Según se ha podido conocer a través de la prensa local, el alcalde de la localidad coruñesa de Oleiros, Ángel García Seoane, es objeto de seguimiento por parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desde el año 1991, cuando los servicios de espionaje de Estados Unidos interceptaron una carta remitida por el líder cubano […]
Según se ha podido conocer a través de la prensa local, el alcalde de la localidad coruñesa de Oleiros, Ángel García Seoane, es objeto de seguimiento por parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desde el año 1991, cuando los servicios de espionaje de Estados Unidos interceptaron una carta remitida por el líder cubano Fidel Castro al mencionado alcalde.
La carta está fechada el 27 de julio de 1991, y fue enviada por Fidel Castro con motivo de la inauguración en Oleiros de un monumento al héroe de la independencia de Cuba, José Martí.
La CIA, que ya andaba detrás de García Seoane por defender públicamente los principios ideológicos del régimen socialista cubano, abrió un expediente al primer edil con el número de serie PA0108003891, en el que incluyó la carta remitida por el máximo dirigente cubano.
La investigación de los servicios de espionaje norteamericanos se intensificó tras los viajes que Ángel García Seoane realizó a Cuba. A la CIA le interesaba conocer, por un lado, los vínculos políticos, personales y empresariales en Cuba del alcalde de Oleiros y, por otro, determinar su actividad política encamida a dar apoyo a la Revolución cubana. El último de estos actos tuvo lugar el pasado 6 de marzo en A Coruña, cuando Ángel García Seoane se concentró en los Cantones, frente al consulado de Estados Unidos, para protestar por la detención en aquel país de los cinco heroes cubanos encarcelados bajo la acusación de espionaje.
Con esta investigación abierta, la CIA trató de determinar si personas del Ayuntamiento de Oleiros, o próximas a él, contribuyeron a burlar el bloqueo comercial decretado por el gobierno de los EE.UU. sobre el régimen cubano al enviar a la isla productos prohibidos por la Ley Helms Burton, especialmente equipos informáticos. Esta ley, verdadera aberración jurídica, convierte en delito cualquier actividad de comercio con empresas cubanas, incluso por compañías de terceros países.
La CIA incluye un seguimiento del trabajo en España de Prensa Latina, una agencia informativa gestionada por el Estado cubano.
Según publica hoy (6 de abril) el periódico coruñés La Opinión, el alcalde de Oleiros conocía que estaba siendo espiado por la CIA, el regidor afirmó que «ya hace muchos años que sabía que la CIA estaba interesada».
García Seoane matizó que la investigación promovida por los servicios de inteligencia de EEUU fue practicada «a través del Cesid» (en alusión al desaparecido Centro Superior de Investigación de la Defensa español). El alcalde explicó que «el Cesid tuvo aquí personas en Oleiros, para controlar la situación» e investigar su relación con el régimen cubano. En concreto, «el Cesid tuvo a una persona, en los años 91, 92 y 93; viviendo aquí en Oleiros», afirmó el primer edil.
Igualmente admitió también, en declaraciones radiofónicas, haber tenido participación, aunque sin obtener beneficios personales, en una empresa mixta cubano-española constituida para favorecer la exportación a la isla caribeña de equipos informáticos y medicamentos.
La reacción de los dos grupos de la oposición municipal en el Ayuntamiento al destaparse este escándalo fue indigna. Ni al PP ni al PSOE pareció importarle la injerencia de la CIA y la vulneración de garantías y derechos constitucionales.
Según declaró el portavoz del derechista Partido Popular, lo preocupante es «que [el alcalde] pueda tener intereses personales en Cuba».
Y el portavoz del PSOE evitó comentar la noticia «hasta tener más datos».