I. La historia. La historia de la civilización humana esta relacionada con la historia de los métodos usados para manipular los recursos acuáticos. Hace más de 5,000 años surgieron los primeros asentamientos humanos en el valle Indus donde construyeron tuberías para la distribución del agua y canales para el desagüe. Atenas en Grecia, Pompeii en […]
I. La historia.
La historia de la civilización humana esta relacionada con la historia de los métodos usados para manipular los recursos acuáticos. Hace más de 5,000 años surgieron los primeros asentamientos humanos en el valle Indus donde construyeron tuberías para la distribución del agua y canales para el desagüe. Atenas en Grecia, Pompeii en Italia y Cusco en Perú (en el periodo pre-inca e inca) ya tenían elaborados sistemas de agua y desagüé. Y esas comunidades agrícolas surgieron donde había agua para cultivar sus plantas, donde había lluvias y ríos. Como esas ciudades se expandieron por el poder político que adquirieron, tuvieron que traer el agua de lugares más remotos y con métodos de ingeniería sofisticados para conservarlos en reservorios y acueductos. Roma, Atenas y Cusco abastecían a su población y sus dominios con suficiente cantidad de agua como lo hace hoy cualquier ciudad del mundo industrializado. Durante la revolución industrial del Siglo IXX-XX, la demanda del agua creció enormemente. Para confrontar este problema, se construyeron gigantescos proyectos de ingeniería diseñados para controlar inundaciones, proteger las aguas potables, y proveer agua a las hidroeléctricas e irrigaciones que resulto en beneficios tangibles a la humanidad entera. Y gracias al mejoramiento de los servicios de desagüe en el mundo industrializado, se llego a controlar enfermedades tales como el cólera y la tifoidea que eran endémicos hasta entonces en el mundo. Pero hay un lado oscuro en toda esta historia. A pesar del progreso mencionado, cerca a la mitad de la población mundial todavía sufre de servicios de agua inferiores a las antiguas Grecia, Roma y Cusco. De acuerdo a la ONU, mas de mil millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua potable y 2.5 mil millones de personas no tienen un servicio sanitario adecuado. Solo en Lima, hay cerca de 2 millones de personas sin acceso al agua potable y desagüe. Perú, al igual que varios países de Latinoamérica, tuvo una epidemia de Cólera a mediados de los 90. Hoy en día en Lima y el interior (Arequipa, Cajamarca, Huancayo y otras), millones de personas beben agua contaminada. En Lima, el agua esta amenazada por los metales tóxicos de las trasnacionales mineras, por ejemplo el arsénico (los niveles llegan a o exceden un poco los niveles permisibles de la Organización Mundial de la Salud).
II. Situación actual.
La ausencia o escasez del agua potable (y desagüe) en los asentamientos humanos y barriadas pobres, y la cuestionable calidad del agua en las ciudades están en las primeras líneas de los medios de comunicación del Perú. Dentro de este contexto esta la batalla contra la privatización en sus diversas formas y modalidades, porque esta se presenta ante el pueblo como serpiente venenosa de varias cabezas (concesiones, asociaciones mixtas, cogestiones, outsourcing, etc.) Todo esto con el fin de arrebatarnos nuestro agua y convertirlo en un producto mercantil sujeto a la oferta y la demanda en un mercado de usura que les dará cuantiosas ganancias. A nivel nacional e internacional, durante el año 2004 y los 6 primeros meses del 2005, los intentos privatizadores fueron derrotados en muchos países del mundo y en el Perú fueron parados en seco (mas información en El Valor del Agua, http://arellano.bloxus.com). Muchas de las trasnacionales europeas y yanquis que estaban arrasando con las empresas nacionales del agua en los 90s, han empezado a retroceder y en muchos casos ya dieron un giro de 180 grados al convertirse de compradores de empresas de agua en las Américas a vendedores de los mismos (The Environmental Benchmarker & Strategist, Annual Water Issue 2004).
Sin embargo, los jerarcas del capitalismo neoliberal todavía consideran la privatización de agua como uno de sus nichos con más crecimiento en el mercado de la industria del agua. Las fuerzas de la privatizaron todavía son fuertes por la situación difícil de las municipalidades o agencias estatales que administran el agua potable (expansión del servicio, aumento de costos, requerimientos técnicos, nuevas regulaciones, interferencia política, y un publico mas informado, etc.) como es el caso de Sedapal en Lima, Sedapar en Arequipa, Seda en Cusco, EPS en Ancash y otras ciudades del país. La lógica de los reaccionarios del desagüe es simple: la mejor solución a este dilema es entregar el agua a la empresa privada (o concesionarlo), esto implica exactamente lo opuesto a la solución del problema del agua. La privatización promueve la elitizacion y reducción real del servicio del agua, un dramático aumento de las tarifas, la violación de los controles de calidad, la ausencia del Estado y del publico en el monitoreo, y sobre todo da una carta blanca a la contaminación ambiental de las fuentes de agua (Doe Run, Newmont, Billiton, Volcán y los otros seguirán tirando sus relaves tóxicos al Mantaro, Rimac, Yanacocha, Vilcanota, etc.). Las trasnacionales del agua, las mineras, petroleras, eléctricas, etc. están unidas en alma y cuerpo. Por ejemplo, la General Electric, Proctor & Gamble, U.S.Industries entre otros son también trasnacionales del agua.
De acuerdo a estadísticas del Departamento de Comercio de EEUU, la industria del agua y desagüe tiene un ganancia de US$ 100 mil millones al año en ese país y cerca de US$ 500 mil millones a escala mundial, con 115,000 compañías y organizaciones registradas y un crecimiento del 3-4% (www.commerce.gov). Allí esta el motor que les mueve a promover la privatización del agua.
III. Avance tecnológico.
Desde los 80, la cantidad de agua consumida en EEUU ha disminuido aprox. en un 35% (aunque todavía son los que mas derrochan el agua en el mundo). Japón, en 1965 usaba cerca de 13 millones de galones de agua para producir US$1 millón de producción comercial, pero para el 90 esa cifra bajo a 3.5 millones de galones de agua. ¿Porque? Tecnología y políticas de conservación del agua. En el Perú, el avance tecnológico y las investigaciones en las universidades pueden ayudar a resolver los problemas del agua potable. Los costos de tecnología avanzada de captación, tratamiento, distribución y conservación del agua han disminuido considerablemente. Por ejemplo, las membranas de filtración, oxigenación avanzada, la reparación de tuberías in-situ, el realineamiento de tuberías antiguas, los monitoreos “smartâ€? y fundamentalmente los controles computarizados de los medidores pueden mejorar la administración del agua. No puede ser posible que en pleno Siglo XXI, en Lima cerca al 30% de consumidores (y en Arequipa el 25%) no sean facturados mientras millones de peruanos no tienen servicio de agua potable. Una porción de estas perdidas se debe al robo del agua. Los que más roban agua en el Perú, con la complicidad de las autoridades corruptas, son las trasnacionales y grandes burgueses locales que bombean y desvían clandestinamente agua a sus fábricas manufactureras (las textiles, farmacéuticas y cerveceras donde usan molinos, reactores y tanques).
Otra porción grande del agua desaparece en tuberías viejas, equipos deteriorados y un mantenimiento pobre en los sistemas de distribución. La cantidad de agua que se pierde seria suficiente para proveer de agua potable a gran parte de los sin agua en Lima. Aunque debemos indicar que hasta los sistemas mas modernos de agua en el mundo tienen perdidas del 10 al 20 por ciento por filtraciones y derrames, pero no por facturación. Otra manera de conservar el agua, es lanzar un programa obligatorio de conservación del agua para el público, educar a nuestra juventud en las escuelas y colegios. En la ciudad de Méjico, por ejemplo, un proyecto de cambiar 350,000 toilets deteriorados, resulto en un ahorro de agua suficiente para proveer a 250,000 residentes que no lo tenían. Otra práctica es promover el reciclaje del agua y su re-uso. Por ejemplo, en los ríos mas importantes de EEUU, el agua es usado y rehusado hasta 20 veces antes que llegue al mar, en el Perú gran parte de los aguas de los ríos se van directo al mar (claro con un poco de plomo de Doe Run y Arsenico de Newmont).
IV. Nuevas modalidades de privatización (vino viejo en odre nuevo).
A pesar de que la privatización del agua fue impuesta casi sin controversia en Europa, en las Américas ha generado un rechazo general de los pueblos. Proyectos grandes que avanzaba PRASA en la ciudad de San Juan (Puerto Rico) y United Water en Atlanta (EEUU) tuvieron que ser suspendidos o abandonados (ver otros casos en El Valor del Agua). Entonces es hora de cambiar de táctica, dicen las trasnacionales. La nueva táctica es primero tomarse el agua de las ciudades pequeñas, hacerlo en concesiones por periodos mas pequeños, para luego agarrar las presas grandes (Lima, Arequipa, etc.). En el espectro de nuestro país, empezaron con el agua de Tumbes, pese a la oposición de los trabajadores y gran parte del pueblo. Y así, un fantasma vuelve a recorrer el país, es la palabrita privatización, tal como lo afirma un dirigente de un grupo de los sin agua de Lima (convertido ya en estrella de la prensa de las multinacionales). Por otro lado, esa misma palabrita, esta presionando a los burócratas que administran el agua para que el servicio en el país mejore en eficiencia, calidad y llegue a todos.
En conclusión, el futuro del agua en el mundo, particularmente en nuestro país, esta en peligro de ser tomado por asalto por las trasnacionales. Es hora de prepararnos para defender y proteger cada gota de agua.