El Claustro de la Universidad de Valladolid, máximo órgano de representación de la misma, debatió este miércoles 25 de noviembre la propuesta presentada por Alternativa Universitaria para la adhesión de la UVa al sello Espacio Libre de Apartheid Israelí (ELAI). El punto suscitó un largo debate en el que el rectorado se mostró reticente a […]
El Claustro de la Universidad de Valladolid, máximo órgano de representación de la misma, debatió este miércoles 25 de noviembre la propuesta presentada por Alternativa Universitaria para la adhesión de la UVa al sello Espacio Libre de Apartheid Israelí (ELAI). El punto suscitó un largo debate en el que el rectorado se mostró reticente a la votación, pidiendo la retirada del punto. Frente a la negativa de Alternativa Universitaria, se pospuso el debate y la votación a una sesión continuada del Claustro convocada este martes 1 de diciembre.
El Sello ELAI representa un compromiso firme con la defensa de los Derechos Humanos, mediante la no colaboración con instituciones o personas responsables o cómplices de violaciones de los Derechos Humanos de la población palestina. Esta iniciativa, secundada por miles de organizaciones y personalidades a nivel internacional, pretende dar la voz de alarma sobre la situación de opresión que el Estado de Israel impone al pueblo palestino y en la cual tienen un papel determinante las universidades israelíes. Este sello se enmarca en la campaña de solidaridad ciudadana global, no violenta y antirracista que nace en el año 2005 en el seno de la sociedad civil palestina, con la publicación de un manifiesto firmado por casi 200 organizaciones sociales, ONG, partidos y sindicatos, tomando como referente la campaña internacional de boicot contra el Apartheid sudafricano, que fue fundamental para acabar con ese régimen racista.
Con la adopción del sello ELAI, la Universidad de Valladolid se comprometería a abstenerse de colaborar con el estado israelí, sus instituciones públicas o sus representantes oficiales en España, en cualquier proyecto de desarrollo educativo, comercial, cultural, de investigación o de seguridad. En todo caso, esta medida no se aplicaría a aquellas instituciones, empresas u organizaciones israelíes que reconozcan de forma explícita los derechos fundamentales del pueblo palestino y que condenen los ataques terroristas del estado de Israel.
En el Estado español, entidades privadas y públicas como la Diputación de Sevilla, decenas de ayuntamientos o facultades y departamentos universitarios, como la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València, ya han obtenido el sello ELAI de manos de la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP). También son miles las personas que a título individual o colectivo se han unido a la campaña de la RESCOP contra la normalización de las relaciones con un Estado como el Israelí que viola sistemáticamente los derechos humanos. En España, más de 1200 representantes del ámbito académico y 52 asociaciones, grupos de investigación y departamentos universitarios firmaron recientemente un manifiesto pidiendo el cese de toda relación institucional con el mundo académico israelí hasta que éste deje dar apoyo a la ocupación y apartheid en Palestina.
A nivel internacional, son muchas las instituciones y personalidades académicas, destacando figuras como el físico Stephen Hawking o el filósofo Noam Chomsky, que se han unido a esta campaña de solidaridad con Palestina. Así mismo, esta campaña también está siendo apoyada por distintos colectivos dentro del Estado de Israel y de la comunidad judía internacional, como la Red Internacional de Judíos Antisionistas.
Permanece aún cercano el ejemplo de miles de docentes, grupos académicos y de investigación que tomaron partido de forma directa contra un régimen racista y asesino como el de la Sudáfrica del apartheid. Fueron 496 académicos de 34 universidades británicas quienes en 1965 dieron el primer paso en este sentido, firmando un manifiesto llamando al boicot académico. Sin este gesto no se hubiera producido el movimiento internacional que derivó en la aprobación en 1980, por la Asamblea General de la ONU, de una resolución llamando a todos los Estados al boicot académico y cultural.
Frente a quien pueda pensar que asuntos como este no tienen cabida en la universidad, o que la posición de neutralidad es la más apropiada Alternativa Universitaria considera que el posicionamiento político es inherente a la propia naturaleza de la institución.
Alternativa Universitaria, que en sus veinticinco años de existencia ha apoyado activamente la lucha por la liberación del pueblo palestino y de hecho ya dispone de sello ELAI, espera que la Universidad de Valladolid no permanezca ajena a esta campaña internacional y haga honor a sus propios estatutos, en los que se compromete a promover la paz entre los pueblos y los valores de igualdad, libertad, justicia y solidaridad.