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Inquisición, corrupción, franquismo, No-Do… la caspa (perdón, marca) «España» en su cénit

Fuentes: Rebelión

A quien considere dura o exagerada la primera palabra del artículo le invito a darse una vuelta por las tres páginas del auto de la juez Valle Elena Gómez Herrera (Juzgado de lo Penal número 1. Jaén) que ha condenado a 480 euros a un joven jienense por hacer un montaje con la cara del […]

A quien considere dura o exagerada la primera palabra del artículo le invito a darse una vuelta por las tres páginas del auto de la juez Valle Elena Gómez Herrera (Juzgado de lo Penal número 1. Jaén) que ha condenado a 480 euros a un joven jienense por hacer un montaje con la cara del Cristo de la Amargura.

La condena fue aceptada por un encausado previamente macerado con la petición fiscal de 2160 euros de multa sustituible con ¡180 días de prisión en caso de impago!

Acatarla no le ahorrará leer las «perlas» incluidas dentro del apartado «Hechos Probados» de la sentencia 59/18: «En la ciudad de Jaén, el acusado sobre el día 25 de Abril de 2016, en la red social «Instagram» y dentro del perfil o identidad… publicó una fotografía de la imagen de Jesús Despojado, titular de la Cofradía Hermandad de la Amargura, en la cual y con manifiesto desprecio y mofa de la misma y con el propósito de ofender los sentimientos religiosos de sus miembros, realizó una vergonzosa manipulación del rostro de dicha imagen, haciendo figurar en la misma su propia cara y fotografía… provocando con dicho escarnio una profunda indignación en las personas integrantes de la mencionada cofradía» (sic).

Y van ya… En los últimos años titiriteros, twitteros, Hasel, Valtónyc y demás ilusos que creyeron vivir en un «Estado de derecho que protege la libertad de expresión». Como añadamos la sección «represión política» donde purgan los Bódalo, Alfon, vecinos de Alsasua, Jordis, Jonqueras… la lista se convierte en una de boda con pretensiones.

Pero claro oficialmente ni Ley Mordaza es liberticida ni los jueces hispanos supeditan sentencias a su ideología. Porque en los tribunales siempre ofenden los mismos y se ofenden los mismos. A las gentes de izquierdas se nos puede decir de todo porque traemos de serie la piel gruesa.

Nada nos puede molestar y si alguno se vuelve quisquilloso en el hartazgo y denuncia, ya saldrá una resolución judicial cobijando en el paraguas de la libertad de expresión los insultos y humillaciones de las que ha sido víctima. Los exabruptos lanzados por la caverna, «tea party» y pensamiento neo-conservador en lugar de venir acompañados por argumentos ideológicos lo hacen por la certeza de impunidad absoluta.

Pero por favor no se os ocurra para equilibrar citar las aventuras y desventuras del rey emérito o el asalto a la riqueza pública como seña de identidad de los sostenedores del Sistema. La fina piel que envuelve las venas saturadas de sangre azul se resquebraja con todo lo que no sea un «o sea» a golpe de melena rubia de bote.

¡Es tan de mal gusto hablar de Corrupción institucionalizada en el Partido Popular…! Pese a sus decenas de casos y centenares de cargos implicados. Con lo bien que «vende bragas» Rajoy sigue al pie de la letra el guión que sus patrocinadores le pasaron para aniquilar pensiones, sanidad y educación pública y convertir los antiguos derechos en una fuente de negocios.

Para que los afectados traguen el festín de píldoras amargas nada mejor que recuperar el No-Do franquista y colar en todos los hogares el «reality» «Niñas comeos la sopa» protagonizado por la campechana Familia Real. Los Borbones nunca han sido menos que los Kardashian.

También ayuda bastante que los periodistas subcontratados (ya no trabajan para una cabecera sino para un fondo de inversiones con cara de buitre) pasen de puntillas sobre derivaciones, ramificaciones y fangal de la Gurtel mientras se pelean por ser ángeles turiferarios. Aunque el inmenso gasto en incienso no consiga tapar del todo el hedor.

El contexto tan propicio estimula que la Iglesia haga de su casulla un sayo. No solo iban a estar contentos los capillitas por los bien que los Juzgados protegen las esencias de su intolerancia religiosa, también la Jerarquía Católica y los nostálgicos del Franquismo tienen motivos para no disimular su júbilo. Como muestra dos ejemplos locales pero extrapolables al resto del país simplemente cambiando de ciudad.

El primero. No teniendo bastante con el festín de las inmatriculaciones que le ha permitido rapiñar todo edificio, casa o plaza que se cruzase en su punto de mira (la Mezquita con sus treinta euros de costo es la joya de la corona), la Iglesia ha visto extendido su ansia de «gratis total» a la exención del IBI municipal en 443 inmuebles (no vamos a contar aquí otros 377 propiedad de fundaciones eclesiásticas) con un ahorro para las arcas benditas de 1,26 millones de euros año. Muchos de ellos viviendas, tiendas, cocheras… ¡Donde se ponga un manto divino protector a la hora de pagar impuestos que se quite la capa de invisibilidad de Harry Potter! Y si el Ayuntamiento parece mirar a otro lado y hacer la vista gorda, mejor.

El segundo. El PP cordobés -al igual que sus correligionarios en toda la nación- sacó el traje de «falsa dignidad» para reclamar el cumplimiento estricto de las leyes en el tema catalán. Pero cuando debe aplicarse la ley de la Memoria Histórica al callejero de la ciudad se carcajea y pide que no se haga. Muy al contrario, recoge firmas para que se mantengan en el nomenclator los Cañero, Cruz Conde o Vallellano, personajes que estuvieron implicados hasta las trancas en el golpe de estado franquista, algo que ellos mismos reconocían con orgullo en la contienda e inmediata posguerra. Al PP le molesta el cambio de calles dedicadas a los prohombres del Franquismo, pero no parece importarle que en Córdoba éste se asentó sobre una bestial masacre con miles de vecinos ejecutados. Curioso que quienes sacan pecho para defender la memoria de las víctimas del terrorismo etarra puedan ser tan desmemoriados y tan insensibles al sufrimiento y dolor causado por el terrorismo de Franco y su Régimen.

Con este panorama dan ganas de salir corriendo siempre que no recales en un paraíso fiscal. No vaya a ser que a los compatriotas amantes de defraudar al fisco que lo visitan les vaya a dar por colgar banderas monárquicas en los hoteles, apartamentos y chalets donde se alojan y conviertan las islas Vírgenes o Caimán en un gemelo del barrio de Salamanca.

¿Y Urdangarín? Bien gracias. Ahí con su condena a seis años y medio, esquiando en Suiza. Todo sea por conciliar vida penal y familiar. Como siempre la Monarquía dando ejemplo, que la Ley es igual para todos.

Orgulloso de la Marca España.

Juan Rivera. Colectivo Prometeo. FCSM.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.