En las últimas dos décadas, la proporción de mujeres con VIH aumentó en 13 puntos porcentuales, advirtieron el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA). Al presentar hoy el informe […]
En las últimas dos décadas, la proporción de mujeres con VIH aumentó en 13 puntos porcentuales, advirtieron el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA).
Al presentar hoy el informe Confrontando la Crisis en el marco de la XV Conferencia Internacional de Sida en Bangkok, Tailandia, las agencias de Naciones Unidas, advirtieron que las políticas contra el Sida que no confronten inequidades entre hombres y mujeres están condenadas al fracaso.
Las mujeres más vulnerables al Sida -sostuvo la directora ejecutiva del FNUAP, Thoraya Obaid-, «son las mismas mujeres y niñas que son forzadas al matrimonio temprano. Son las mismas que mueren en el parto después de embarazos no espaciados. Son las mismas que sufren de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.»
Los organismos recalcaron que las mujeres son actualmente el 48 por ciento de los 38 millones de personas con VIH, mientras que en 1985 constituían 35 por ciento de todos los casos.
El informe documenta las cifras, así como el impacto devastador y a menudo invisible del Sida en mujeres y niñas, al resaltar cómo la discriminación, pobreza y violencia de género alimentan la pandemia.
De acuerdo a UNIFEM, la situación es particularmente penosa en África subsahariana, donde hay seis mujeres viviendo con VIH por cada cuatro hombres. Y las jóvenes de 15 a 24 años tienen tres veces más probabilidad de adquirir el virus que los varones de la misma edad.
Las investigaciones de la ONU, presentadas en el principal foro sobre Sida en el mundo, arrojan también evidencias sobre la ignorancia de la población femenina para prevenir la infección. Peor aún, tener la información sirve de poco cuando enfrentan discriminación y violencia en sus hogares.
Por ello, la vicedirectora de Onusida, Kathleen Cravero sostuvo «es necesario reducir la violencia contra las mujeres, asegurar su acceso a la prevención de VIH y a los tratamientos, así como garantizar su derecho a la propiedad, pues está demostrado que la autonomía económica les da poder para decir no a una práctica de riesgo, aún dentro del matrimonio».
ONUSIDA y UNICEF recalcaron la importancia sobre el uso de medicamentos para prevenir la transmisión de madre a hija e hijo del virus, principalmente mediante el uso de nevapirina.
Una dosis de nevapirina es suficiente para disminuir el riesgo de transmisión de una madre seropositiva a su recién nacido, pero también se puede combinar con tratamientos antirretrovirales en casos avanzados de la enfermedad.
En México por cada seis hombres con VIH, hay una mujer en la misma circunstancia, proporción que también aumentó desde el inicio de la pandemia.