La Plataforma 18/98+ se presentó ayer al mediodía en el CAUM de Madrid, en un acto organizado por la Plataforma de Madrid de solidaridad con las personas afectadas por el sumario 18/98 y subsiguientes. En el acto hubo también espacio para el cuaderno de Kaiera, que ha realizado de esta forma su primer viaje fuera […]
La Plataforma 18/98+ se presentó ayer al mediodía en el CAUM de Madrid, en un acto organizado por la Plataforma de Madrid de solidaridad con las personas afectadas por el sumario 18/98 y subsiguientes. En el acto hubo también espacio para el cuaderno de Kaiera, que ha realizado de esta forma su primer viaje fuera de Euskal Herria.
Son diversos los grupos que integran la Plataforma de Madrid y todos ellos participaron en la preparación del acto de ayer. Se trata de Area de Libertades, APDHE (Asociación por los Derechos Humanos de España), Haydee Santamaría, Izquierda Castellana, Coordinadora Antifascista, Ecologistas en Acción, Plataforma Sierra Norte, Elkarri Madrid, Comité de Apoyo a Euskal Herria, Corriente Roja, Rompiendo Moldes Radio ELO, CAES, Comité de Apoyo al MST de Madrid, Espacio Alternativo, Coordinadora de Solidaridad con Cuba y Nodo50.
En el acto, al que asistieron unas 150 personas y que fue presentado por la abogada Amalia Alejandre y el filósofo José María Ripalda, intervinieron el abogado Jose Mari Elosua y como representantes de 18/98+ Lantaldea, Mariano Ferrer y Teresa Toda. En su breve intervención, Ripalda quiso «incitar a pensar» sobre lo que ocurre cuando, por ejemplo, «la democracia tiende a convertirse en un asunto de la Policía». Denunció que «la izquierda española se desinterese de estas cuestiones, porque se empeña en actuar a través de este Estado y se necesita otro tipo de Estado».
Teresa Toda explicó los orígenes y actividades de 18/98+ Lantaldea a lo largo de su primer año de existencia ayer precisamente se cumplía un año de la presentación pública de la plataforma en Euskal Herria-, y su forma de trabajo. Informó también del sentido y desarrollo de la iniciativa Kaiera, que permitió abrir el proyecto del 18/98+ a más sectores sociales. Kaiera estaba materialmente en la sala, a la espera de recoger nuevas aportaciones.
Vulneración de derechos
Seguidamente, Elosua detalló las vulneraciones de derechos que se producen en todo el conjunto del macroproceso, tanto desde la vertiente de los derechos humanos, civiles y políticos como desde sus aspectos más estrictamente legales o jurídicos. Su exposición fue seguida con mucha atención por las personas asistentes, muchas de las cuales no habían tenido aún ocasión de conocer de cerca los sumarios y las razones para las denuncias que se vienen sucediendo en torno a ellos.
Mariano Ferrer ahondó en el contexto en que se desarrollan estos sumarios; con incidencia en los derechos de todas las personas, no solamente de las afectadas directamente. Se extendió en la comparación con otros casos en los cuales la información ha sido deliberadamente manipulada para crear un estado de cosas que permitiera determinadas actuaciones, como la invasión de Irak por EEUU, un ejemplo que, «salvando todas las distancias, cabría aplicar aquí», señaló. Calificó a la Audiencia Nacional como «zona cero de la Justicia, plenamente influenciable por el poder político». También se refirió a las denuncias de torturas que se han producido en el marco de estos sumarios, y citó en este sentido la escandalizada reacción de Baltasar Garzón durante una reciente visita a los centros de tortura en Argentina, denunciando que el mismo juez «no ha bajado nunca aquí, a los calabozos, ni escuchado los lamentos de las víctimas y sus familiares».
Por último, Toda recordó que, junto a la «solidaridad humana y política, nos es necesaria la solidaridad económica», dando cuenta de las cifras facilitadas por 18/98+ Lantaldea el pasado viernes.
Las intervenciones del público se centraron en la denuncia, por un lado, de la cada vez más extendida vulneración de derechos y libertades: «nos están diciendo siempre a quién se puede o no votar, qué se puede o no pensar»; y por otro, de la pasividad ante este estado de cosas: «¿dónde están los valores, la solidaridad?», se preguntó un asistente. «Estamos demasiado tranquilos», puntualizó otra persona con tono autocrítico.
Finalmente, las páginas de Kaiera se abrieron para quien quisiera plasmar esas reflexiones, y fueron varias las personas que cogieron el bolígrafo.