El funeral del falangista Utrera Molina vuelve a poner de manifiesto las simpatías del exministro hacia la dictadura de Francisco Franco
A las 09.20 de la mañana del 2 de marzo de 1974, el verdugo llamado Antonio López Sierra mató mediante la técnica de garrote vil a Salvador Puig Antich en la sala de paquetería de la prisión Modelo de Barcelona. Militante anarquista antifascista, estaba acusado de disparar las balas que mataron al subinspector de policía Francisco Anguas Barragán. Fue condenado a la pena capital «por la muerte de un funcionario público por razones políticas». En toda Europa, incluida la Santa Sede, diversos mandatarios políticos y movimientos a favor de los derechos humanos habían pedido su indulto. Entre los firmantes de aquella orden de ejecución se encontraba José Utrera Molina. En enero del mismo año, había sido nombrado secretario general del Movimiento.
Más de cuarenta años después de aquella ejecución, el 31 octubre 2014, la jueza argentina María Servini dictó orden de detención internacional basándose en el principio de justicia universal contra, entre otros cargos de la dictadura franquista, Utrera Molina. En su caso, por su participación en la muerte de Puig Antich. La justicia española, sin embargo, hizo oídos sordos a la petición de extradición, al igual que con José Antonio González Pacheco, Billy el Niño, y el guardia civil Jesús Muñecas, imputados ambos por delitos de torturas.
El pasado sábado 22 de abril, durante el funeral de Utrera Molina, España vivió un nuevo acto de exaltación fascista. Sería uno más, como los que cada 12 de octubre se viven en diversas capitales, si no hubiera participado el exministro de Justicia del Partido Popular, exalcalde de Madrid y expresidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Pero participó. Cargaba a hombros el féretro del franquista cuando, tras la misa, ya en la calle, a la salida de la Iglesia de San Miguel de Nerja, los asistentes se lanzaron a cantar el Cara al Sol con el brazo derecho en alto, homenajeando al muerto con el saludo fascista, lanzando vivas al dictador Francisco Franco y a José Antonio, y demás parafernalia ultra.
En el vídeo que recoge el momento a la salida de la iglesia se puede ver el recogimiento de Ruiz-Gallardón mientras los asistentes entonan el Cara al Sol con el brazo en alto:
Vídeo de la exaltación fascista
Como explica el abogado Eduardo Ranz, especialista en memoria histórica, se trata de una acción que va contra la ley: «Es ilegal si se lleva a cabo en un espacio público», apunta. «Vulnera la Ley de Memoria Histórica«. Sin embargo, resulta difícil, si no imposible, iniciar acciones legales. «El problema está en contra quién actuar», explica Ranz, «no sabemos a quién dirigir la acción legal». Pese a todo, las Juventudes Socialistas de España sí han denunciado el hecho ante la Fiscalía.
Las acciones legales que Ranz iniciará son para que se le retiren a José Utrera Molina todos los honores y distinciones recibidos. Tal y como explica el letrado, el Código Civil especifica que dichas distinciones son vitalicias, «o sea, mientras el distinguido esté vivo». Por lo tanto, urge a las instituciones que lo condecoraron a iniciar los procedimientos necesarios para retirárselos.
Un ejemplo para Gallardón
Alberto Ruiz-Gallardón fue ministro de Justicia del Gobierno de Mariano Rajoy (2011-14), alcalde de Madrid (2003-11), presidente de la Comunidad de Madrid (1995-2003), y secretario general de Alianza Popular, hoy llamada Partido Popular, partido fundado por el exministro franquista Manuel Fraga, además de diputado y senador en las Cortes Generales. Se casó con María del Mar Utrera, hija del exministro de la dictadura que firmó la pena de muerte de Puig Antich, la última ejecutada por el régimen de Francisco Franco.
La participación de Ruiz-Gallardón en la algarada ha aparecido en diversos medios de comunicación. Sin embargo, no era la primera vez que el político del PP alababa el franquismo del que hacía gala su suegro.
En una entrevista concedida al programa España en la memoria, de la cadena Intereconomía, el político del PP afirmó:
«José Utrera es una de las personas más extraordinarias que yo he conocido en mi vida. Lo admiro, le quiero y, además, creo que, por encima de todo, más allá de coincidencias o diferencias ideológicas, es, para una persona que se dedica a la política, el modelo de lealtad, modelo de integridad, el modelo de mantener tus convicciones por encima de cualquier beneficio o perjuicio personal. Yo no he visto a nadie que, en política, haya dado más a cambio de menos y que lo haya dado con un entusiasmo, con unas convicciones que no han sido capaces de romper las deslealtades que le han acompañado una parte de su vida, cuando ejerció responsabilidades de gobierno, ni los oportunismos que muchos que decían que pensaban lo mismo que él, pero que rápidamente se adecuaron a circunstancias sin duda personalmente mucho más favorables. Y él, sabiendo que cumplir su compromiso consigo mismo le iba a costar la soledad política y el abandono del espacio de oportunidad que otros muchos han aprovechado, sin embargo, mantuvo, ha mantenido y mantiene a día de hoy siempre firmes sus ideas, sus convicciones».
Dicha intervención tuvo lugar el 19 de mayo de 2012, siendo Alberto Ruiz-Gallardón ministro de Justicia del Gobierno de Mariano Rajoy. Entonces, como queda patente en el párrafo anterior, el ministro alababa que Utrera Molina siguiera siendo un franquista, defensor todavía en aquella época de «los valores» de la dictadura. No como otros, «que decían que pensaban lo mismo que él, pero que rápidamente se adecuaron a circunstancias sin duda personalmente mucho más favorables», o sea, la democracia.
En cuanto a que el franquista haya sido para Gallardón «modelo de lealtad, modelo de integridad», habla por sí solo.
Intervención de Gallardón glosando la figura de Utrera Molina
Sobre el enconado franquismo de Utrera Molina, miembro del patronato de la Fundación Francisco Franco, caben pocas dudas, y por si las hubiera, él mismo se ocupó de despejarlas con su libro Sin cambiar de bandera (Ed. Planeta, 2008 ed revisada).
En el blog Arriba que publica uno de los ocho hijos del difunto, Luis Felipe Utrera escribió el mismo día 22: «Te has ido como soñaste: cara al sol, mirando al mar y sin cambiar de bandera, (…) Hoy te hemos puesto tu camisa azul y tus flechas para que ocupes el puesto que te corresponde sobre los luceros. Sobre tu cuerpo, tu bandera, la que juraste un día defender y has honrado hasta el último día de tu vida limpia y ejemplar. España está en deuda contigo.»
Estos hechos han vuelto a evidenciar las ligazones de miembros del Partido Popular con la dictadura franquista, solo cuatro meses después de que la Fundación Francisco Franco premiara al secretario provincial del PP de Badajoz y diputado de la Asamblea de Extremadura, Juan Antonio Morales, al alcalde de Guadiana del Caudillo (Badajoz), Antonio Pozo (PP), y la alcaldesa de Alberche del Caudillo (Toledo), Ana Rivelles (PP), por incumplir la Ley de Memoria Histórica y honrar al dictador.
En cuanto a las inclinaciones de Alberto Ruiz-Gallardón, hasta su padre las tenía claras. Así lo contó Gregorio Peces-Barba en un artículo en El País (21/02/2012):
«Durante mi etapa de presidente del Congreso tuve siempre una buena relación con José María Ruiz-Gallardón, el hombre de confianza de Fraga en temas de Derecho y de Justicia. Era competente y colaborador. Muchas veces nos encontrábamos a última hora de la tarde al salir del Congreso. Siempre cuando coincidíamos teníamos un agradable intercambio de palabras y a veces más que eso. Un día le dije medio en broma, medio en serio: «Con lo conservador que eres, cómo te dejas explotar por Fraga». Me contestó eludiendo la respuesta directa: «¿Conservador yo?, tenías que conocer a mi hijo Alberto. Ese sí que es de derechas».»
Fuente: http://ctxt.es/es/20170419/Politica/12330/Gallardon-Utrera-molina-franquista-funeral-cara-al-sol.htm