Dedicado a los más de cuatrocientos valencianos asesinados Dedicado a los más de cuatrocientos valencianos asesinadosen campos de exterminio nazis, en particular a Benjamín NavarroBargués, de La Pobla de Vallbona, a Joan Coll Valero,de L’Eliana, y a Josep Herrero Alsina, de Benaguasil. Aquí seguimos, muy europeos (los primeritos en el referéndum), mas […]
Dedicado a los más de cuatrocientos valencianos asesinados
en campos de exterminio nazis, en particular a Benjamín Navarro
Bargués, de La Pobla de Vallbona, a Joan Coll Valero,
de L’Eliana, y a Josep Herrero Alsina, de Benaguasil.
Aquí seguimos, muy europeos (los primeritos en el referéndum), mas sin rendir justicia ni homenaje a tantos luchadores contra el fascismo hispano (al contrario que en el resto de Europa), así los guerrilleros de los años cuarenta y cincuenta, últimos soldados de la República; y perpetuando estatuas y calles que honran a los compadres de los generales Keitel y Jodl, ahorcados en Nuremberg, mientras no hay esculturas ni nomenclátor para Escobar, Aranguren, Pérez Salas, Jurado (el vencedor de Guadalajara), Hidalgo de Cisneros o el heroico Escofet, por no hablar de Modesto o Mera. Hace días, en Madrid, una joven de ochenta años, Marina Vega de la Iglesia, me mostraba su Carte de Combattant Volontaire de la Resistance, y testimonios de sus condecoraciones, por pertenecer al maquis. Ah, pero es que aquí los demócratas pactaron la transición y la Constitución con los fascistas. Y la siguen pactando con los tardofascistillas. Acá juzgamos y metemos en la cárcel a Scilingo el argentino, y casi a Pinochet, a no salvarlo la pérfida Albión. Pero no a los de casa que hicieron parecido.
Vean cómo el sablista del erario público Sr. Gimeno, ex alcalde al que dan chollo económico más tres personas y un auto de lujo a su servicio, enchufa en uno de esos puestos al Sr. Tirado, conocido retrofranquista. Castellón es que anda por la Edad Media. Gracias, Sr. Fabra, Sr. Zaplana, Sr. Rajoy, etcétera. La transición no ha acabado, ni siquiera hay un homenaje a la UMD. (Además, hay que hacer aquélla desde el Concilio de Trento). Si hasta el animal (político) de Fraga anda pidiendo que suspendan la autonomía vasca. Más suerte ha tenido este hombre que Laval o Pétain. Ministro destacado de Franco, fusilador de Grimau, y va dando aún lecciones de democracia (y de preservativos). Si le homenajean oficialmente junto a Carrillo, estilo División-Azul-con-uniforme-nazi junto a División Leclerc, me plantearé cambiar de nacionalidad, por vergüenza. Eso no sería reconciliación, sino pisotear la memoria y la dignidad histórica. Por cierto, y sin perjuicio de hablar otro día monográficamente del laberinto vasco, mal asunto convertir sus autonómicas en un plebiscito. Tan malo como usar el tema para intereses oportunistas de partido.
En fin, tenemos transición para rato (¿me darán alguna vez la cruz de años de servicio que sí dieron a los golpistas del 23-F?). Recuerdo cómo se reía, cuando se lo conté, el gran, el anárquico consciente, el escéptico magnífico Agustín González (quizá donde más le admiré fue en «El león en invierno»), y él me detallaba su performance interpretando al general que no quería condenar a Companys, en el consejo de guerra que decidió asesinarle jurídicamente. Hay transición hasta en el Partido Comunista. Me decía A. López Salinas, en una reunión republicana reciente: «hay muchos comunistas; lo que no hay es partido».