El grupo de arqueología del conflicto trabajará en los escenarios de lo que fue el frente de Madrid entre 1936 y 1939, cuando se cumplen 80 años del levantamiento fascista. Los trabajos del grupo Arqueología de la Guerra Civil Española ya han comenzado en la Ciudad Universitaria de Madrid. Este grupo especializado en arqueología del […]
El grupo de arqueología del conflicto trabajará en los escenarios de lo que fue el frente de Madrid entre 1936 y 1939, cuando se cumplen 80 años del levantamiento fascista.
Los trabajos del grupo Arqueología de la Guerra Civil Española ya han comenzado en la Ciudad Universitaria de Madrid. Este grupo especializado en arqueología del conflicto y capitaneado por el investigador Alfredo González-Ruibal, científico titular del Instituto de Ciencias del Patrimonio -con base en Santiago de Compostela y vinculado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-, excavará durante todo el mes de julio en el frente fue todo un frente de batalla estable durante tres años.
Su misión será investigar, conservar, divulgar y recordar lo que pasó en estas antiguas trincheras, cercanas hoy a las autopistas M-30 y A-6.
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Durante el mes de julio los arqueólogos estudiarán diversos escenarios en la Ciudad Universitaria y Casa de Campo, coincidiendo con el año en que se cumple el 80 aniversario de la sublevación militar fascista.
Cráteres, trincheras y bunkers se encuentran en este área, donde se vivieron algunos de los episodios más cruentos de la contienda, en la que fue la primera ciudad europea en ser sitiada por un ejército industrializado.
Los responsables de las excavaciones han hecho un llamamiento hoy a la colaboración de la ciudadanía y «excavar también en la memoria y desenterrar las historias de los que vivieron la guerra y la inmediata posguerra en esta zona de Madrid» haciendo entrevistas «tanto a personas que vivieron los hechos de primera mano como a los hijos e hijas, sobrinas y nietos». Uno de los miembros del equipo, Carlos Marín Suárez, en colaboración con la antropóloga Lee Douglas, de la Universidad de Nueva York, serán los encargados de esta tarea.
El equipo de González-Ruibal ya había trabajado en la zona años antes. Además, han realizado excavaciones similares en escenarios del frente del Ebro, así como en Guadalajara y diversos puntos de Aragón.