Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Germán Leyens
- DJIBONKOR, Senegal – Existe la leyenda de que el pueblo bainuk del sur de Senegal fue maldito por un rey tiránico, que con su último aliento los condenó a vagar para siempre en la pobreza.
- En la actualidad, los bainuk eke viven miserablemente de la agricultura en los bosques de la exuberante región de Casamance, y su antigua lengua y modo de vida están amenazados por la invasión del mundo moderno.
- «Si hablamos nuestra lengua nadie nos comprende, así que utilizamos el diola cuando vamos a la ciudad,» dijo Jacques Sanya, de 60 años, refiriéndose a la lengua diola comúnmente hablada en la región.
- Sentado frente a su casa de adobe tejiendo un canasto de junco, Sanya se ríe cuando se le habla de la maldición.
- «Nuestros padres sólo nos dijeron que partieron de Guinea para venir aquí… Ahora labramos la tierra y hacemos canastos para ganar un poco de dinero.»
- Hay unos 1.000 hablantes de bainuk repartidos en aldeas en Casamance – un laberinto de pequeñas ensenadas y riachuelos que albergan a docenas de otras etnias y lenguas.
- En la escuela de la aldea, recién pintada, en Djibonkor, no enseñan bainuk. Es una historia familiar en África, que alberga un tercio de los más de 6.000 lenguajes del mundo.
- «Aquí hablamos francés en la escuela. También aprendemos inglés y español… No usamos el bainuk,» dijo Lilian, de 12 años.
- Los lingüistas dicen que muchos lenguajes africanos mueren porque la gente cree que los idiomas extranjeros son más útiles. Para preparar a los estudiantes para los negocios, los departamentos de lingüística en las universidades de África Occidental generalmente enseñan francés o inglés.
- «Es como tirar un Picasso por el retrete cuando se permite que una lengua muera. Una maravillosa cultura moriría con ella,» dijo Roger Blench, experto en lenguas africanas.
- «Tiene que ver con la globalización… ¿Debe todo el mundo comer McDonald’s y tomar Coca-Cola?» preguntó.
- «Condenada a desaparecer»
- El estudiante senegalés Serge Sagna volvió a su aldea aislada de Essyl – a unos 18 Km. al sudoeste de la capital regional Ziguinchor al final de un camino de tierra – a estudiar el lenguaje bandial, una de las lenguas diola.
- Con una fiera historia de independencia, los pueblos diola de Casamance resistieron el ataque de las tribus del Sahara que hablan mandinka. A diferencia del resto de Senegal, también mantuvieron creencias cristianas y animistas ante el Islam.
- Pero con la penetración cada vez más profunda del comercio, los medios de masas, y el turismo en los tranquilos palmerales y manglares de Casamance, lenguas como el bandial están amenazadas.
- «Es una lengua condenada a desaparecer tal vez en dos generaciones,» dijo Sagna, y agregó que algunos padres en la aldea ya han dejado de enseñar bandial a sus niños.
- «La gente de nuestras aldeas solía ser independiente. Solía cultivar su arroz; solía vivir de su propia producción,» dijo. «Ahora, la gente se va a la ciudad y cuando vuelve, vuelve con una lengua diferente.»
- La lengua nacional de Senegal, wolof, se ha convertido en una de las «lenguas asesinas» de África, como hansa en África Occidental y Central o swahili en el este del continente.
- Cerca de un 40% de los 11 millones de senegaleses habla wolof como su lengua materna, y cerca del mismo número un segundo lenguaje. Su éxito amenaza a los aproximadamente 30 lenguajes indígenas hablados en el país.
- «El wolof tiene más prestigio que nuestro lenguaje, porque es asociado con la moda, con la música hip hop,» dijo Sagna, que hace su doctorado sobre el bandial en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos en Londres.
- El hip hop y la música rap producidos localmente en wolof han ganado en popularidad en la antigua colonia francesa desde comienzos de los años noventa.
- «Los intelectuales prefieren hablar francés y los que quieren aparecer a la moda hablan wolof,» dijo Sagna.
- Año de las lenguas africanas
- La UNESCO dice que un lenguaje del mundo desaparece en promedio cada dos semanas. Para atraer la atención al problema, la Unión Africana ha hecho 2006 el año de los lenguajes africanos.
- Aunque los expertos reconocen que lenguas como el bandial, jamás serán ampliamente habladas, es posible, por lo menos, salvarlas de la extinción.
- «El primer paso es en los medios: debería haber más transmisiones en lenguas vernáculas. Donde se ha hecho, como en el norte de Ghana, se ha logrado un buen efecto,» dijo Blench.
- La educación es el otro paso crucial. Los gobiernos deben alentar el uso de los lenguajes indígenas en las escuelas, dicen los expertos.
- El año pasado, Sudáfrica lanzó una remodelación de su sistema escolar para posibilitar que los estudiantes sean educados en cualquiera de los 11 lenguajes oficiales del país – un esfuerzo por desarrollar lenguajes indígenas, que fueron erradicados durante el régimen del apartheid.
- Ethnologue, una base de datos de lenguajes, dice que menos de un 1% de los 10.000 hablantes de bandial han sido instruidos en su lenguaje. Un 80% de los lenguajes africanos no tiene ortografía.
- «Sé hablar diola pero no puedo escribirlo, aunque es mi lengua materna,»· dijo Michel Diatta, de 21 años, de Kabrousse, una aldea al oeste de Casamance. «Si pudiera encontrar a alguien que sepa como escribir diola, me encantaría aprender.»
- Para Sagna, existe una clara motivación personal para luchar por preservar su lengua materna.
- «Cuando hablo diola, me siento más tranquilo; estoy en casa. Cuando hablo inglés o francés, simplemente no siento una relación con algunas cosas.»
- Y cree que se requiere un esfuerzo deliberado para salvar el lenguaje, que tiene 10 palabras para nombrar el arroz local básico.
- «¡Habría que ser misionero! Hay que hacer el mismo esfuerzo que los misioneros hicieron para traer el francés a este país,» dijo Sagna.
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