Francia lideraba el lunes los esfuerzos para convencer a Estados Unidos de permanecer en el Acuerdo de París sobre cambio climático, del cual el Gobierno Trump insiste en retirarse. «Tomamos nota de las declaraciones del presidente (Donald) Trump sobre su intención de no respetarlo, hasta ahora no se ha tomado ninguna medida, todavía podemos esperar […]
Francia lideraba el lunes los esfuerzos para convencer a Estados Unidos de permanecer en el Acuerdo de París sobre cambio climático, del cual el Gobierno Trump insiste en retirarse.
«Tomamos nota de las declaraciones del presidente (Donald) Trump sobre su intención de no respetarlo, hasta ahora no se ha tomado ninguna medida, todavía podemos esperar a convencerlo», dijo el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, en una rueda de prensa en la sede de la ONU, en vísperas del inicio de la Asamblea General.
«Es necesario que la presión internacional sea fuerte y que no detengamos la implementación del acuerdo», agregó, recordando que el presidente francés Emmanuel Macron convocó una cumbre sobre el clima para el 12 de diciembre en París.
El fin de semana, durante una reunión de ministros de medio ambiente de 30 países en Montreal (Canadá), un responsable europeo declaró que Estados Unidos aparentemente estaba suavizando su postura sobre el Acuerdo de París, abriendo la puerta a una revisión de las condiciones en que podría comprometerse.
Sin embargo la Casa Blanca reiteró a través de su portavoz que se retirará del pacto a menos que los términos sean más favorables a los intereses de Estados Unidos.
Este lunes, durante un desayuno de ministros de medio ambiente en Nueva York con el asesor económico de Trump, Gary Cohn, la posición de Estados Unidos se reafirmó «muy claramente», indicó un funcionario de la Casa Blanca.
Trump, cuyo Partido Republicano tiene fuertes lazos con la industria de combustibles fósiles, asegura que el acuerdo es injusto para la economía estadounidense.
Al desayuno con Cohn fueron ministros de energía de «países aliados y socios de Estados Unidos», según este funcionario, que no detalló qué naciones estuvieron representadas.
Luego del azote de los huracanes Harvey e Irma -eventos más violentos por el calentamiento global, según los científicos- los observadores han especulado sobre un cambio de postura de Washington.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, dijo el lunes que no hay tiempo que perder y que desde 2008 más de 20 millones de personas han sido desplazadas por inundaciones, tormentas u otros eventos extremos ligados al cambio climático.
«En París estuvimos a la altura de un desafío mundial. Ahora tenemos un desafío aún mayor: aumentar la ambición y mantener el rumbo», dijo Guterres.
Fiel a su promesa electoral, Trump anunció el 1 de junio la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París para limitar el calentamiento global, firmado en diciembre de 2015 por 195 países en la capital francesa. Solo Nicaragua y Siria quedaron fuera, el primero por querer un acuerdo más estricto, el segundo por la guerra.
Sin embargo la notificación oficial de retirada no podrá tener efecto antes de los tres años de la entrada en vigor del Pacto, efectiva desde el 4 de noviembre de 2016. A eso le sigue un preaviso de un año para poder abandonarlo realmente.
– Acción a nivel local –
Jerry Brown, el gobernador de California, el estado más poblado de Estados Unidos, participó el lunes en una reunión sobre el clima convocada por Guterres y ha llamado a un encuentro de actores no gubernamentales sobre el clima para el próximo año.
«Estados Unidos no es manejado por Donald Trump», dijo Brown.
«Somos un país con varios centros de poder y movilizar a los que no están controlados por el presidente es todavía una meta muy poderosa, que vale la pena», añadió.
El exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que es actualmente el enviado especial de la ONU sobre ciudades y cambio climático, bromeó sobre la posición estadounidense: «Estamos dentro, estamos fuera, estamos dentro, estamos fuera».
Pero Bloomberg dijo que incluso sin apoyo de Trump el país aún podría cumplir con las metas de reducción de emisiones contaminantes fijadas durante el gobierno Obama.