La actuación de las dos grandes centrales sindicales en el conflicto de SEAT ha servido para retratar, una vez más, la labor de genuflexión al sistema que realizan en esta sociedad. Por si quedara poco claro, unas declaraciones de José María Fidalgo, Secretario General de CCOO, aclara incertidumbres, ya que, como no podía ser de […]
La actuación de las dos grandes centrales sindicales en el conflicto de SEAT ha servido para retratar, una vez más, la labor de genuflexión al sistema que realizan en esta sociedad. Por si quedara poco claro, unas declaraciones de José María Fidalgo, Secretario General de CCOO, aclara incertidumbres, ya que, como no podía ser de otro modo, justifica los despidos.
–El Consejo Confederal de CCOO ha respaldado la decisión sindical en Seat. El problema no ha empezado hace unos meses y no es sólo de Seat, ni de Opel en Figueruelas, ni de Volkswagen en Landaben. Éste es un sector muy competitivo donde curiosamente los costes laborales unitarios son muy bajos y donde las estrategias empresariales se dictan desde fuera por multinacionales y pueden hacer mucho daño a nuestro país. Es una producción con mucho valor añadido que genera un circuito industrial de proveedores. Si desaparece una empresa de estas, una parte del PIB de la región se va también. Queremos que estas empresas sigan aquí. Mientras, nuestro tejido productivo debe ir generando otros segmentos de valor añadido para que, cuando estas empresas se vayan, no se acuse esta herida tan fuerte. Hay que responder con flexibilidad pero con firmeza. Lo que han hecho las organizaciones sindicales hasta ahora es razonable. Las empresas deben hablar con claridad. Si se suscriben acuerdos tan traumáticos como el de Seat, la empresa debe asegurar futuro, inversión, productos y que se quedan aquí porque, si no, las plantillas se vuelven histéricas. Lo contrario es un chantaje para atornillar las condiciones laborales. Queremos que estas empresas se queden aquí por el bien del empleo y de la economía.
–Pero ya han cerrado proveedores.
— Esas empresas, el distrito industrial en torno al auto, cuando intuyen, a través de la prensa, que se les puede mover toman ese tipo de decisiones. Es malo propagar la idea de que estamos perdidos para la competitividad. Es falso. Deben tomar compromisos serios con los trabajadores. Yo quiero que se queden porque sé que es una parte importantísima del PIB de una comunidad. No es un problema de costes laborales, porque se han hecho convenios magníficos y ejemplares en cuanto a la flexibilidad interna. Landaben ha asumido una bajada del 10% en los salarios. Los sindicatos lo podemos ver de una manera más fría pero los trabajadores pueden acabar viéndolo como una histeria, porque cuando leen el periódico no saben si les están tomando el pelo o su empresa tiene problemas.
–La patronal catalana pidió a la CEOE apoyo a los productos catalanes ante el boicot. ¿Los sindicatos deben hacer lo mismo?
–A nosotros los boicots no nos parecen buenos. Pero no solemos hacer campañas ni a favor de los boicots ni en contra. Se está dando una situación lamentable que no es responsabilidad ni de los trabajadores ni de los empresarios.
–¿No le gusta el Estatut?
–Hemos dicho que no se debe fragmentar la unidad de mercado económico, laboral ni la caja de la Seguridad Social, ni la unidad fiscal. Posiblemente, con esto haya gente que se dé por aludida.