Decenas de agentes de la Guardia Civil ocuparon ayer durante varias horas las calles de Etxarri-Aranatz, localidad donde cientos de jóvenes participaban en Udako Gazte Eskola que, como todos los años, había organizado el movimiento juvenil de Euskal Herria. Los organizadores de estas jornadas decidieron suspenderlas ante el «asfixiante acoso policial», aunque subrayaron que «no […]
Decenas de agentes de la Guardia Civil ocuparon ayer durante varias horas las calles de Etxarri-Aranatz, localidad donde cientos de jóvenes participaban en Udako Gazte Eskola que, como todos los años, había organizado el movimiento juvenil de Euskal Herria. Los organizadores de estas jornadas decidieron suspenderlas ante el «asfixiante acoso policial», aunque subrayaron que «no han podido y no podrán hacer desaparecer a la juventud de este país».
Los organizadores de Udako Gazte Eskola decidieron dar por finalizada la edición de este año, después de que la Guardia Civil y la Policía española acosaran a sus participantes durante la jornada de ayer. En cualquier caso, el movimiento juvenil de Euskal Herria anunció que «responderemos pueblo por pueblo» a lo acontecido en Etxarri-Aranatz.
Siguiendo la costumbre de los últimos años, cientos de jóvenes participaban durante estos días en las jornadas organizadas por el movimiento juve- nil, en las que pretendían impulsar «el debate, la reflexión y el intercambio de experiencias sobre la situación política de este país», así como sobre otros ámbitos del día a día de la juventud vasca.
Sin embargo, los cientos de jóvenes que se habían acercado hasta Etxarri-Aranatz vieron ayer como unos «visitantes tan inesperados como no deseados» sumían la localidad en un «estado de sitio» que se prolongó por espacio de varias horas.
Según denunciaron los participantes de UGE, varios policías de paisano identificaron a cuatro jóvenes hacia las once de la mañana, y poco tiempo después una decena de vehículos de la Guardia Civil irrumpió en la localidad, rodeándola completamente.
Los jóvenes explicaron que, ante esta situación, el alcalde de Etxarri-Aranatz, Juan Bautista Mariñelarena, se acercó a los guardia civiles para reclamarles una explicación de lo que estaba aconteciendo, pero éstos, lejos de atender a sus requerimientos, retuvieron al primer edil durante varios minutos. Esta situación se prolongó por espacio de varias horas, hasta que los agentes armados abandonaron la localidad.
Ya por la tarde, y tras constatar que el «acoso policial era demasiado asfixiante para poder desarrollar una iniciativa de estas características», los participantes de Udako Gazte Eskola anunciaron la suspensión de las jornadas.
En cualquier caso, los organizadores recordaron que el movimiento juvenil de Euskal Herria «lleva 25 años construyendo nuevos modelos sociales y de convivencia para los jóvenes mediante la organización y la lucha», y subrayaron que «no han podido y no podrán acobardar ni hacer desaparecer a la juventud vasca».