Nos dicen que las grandes empresas ubicadas en Catalunya huyen de la quema, y están ya haciendo las maletas para abandonar Barcelona en masa si el pueblo catalán libre, culto y soberano, pone las urnas y vota pacíficamente su referéndum pro independencia. Es sabido que los inversores, y las grandes empresas buscan la estabilidad y […]
Nos dicen que las grandes empresas ubicadas en Catalunya huyen de la quema, y están ya haciendo las maletas para abandonar Barcelona en masa si el pueblo catalán libre, culto y soberano, pone las urnas y vota pacíficamente su referéndum pro independencia. Es sabido que los inversores, y las grandes empresas buscan la estabilidad y seguridad en los tiempos críticos y de mudanza, pero no todos los empresarios son iguales ni lo fueron ni lo serán. He conocido y conozco más de uno, una, que por encima de todos los credos y banderas anteponen el SER y la dignidad, los valores universales de la defensa de la tierra, el amor y la libertad. Son los/as que no se espantan y abandonan el barco, todo lo contrario, y les cueste lo que les cueste hacen frente a todos los avatares y contratiempos sobrevenidos buscando en toda circunstancia y lugar el necesario y sensato dialogo de las partes en litigio para llegar a un acuerdo valido y satisfactorio para todos sin volar los puentes ni romper las relaciones.
Ante el órdago del Referéndum de Cataluña, Rajoy y Rivera ejercen de bomberos pirómanos al cerrarse en banda, plantarse y utilizar la razón de la fuerza de su sacrosanta LEY, eterna, firme e inmutable a todos los cambios científicos-culturales y socio-políticos. A Puigdemont, Junqueras y la CUP les han sitiado y no les dejan hacer un referéndum pactado y con todas las de la ley, creíble para ser validado ante Madrid, Bruselas y el Mundo. Cuasi vencidos, que no humillados, por el peso de esa LEY obsoleta que en el 78 lo ató y dejó todo atado y bien atado. Aunque la última palabra siempre la tiene y la tendrá la voluntad y los actos del pueblo soberano, hoy, lo más inteligente, quizás sea que los independentistas abandonen la idea de un referéndum sin garantías e inviable, que abonará aún más la fractura económica, social y política en la Piel de Toro. Al mismo tiempo, Rajoy, el corto, debe de presentar la irrevocable dimisión de su gobierno por echar gasolina al fuego de Cataluña y convocar de inmediato elecciones. Sería todo un gesto de agradecer, el sacrificar su increíble torpeza y desmesurado ego por amor y lealtad a España. Y hacerlo, antes que despierten y espabilen el PSC de Iceta y el PSOE de Pedro Sánchez que han de dejarse de cuentos y de medias tintas por miedo cerval al dios y a los tahúres del Guadalquivir: Felipe González y los Guerra, Barrionuevo, Corcuera, Ibarra, Bono, Chaves-Griñan… y la Susanita Díaz. El PSC y el PSOE no pueden seguir poniéndole la cama a Rajoy y pagando luego sus platos rotos en España y en Cataluña.
Rajoy ¡dimisión! y Puigdemont, stop al referéndum
El PSOE debe asumir su papel político y responsabilidad histórica para que los independentistas de Cataluña puedan frenar y parar ahora el tren, y celebrar en Enero del 2020 un verdadero Referéndum sin amenazas ni violencias institucionales, con todas las garantías democráticas, y ver de salvar todos la dignidad e identidad propia y cuanto de positivo nos une, que no es poco, para mantener la deseable unidad de la España Plurinacional, solidaria y democrática, núcleo de la futura Federación Ibérica. Lo que resulta impensable y será imposible sin dar hoy el primer paso, echar de la Moncloa con una moción de censura, al máximo promotor (después de Franco) del choque de trenes y la desafección de Cataluña. Lo primero es evitar lo evitable y sacar España (entre todos) de la ciénaga de la corrupción donde nos han metido los profesionales del mangoneo, expertos en el yo hago poco y toco mucho. Hoy, los acontecimientos se encadenan y precipitan, y unos y otros nos lo están poniendo muy feo, necesitamos todas las manos que aman a España y a Catalunya para pararles los pies a la sinrazón de todas las cabras y los machos cabríos. Hemos sumar nuestra voz al clamor que se levanta pidiendo menos leyes y amenazas, y más dialogo franco y sincero, más respeto y amor por y para Catalunya y España.
Está es una cuestión de todos, sean obreros o empresarios, estudiantes o funcionarios, sean rojos o azules, que no es cuestión de siglas de quita y pon, de España o de Catalunya. Está es una cuestión vital para todos. Si mañana nos dejan Barcelona y Bilbao, cierto, nos quedará aun Madrid y Toledo, La Alhambra y la poesía de Granada, el duende y la alegría de Sevilla, las naranjas y la horchata de Valencia, pero que nadie se engañe sin Catalunya y Euskadi, España se nos cae de bruces, y no hay PP- PSOE ni DIOS que la levante, siendo inviable como estado, social, política y económicamente. El estado no es ni debe ser otra cosa que una gran familia, la suma de todas las familias libres y felices con igualdad de derechos y deberes para crecer y realizarse unidas por AMOR. Sin miedo alguno a quienes exigen el acatamiento debido y la total sumisión a las leyes que unen a los bueyes mansos bajo el yugo, arando los olivares de los Duques… y de los Reyes… Y si por suerte las leyes de España no son las de Arabia Saudita, hemos de reconocer con pena y vergüenza que nuestra casta política no es modelo de decencia y respeto, ni de democracia.
Por encima de todo juicio de valor, está la opinión y los derechos de las minorías en toda nacionalidad y estado, está la defensa de los valores universales: el amor y la vida, la paz y la libertad, la tierra y el agua. España precisa hoy de políticos abiertos e inteligentes para escuchar y ver que somos un mosaico de pueblos y culturas, lenguas y naciones, y todas han de ser iguales siendo diferentes para lograr la concordia de la plural y diversa España Plurinacional: de Bécquer y Espronceda, Antonio Machado y León Felipe, García Lorca y José Hierro, de Ausias March y Salvador Espriu, Curros Enríquez y Rosalía de Castro, Gabriel Celaya y Blas de Otero, Esteban Urkiaga «Lauaxeta» y Xabier de Lizardi. La España amada y deseada, posible, cosmopolita y peregrina, abierta a todos los vientos, la España culta y laboriosa, democrática y solidaria, donde Euskadi, Galicia y Catalunya, Andalucía y Canarias… puedan SER y SEAN, hallado su libre encaje, sin que nadie ejerza el ordeno y mando ni les ningunee y pise el callo a lo largo y ancho de La Pell de Brau.
Olivier Herrera Marín. Presidente de POETAP (Poetas de la Tierra y Amigos de la Poesía).
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