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La ratonera

Fuentes: El Economista

La ratonera, la obra más importante de Agatha Christie, que desde 1952 se sigue representando ininterrumpidamente en Londres, es la historia de unos personajes que, aislados por las inclemencias del tiempo, van siendo asesinados uno tras otro sin que nadie pueda escapar del edificio en el que tienen lugar los hechos. Mariano Rajoy, la Justicia […]


La ratonera, la obra más importante de Agatha Christie, que desde 1952 se sigue representando ininterrumpidamente en Londres, es la historia de unos personajes que, aislados por las inclemencias del tiempo, van siendo asesinados uno tras otro sin que nadie pueda escapar del edificio en el que tienen lugar los hechos.

Mariano Rajoy, la Justicia española, el Parlament y el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, han caído en una ratonera montada por la impericia y falta de talla política del actual presidente del Gobierno. Es más que probable que Puigdemont sea elegido de nuevo Presidente de la Generalitat. Sobre él cae la amenaza de ser detenido si pisa suelo español. ¿Cómo se resuelve ese problema que conducirá, sin duda, a una mayor radicalización en la confrontación catalana?

Mariano Rajoy no quiso abordar el problema catalán políticamente. A través del Fiscal General del Estado instó a los tribunales a intervenir y la Audiencia Nacional con su autonomía (lo de la independencia del Poder Judicial es, hoy por hoy en España, una figura tan solo retórica) y su sensibilidad ideológica poco atemperada por la prudencia, hicieron el resto. La utilización del artículo 155 como mera excusa para aplicar medidas no contenidas en el mismo, acabó por crear la atmósfera de Santa Cruzada que propició la imputación de rebelión y sedición junto con una inusitada celeridad para encarcelar al vicepresident y a otras personas más que formaban parte del Gobierno catalán. La Orden Europea de Detención contra Carles Puigdemont puso finalmente la guinda al pastel.

Que la imputación fue un despropósito se encargaron de evidenciarlo el Tribunal Supremo que marchó por otros derroteros y la Justicia belga que se mostró renuente a la petición basándose en serias y consistentes dudas sobre el procedimiento que se le podría aplicar al expresident y sobre todo porque calificar de sedición y rebelión los hechos ocurridos en Cataluña era algo bastante incomprensible para la Justicia belga y para el sentido común, añado. La retirada de la Orden por parte de la Justicia española fue una clara evidencia de la ligereza con la que se plantearon las acusaciones previamente.

La Justicia española sigue su curso y podrá detener a Puigdemont si pisa territorio español para ser investido por un parlamento democrático tras unas elecciones democráticas. ¿Qué hará el Gobierno entonces? ¿Qué resortes puede mover? Y sobre todo, ¿qué harán los votantes catalanes y el Parlament elegido por ellos? ¿Qué hará el propio Puigdemont?

Todos ellos, junto con la Justicia, han sido atrapados en la misma ratonera que la escritora Agatha Christie narró en su obra hace ya más de medio siglo.

Artículo publicado originalmente en El Economista

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.