Mi compañera no sale de su asombro. Yo tampoco. Nos parece inaudito. Inimaginable, casi imposible. Con las falsedades y manipulaciones innumerables del clan familiar Pujol-Ferrusola pensábamos que habíamos llegado a algún límite de todos los límites. Pero no, nos hemos equivocado de nuevo. En estos últimos años, la realidad supera siempre que puede (y puede […]
Mi compañera no sale de su asombro. Yo tampoco. Nos parece inaudito. Inimaginable, casi imposible.
Con las falsedades y manipulaciones innumerables del clan familiar Pujol-Ferrusola pensábamos que habíamos llegado a algún límite de todos los límites. Pero no, nos hemos equivocado de nuevo. En estos últimos años, la realidad supera siempre que puede (y puede siempre) la ficción desbordada y la imaginación más especulativa.
El asunto de esta próxima semana: la Intersindical-CSC ha convocado una huelga general en Cataluña el miércoles 8 de noviembre. Antes habían convocado, ¡lo nunca visto en la historia sindical y obrera de Cataluña!, siete, ocho o diez días de huelga – una no puede precisar más y no sé si al final desconvocaron, creo que sí- que nadie siguió.
Las razones de esta nueva convocatoria según la «Intersindical» convocante:
1. Es, en primer lugar, «en respuesta a la precariedad instaurada en el mundo laboral a través de las sucesivas reformas laborales». ¿Ahora, en estos momentos? ¿Un nuevo ataque, una nueva agresión, una nueva contrarreforma contra las clases trabajadoras?
Recuérdese, por otra parte, los partidos responsables de esas contrarreformas obreras -PP, PSOE- y los apoyos conseguidos en las filas de CiU, el actual PDCat, una de las piezas claves del movimiento secesionista.
2. En rueda de prensa celebrada e l viernes 3 de noviembre , el secretario general del sindicato convocante , Carles Sastre i Benlliure, el autor de Parla Terra Lliure, Barcelona , Edicions el Jonc, 2009 (puede verse su biografía en Wikipedia), explicó que la huelga pretende reivindicar además derechos laborales perdidos y aseguró q ue «razones para una huelga general no faltan». F ue capaz de decir además , así lo dijo sin cortarse ni un pelo , que la convocatoria no tenía nada que ver con el contexto político. Nada es nada… es decir, todo como se imaginan y pueden ver a continuación.
3. Acompañado de uno de los responsables de la Intersindical-CSC, Marc Sallas, y del miembro de la red sindical por la independencia, Juanjo Morales, obsérvese la compañía (todos hombrecitos por cierto), Sastre remarcó que la huelga general «quiere ser una respuesta al empobrecimiento de la clase obrera a causa de los bajos sueldos imperantes». Clase obrera, para él, es clase obrera catalana. Los demás no cuentan. ¿Los sueldos imperantes tendrán algo que ver con sectores empresariales del ámbito secesionista? ¿Necesitamos ejemplos?
4. Además de estas reclamaciones, Sastre llamó a sumarse a la huelga general para pedir la derogación del «Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros para facilitar la movilidad empresarial en el territorio español». Como han leído: contra el decreto de movilidad empresarial. ¿Conocen algún precedente de un sindicato obrero formulando este tipo de reivindicaciones?
En la misma rueda de prensa, la Intersindical-CSC anunció que, junto a la sectorial de Administración Pública de la ANC (los dioses nacionalistas los crean y ellos se juntan), iniciará este lunes una campaña en contra de la aplicación del artículo 155 de la Constitución: asambleas informativas en los centros de trabajo, repartición de propaganda, tal vez puedan organizar alguna movilización. Todo muy «clase obrera» como pueden ver. Nada que ver con el nacionalismo.
Hasta el momento se ha sumado la USTEC, con todo el secesionismo del que es capaz y es mucho. La CGT ha dado libertad de acción o algo similar a sus afiliados y afiliadas (¡no, compañeras, no!). Por el momento, ni CCOO ni UGT ni USO han convocado. ¡Un poco de sensatez siempre permite respirar un poco!
No hace falta más. Ya captamos los compases y el tono general.
¡Qué vergüenza! Quina cara! Que sindicatos que se dicen obreros, pongan lo que llaman Patria -de algunos, de los colectivos secesionistas- por encima de todo, de la dignidad, de la fraternidad, de la solidaridad y de la justicia, indica a las claras las coordenadas en que muchos quieren situarnos, en donde muchos quieren situar a la ciudadanía trabajadora catalana. Las coordenadas del desastre social, de la falta de autonomía, del disparate y ensoñación nacionalistas que tanto mal nos está haciendo (y nos puede seguir haciendo). El querer convertirnos en serviles lacayos de los deseos y finalidades del sector secesionista de las clases dominantes (y fieles aliados) catalanas. En fin, de su guerra, de su combate impío por el poder sea como sea y a costa de quien sea (menos de ellos mismos).
¡Ya está bien, ya está bien de falsedades y de manipulaciones! ¡Hasta aquí estamos! No en nuestra nombre ni en el de millones de trabajadoras catalanas y españolas.
No somos tontas, no somos idiotas. Sabemos muy bien a qué dictados responden este tipo de convocatorias. ¡Qué muro-Estado, que nos separe del resto de las trabajadoras españolas, pretenden abonar transitando siempre al borde del abismo! Todo les vale: el engaño, la mentira, la manipulación, lo que sea. Incluso (mal)usar valores, lenguaje y procedimientos de las tradiciones obreras.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.