedidos desde el Ministerio de Industria y que, por tanto, tampoco suman como gasto de Defensa. Estos créditos suman desde su creación en 1996 la escandalosa cifra de 16.120 millones, que en su mayoría no han sido devueltos y que son otra trampa contable que ni Defensa ni Hacienda saben cómo resolver. Una I+D militar que contrasta con el escaso 4,8% que aumenta la I+D civil. Oro agravio para el desarrollo de la productividad y la mejora social.
En definitiva, trampas contables para amañar el presupuesto de Defensa e impedir que la opinión pública conozca el gasto militar real del Estado español y poder justificar también los ajustes practicados en los ministerios de carácter social.
Fuente: http://www.centredelas.org/es/economia-de-defensa/1533-las-mentiras-del-presupuesto-de-defensa