La cumbre del clima de la ONU COP22 en Marruecos y una simbólica Tierra sonriente (foto: ANSA) MARRAKECH, 15 NOV – La conferencia sobre el clima Marrakech COP22 se puso hoy al rojo vivo, con la apertura de la Asamblea de los países firmantes, la CMA1, donde los líderes políticos y los ministros tienen […]
La cumbre del clima de la ONU COP22 en Marruecos y una simbólica Tierra sonriente (foto: ANSA)
MARRAKECH, 15 NOV – La conferencia sobre el clima Marrakech COP22 se puso hoy al rojo vivo, con la apertura de la Asamblea de los países firmantes, la CMA1, donde los líderes políticos y los ministros tienen que decidir qué hacer para poner en práctica los objetivos del Acuerdo de París. Pero bajo la carpa del centro de convenciones Bab Ighli, donde se da la bienvenida a la multitud de delegados, hay un convidado de piedra: el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que podría impulsar a su país a salirse del pacto parisino y socavar los esfuerzos del resto del mundo para reducir los gases de efecto invernadero.
Después de las bromas entre los jefes de Estado y delegados, después de la foto del grupo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, se puso serio y aseguró que «el camino recorrido no se puede detener» y que el Acuerdo de París «tiene el mayor número de suscripciones». Un tratado con 109 firmas.
Y acotó: «La mayoría de los estados que forman los Estados Unidos ha dado cuenta de la urgencia con los problemas relacionados con el cambio climático. Estoy seguro de que el nuevo presidente no puede ignorarlos, no puede dejar de comprenderlos».
El ambiente entre los cientos de delegados en la sala, sin embargo, no es relajado. En la carpa central de Bab Ighli y por encima de todo, emerge el miedo sobre lo que pueda hacer la administración Trump. Es que el republicano puede encontrar un resquicio para salir del acuerdo climático, firmado por 196 países y ratificado hasta ahora por 109 (incluso por Estados Unidos), el 75% del total de los que generan gases de efecto invernadero.
El presidente francés, Francois Hollande, fue categórico en defender «su» tratado. «El Acuerdo de París es irreversible, los Estados Unidos debe respetar tal derecho. Quiero creer que Trump no va a tomar las decisiones anunciadas durante la campaña presidencial. Sería el primero en aceptar todos los riesgos, ya que las primeras víctimas serían las empresas de Estados Unidos» disparó el mandatario francés.
Mañana, el secretario de Estado de la administración de Barack Obama, John Kerry hablará aquí. Y el mismo día se intentará abordar la espinosa cuestión del Fondo Verde para el Clima, el fondo compartido de 100 mil millones de dólares al año para financiar la la lucha contra el calentamiento global.
El anfitrión de esta COP22, el rey Mohammed VI de Marruecos, reiteró solemnemente: «Lo que está en juego es la existencia del hombre. Y por lo tanto, nuestro deber común es trabajar de la mano, juntos, para proteger a la humanidad».
Italia está representada por el ministro de Medio Ambiente, Gian Luca Galletti, quien tampoco pudo dejar de hablar de Trump.
«En lugar de preocuparse, no hay que esperar a lo que haga, pero soy optimista, Trump verá la prueba de los hechos. Esta mañana hubo una gran determinación, sobre todo por parte de países como China y Brasil, para avanzar en el camino indicado por el acuerdo de París. Y eso es muy tranquilizador», afirmó el italiano.
El mismo papa Francisco, desde Roma, invitó a los delegados a actuar «sin retrasos» liberándose de la «presión política y económica». Flavia Bustreo, de Mundo Salud, reafirmó que el calentamiento global causará 250.000 más muertes por enfermedad por año entre 2030 y 2050, mientras el Proyecto de Divulgación del Carbono estima que la sequía, la contaminación y inundaciones tendrán un costo en los negocios 14 mil millones de dólares en 2016. En tanto, Marruecos y Alemania alientan una alianza de Marrakech que involucre a 42 países del Norte y del Sur del mundo, para ayudar con dinero y know-how a los más pobres para alcanzar sus objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero. (ANSA).