En Itoitz el deslizamiento es mayor que el que señalan los inclinómetros y la presa principal se ha movido ya 1,5 centímetros. Son las conclusiones más importantes que la coordinadora de Itoitz hizo públicas ayer, tras analizar la información remitida el pasado 20 de mayo por el Ministerio español de Medio Ambiente. El doctor Casas, […]
En Itoitz el deslizamiento es mayor que el que señalan los inclinómetros y la presa principal se ha movido ya 1,5 centímetros. Son las conclusiones más importantes que la coordinadora de Itoitz hizo públicas ayer, tras analizar la información remitida el pasado 20 de mayo por el Ministerio español de Medio Ambiente. El doctor Casas, autor de varios estudios geológicos sobre Itoitz, aseguró además que los medidores no se encuentran en el lugar de mayor deslizamiento.
En la rueda de prensa que ofreció ayer la Coordinadora de Itoitz, se dieron a conocer las conclusiones a las que han llegado tras estudiar la información que el Ministerio español de Medio Ambiente les proporcionó el pasado 20 de mayo. Este acto, en el que participaron los miembros de la Coordinadora José Luis Beaumont, Mari José Beaumont, Patxi Gorráiz y el doctor Antonio Casas, tuvo dos partes muy diferenciadas.
En la primera, tomó la palabra el doctor Antonio Casas. El experto expresó su preocupación por el hecho de que, aun sin estar en el lugar donde más deslizamientos debería haber dentro de la ladera izquierda, los inclinómetros vienen registrando movimientos de tierra desde hace meses. Casas apuntó que los inclinómetros no están situados en el lugar de mayor pendiente, sino en zonas paralelas y perpendiculares. Ante el mapa de Itoitz, mostró que en la dirección donde es mayor el desnivel, no hay un solo inclinómetro.
Esto, añadido a que dichos medidores situados en la ladera izquierda del embalse miden el deslizamiento en referencia a un punto y no en números absolutos significa que, según el experto, «ningún inclinómetro nos muestra el deslizamiento real». Casas añadió que los aparatos miden el desplazamiento del terreno tomando como referencia un punto bajo tierra, lo que supone, que si es todo el bloque el que sufre el movimiento, estos aparatos no lo perciben. Por ello, afirmó que «los valores reales son mucho mayores».
Por otra parte, el autor de un estudio sobre Itoitz publicado en el año 1999, recordó que la zona «ya de por sí» era inestable en principio, y que en el año de publicación de dicho informe, sin que intervendrían factores como la sismicidad y el llenado, los niveles de seguridad del pantano de Itoitz estaban cerca del uno. Con 20 metros inundados, a su vez, este nivel baja hasta el 0,6.
Más peligro tras el llenado
Se ha constatado, añadió, que incluso la presa se ha movido en torno a un centímetro y medio. Casas afirmó que cuando se finalice el llenado del pantano, con la cota máxima, el agua inundará toda la base del deslizamiento y esto puede crear un gran desastre. Concluyó señalando que los niveles de seguridad de este proyecto son «inadmisibles» y aseguró que, aunque ahora estemos en una fase en la que los movimientos sean muy lentos durante un período de tiempo, en un momento dado los movimientos aumentarán «exponencialmente» y ya no habrá marcha atrás. Por ello, afirmó que la mayor preocupación de estos momentos es saber en qué punto de ese proceso estamos.
Los miembros de la coordinadora subrayaron que durante su comparecencia en el Congreso español, Alonso citó el único informe de los que se dispone, que afirma que «la sismicidad de Itoitz es natural», y no citó ninguno de los que niegan que haya sismicidad alguna en Itoitz.
+ Información en: SOLIDARIOS CON ITOIZ