Sobre cómo un sistema que promueve el Feminicidio busca ocultar a las víctimas.
Confesó el asesino de Diana Quer: la atropelló y subió viva a su auto para abusar de ella. Diana es otra víctima de la violencia de género, otra víctima del Feminicidio galopante a nivel mundial: y lo es, aunque las autoridades y las leyes digan que «no fue» víctima de violencia de género.
Porque la ley absurdamente preconiza que si la víctima no era pareja (o lo había sido) del agresor, «no se considera violencia de género»: indignante, «La Ley».
Tras dolorosos días de búsqueda, en que los medios buscaron culpabilizar a Diana de su desaparición, aduciendo que era «problemática», o que su madre se había divorciado (¿crímen?), aparece su cadáver. ¿Y ahora resulta que su violación y asesinato «no son considerados crímenes de violencia de género»?.
Es aberrante que las instituciones excluyan a miles de crímenes de la constatación del Feminicidio: a estos crímenes de violencia de género los quieren ignorar las instituciones de una sociedad que no quiere reconocer que el machismo está omnipresente, y es implementado por los productos culturales de este sistema: películas, publicidad, video juegos, etc.
Los productos que genera la industria cultural del Capitalismo rezuman machismo: dado que el machismo, como el clasismo y el racismo, son pilares fundamentales de la superestructura cultural que sostiene al sistema capitalista. Por lo tanto, los niveles de agresividad contra las mujeres son una cuestión sistémica.
Las instituciones prefieren reducir el Feminicidio a una cuestión de «pareja», cuando claramente no se reduce a eso, porque el problema es que los hombres conceptualicen a las mujeres como cosas, siempre con una profunda misoginia, la que alientan y difunden constantemente los diferentes medios de alienación masiva funcionales al mantenimiento del Capitalismo (mass-media, religiones, etc).
Hace unos días escribía lo que viene a continuación, y ante la muerte atroz de Diana, espejo de miles de nosotras, quiero hacer hincapié: «El patriarcado está sólidamente promovido por la superestructura del capitalismo: legitimando y normalizando siempre al machismo y sus aberrantes crímenes, porque forma parte de la jerarquización necesaria para el mantenimiento de un sistema de privilegios y de exclusiones concatenadas. La degradación y cosificación de la mujer, promovida por los medios de alienación masiva, encuentra su más horrible expresión en el Feminicidio.
La Dictadura del Capital fomenta cada día el incremento del Feminicidio: es una cuestión sistémica, no de «locos» aislados.
Hay que señalar todas las responsabilidades del feminicidio: los futuros asesinos feminicidas están siendo cada día aleccionados en el irrespeto a la mujer, en la cosificación de la mujer. Sin duda, entre las promociones más aberrantes de la violencia contra las mujeres, encontramos al porno y a la prostitución, que es la cosificación absoluta de un ser humano. Los medios, propiedad de grandes capitalistas, buscan normalizar las explotaciones más aberrantes como el «alquiler de vientres» o la prostitución: usando incluso, para defender las prácticas cosificadoras, los discursos más cínicos plastificando palabras como «libertad»…
Cuando está claro que es la Dictadura del Capital la que dicta las seudo » libertades» o » elecciones» de las mayorías empobrecidas. Por ello es que la mayoría de mujeres prostituídas procede de países empobrecidos (países empobrecidos por el saqueo que perpetran las multinacionales que capitalizan sobre la destrucción de montañas y ríos, y sobre la explotación de los seres humanos).
A esas mujeres muchas veces no les queda otra «elección» que dejar a sus hijos morir de física hambre, o prostituirse. Los capitalistas se aprovechan de la precarización de las condiciones de vida (que ellos mismos precarizan) para ampliar su cantera de esclavizables. Cada día, los grandes capitalistas degradan más el planeta, y esclavizan y cosifican a más seres vivos»(1).
La alienación machista causa cada vez más víctimas, mientras las instituciones de Estados al servicio del Capital, buscan aminorar la percepción de esta terrible realidad. Diana Quer, como miles de víctimas de la violencia machista, seguirá viva en todas las mujeres que luchamos por frenar el Feminicidio. No las podrán invisibilizar totalmente, por más cinismo que desplieguen.
Las mantendremos vivas en la lucha por una sociedad más justa, en la lucha por salir de este sistema que promueve la violencia, las guerras imperialistas, el consumismo, el racismo, el machismo…
Las mantendremos vivas en nuestra lucha por construir un sistema social diferente al actual, un sistema en el que la ternura podrá caminar a cualquier hora del día o de la noche, por cualquier calle del mundo, sin preocuparse de sucumbir víctima de un ejecutante de la misoginia.
#NiUnaMenos
NOTA: (1) «Apuntes sobre el Feminicidio.» http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235933