Pero no sólo España está bajo sospecha. El escándalo por las escalas en aeropuertos españoles de aviones utilizados por la CIA para transportar prisioneros y realizar torturas apenas se apaga y ya están aterrizando nuevamente en Madrid. Esta vez, sin embargo, trasladan a un grupo de mercenarios de origen cubano y algunos latinoamericanos, que viajan […]
Pero no sólo España está bajo sospecha. El escándalo por las escalas en aeropuertos españoles de aviones utilizados por la CIA para transportar prisioneros y realizar torturas apenas se apaga y ya están aterrizando nuevamente en Madrid. Esta vez, sin embargo, trasladan a un grupo de mercenarios de origen cubano y algunos latinoamericanos, que viajan a España para apuñalar por la espalda a los empresarios españoles con inversiones en Cuba. Son los hombres del Group for Corporate Social Responsibility in Cuba 1 (GCSRC), una especie de Legionarios pro Ley Helms Burton.
Emergen las preguntas. ¿Es la primera vez que se produce este tipo de aterrizaje de la CIA en Madrid? No. Ya lo hicieron en el mes de abril del pasado año. Entonces, ¿De quienes se trata? Según un artículo2 publicado el 6 de abril de 2005 en «Cubaencuentro», el sitio digital de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana3 -financiada generosamente por la CIA a través de la Nacional Endowment for Democracy (NED)-, el GCSRC había sido promovido por la Federación de Trabajadores de Plantas Eléctricas (FSPEGA)4, con sede en Miami.
En todo caso, ¿quiénes son estos
Un segundo botón con confesión de parte: En el número 353 de la Revista Lux6, correspondiente a Junio-Septiembre de 1999, en un artículo de su director Calixto Campos, bajo el título «Un poco de historia» puede leerse: «Los trabajadores eléctricos, dentro de nuestra Gloriosa Federación de Plantas Eléctricas, Gas y Agua, se enfrentaron desde el primer momento al régimen comunista de Fidel Castro. He aquí algunos de los principales acontecimientos (…) Noviembre 30 de 1960: Como resultado de las bombas colocadas en los registros de la compañía Cubana de Electricidad, por el Movimiento 30 de Noviembre, gran parte de la ciudad de La Habana quedó a oscuras, faltando en algunos barrios el fluido eléctrico durante más de 24 horas. Los registros donde se habían colocado las bombas y explotaron fueron los situados en las calles Diaria y Águila; Zulueta y San José; San José y Consulado; Galiano entre Neptuno y Concordia; Enna y Justicia; Antón Recio entre Diaria y Puerta Cerrada; Alambique entre Vives y Esperanza; Concordia # 153 y Santa Emilia 24 (…) Diciembre 27 de 1960: En el edificio de Carlos III No. 666, ocupado por las oficinas principales de la compañía Cubana de Electricidad, hizo explosión una bomba de gran potencia en los sótanos de la misma (…) más tarde fueron encontradas dos potentes bombas en la Planta de Tallapiedra».
No es casual que estos mismos terroristas cubanoamericanos, que ahora aterrizan en Madrid, apoyaran resueltamente el secuestro en Estados Unidos del niño cubano Elián González en 1999 y que, posteriormente, realizaran violentas protestas callejeras7, impidiendo el tráfico frente al Puerto de Miami, cuando el gobierno estadounidense, en cumplimiento de una decisión judicial, decidió que el niño viajara a Cuba junto con su padre en el año 2000.
Por sus dineros los conoceréis
Y la pregunta que se cae del techo: ¿Quién financia a FSPEGA y al GCSRC? Los mismos que los financiaban abiertamente en la década del 60 -los servicios de inteligencia de los Estados Unidos-, lo único que ahora con una hoja de parra que han dado en llamar Nacional Endowment for Democracy. Baste decir que el gobierno de Estados Unidos, a través de la NED, entregó a FSPEGA $78,000 USD en el año fiscal 2004. Y por si fuera poco, en el año fiscal 2005, ampliaron los fondos y aplicaron una operación mucho más compleja para tratar de lavar el dinero de la CIA: la NED se prestó para canalizar $177,696 USD hacia FSPEGA y $213, 108 USD para financiar el GRSCC, procedentes de un llamado «Fondo Especial para Cuba» del Departamento de Estado. Coincidirán conmigo que estamos en presencia de unos pobres y auténticos
El propósito del nuevo aterrizaje
El pasado 21 de febrero, la emisora estadounidense Radio Martí daba cuenta que, el GCSRC, ha programado celebrar su segundo encuentro en Madrid en los primeros días de mayo. Según esa emisora, «en esta ocasión se discutirá sobre la eventual responsabilidad jurídica de los inversionistas en Cuba y del régimen ante tribunales y otras instancias jurisdiccionales». Es decir, una manera
Después de todo, es algo que el gobierno de Estados Unidos ha intentado de diversas formas desde que aprobaron la Ley Torricelli en 1992 y posteriormente con la Ley Helms Burton de 1996. Vale recordar que en esa década -cuando pensaban que era cuestión de días la caída de la revolución cubana, y Jorge Mas Canosa y Carlos Alberto Montaner andaban en campaña presidencial-, ambos firmaron y enviaron amenazas veladas y desveladas, a los empresarios españoles con inversiones en Cuba, sobre lo que les ocurriría en el post castrismo. Es decir, que ahora se trata del mismo collar con otros perros.
Solo queda preguntarle al gobierno español si -en interés de mejorar las relaciones con el gobierno de Bush-, permitirá, una vez más, que aterrice impunemente en el aeropuerto de Madrid, una banda de terroristas confesos que vienen con el propósito expreso de dinamitar los intereses del empresariado y las empresas españolas. Observaremos su respuesta
1 Grupo por la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba (GRSCC).
2 Artículo «Sindicalistas debaten en Madrid sobre la responsabilidad social de las empresas con inversiones en Cuba», 6 de abril de 2005.
3 La Asociación Encuentro de la Cultura Cubana (Cuban Culture Encounter Association), que dirige en Madrid Annabelle Rodríguez, recibió en 2005 la suma de 200.000 dólares US de un Fondo Especial para Cuba del Departamento de Estado, a través de la NED.
4 Federación Sindical de Plantas Eléctricas, Gas y Agua (Federation of Electric, Gas and Water Plants in Exile)
5 Calixto Campos Corona. Artículo «Sagrado deber». Revista Lux. Enero/Febrero 1996. Número 337. págs. 3-4. Nota: se respetó la forma en que apareció en el original.
6 Esta revista es el Órgano oficial de la FSPEGA.
7 Véase Revista Lux. Número 354. Enero-Febrero 2000, págs. 2 y 55.