Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos. Salvador Allende, Presidente de la República de Chile, asesinado el 11 de septiembre de 1973. La crisis del Estado español En una situación de crisis […]
Salvador Allende, Presidente de la República de Chile, asesinado el 11 de septiembre de 1973.
La crisis del Estado español
En una situación de crisis como la actual, el conflicto entre progreso y reacción polariza al conjunto de la sociedad. Esta polarización tensiona a su vez todas las estructuras del Estado, como estamos observando, especialmente aquellas en las que el poder disuasorio se ejerce mediante la amenaza de represión armada o judicial.
En dichas circunstancias, llamar desde nuestras filas a una ilusoria neutralidad política, es abandonar el campo a los enemigos de la democracia, pues no otra cosa es el fascismo. Lo demuestran los nulos resultados conseguidos en ese terreno, puesto brutalmente en evidencia tras el manifiesto militar franquista contra el Gobierno, que preside el socialista Pedro Sánchez.
La lista de militares que firmaron a favor de Franco: son más de 1.000; entre ellos un nutrido grupo de generales y almirantes.
La neutralidad política de los militares
Abogar por la neutralidad política de los militares demócratas es un error, pues ello no ha aplacado en los últimos cuarenta años a los altos mandos monárquico-franquistas, que amenazan recurrentemente a los representantes legítimos de la soberanía popular.
Si tenemos en cuenta que la Corona española tiene su origen ilegítimo en el golpe militar fascista del 18 de julio de 1936, y detenta, además, la Jefatura del Estado y de las Fuerzas Armadas, gozando a su vez de una impunidad absoluta (artículo 56.3 de la Constitución borbónica), entonces solo cabe oponerse.
El reciente manifiesto militar democrático
A medio plazo no habrá salida democrática a la crisis si no se disputa la hegemonía a los militares dinásticos, es decir monárquicos, en el seno de las Fuerzas Armadas. Los militares demócratas no podemos mantener una actitud pasiva frente a un fascismo militar que amenaza recurrentemente al Gobierno de España y a todos los demócratas. La democracia se defiende ejerciéndola, es decir activamente, no con actitudes neutras apoyadas en pretextos más o menos biempensantes.
Así lo hicimos durante la dictadura franquista los que formábamos parte de la Unión Militar Democrática (UMD).
La dignidad de lo que fue la UMD está depositada hoy en la lista de adherentes al manifiesto militar democrático promovido por nuestro compañero Arturo Maira, entre los que se encuentran José Ignacio Domínguez, Fernando Reinlein, Restituto Valero o la viuda de Luis Otero, por citar algunos de los compañeros de la UMD que fueron procesados y condenados en consejos de guerra fascistas. También no acompaña en la lista de firmantes el General del Aire Julio Rodríguez, que fue Jefe del Estado Mayor de la Defensa.
Es de reseñar, que algunos de nuestros compañeros, militares en activo, de las escalas de Tropa y Marinería, se han atrevido a dar un paso al frente en defensa de los valores democráticos, teóricamente protegidos por la Constitución. Son un valeroso ejemplo a seguir.
Por ello, desde al colectivo de militares demócratas ANEMOI, hacemos un llamamiento a todos los militares conscientes, sea cual fuere su situación y rango, a adherirse al citado manifiesto.
Barbarie, xenofobia y belicismo
La historia nos enseña que, en circunstancias adversas para la democracia, como lo fue en el caso de Chile en los años 70 del siglo pasado, es ilusorio pretender la neutralidad política del Ejército, pues la correlación de fuerzas en la sociedad, entre progreso y reacción, no se refleja del mismo modo en el Ejército, ni tampoco entre sus diferentes estratos, pudiendo desestabilizar violentamente a gobiernos elegidos democráticamente.
Teniendo en cuenta que numerosos militares de alto rango, además de hacer público un manifiesto a favor de Franco, están apoyando a un partido xenófobo y racista como es VOX, no hace falta ser un genio de la política para darse cuenta de lo que está sucediendo. No es aventurado afirmar que la mecha del polvorín ya está prendida.
Hacia la República
Los pueblos del Estado necesitan, hoy más que nunca, que el Gobierno de España deje expedita una senda por donde se pueda transitar hacia un nuevo pacto histórico, alejando de este modo el riesgo de un conflicto civil de consecuencias imprevisibles.
Por todo ello, expresamos nuestro compromiso por unas fuerzas armadas sin mandos fascistas, a favor de los derechos de los trabajadores, de la juventud, de las mujeres y de los pueblos.
Avancemos, pues, resueltamente, hacia una convención por la República, junto a los pueblos y fuerzas democráticas de nuestro país.
Manuel Ruiz Robles, Capitán de Navío de la Armada, portavoz del colectivo de militares demócratas ANEMOI, vocal de la Junta Directiva de la Asociación Milicia y República (ACMYR), antiguo miembro de la Unión Militar Democrática (UMD)
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