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Felipe González y la energía nuclear

Fuentes: Rebelión

Recientemente Felipe González publicó en el diario «el País» un artículo sobre la energía nuclear. En él, plantea la necesidad de recuperar la misma en España. Es un planteamiento más de los muchos que se están produciendo en el campo de lo que llamaríamos el social liberalismo que comenzó con el secretario general de CCOO, […]

Recientemente Felipe González publicó en el diario «el País» un artículo sobre la energía nuclear. En él, plantea la necesidad de recuperar la misma en España. Es un planteamiento más de los muchos que se están produciendo en el campo de lo que llamaríamos el social liberalismo que comenzó con el secretario general de CCOO, siguió con Almunia y termina con Felipe González.

En estos años, hemos comprobado transformaciones personales increíbles, desde el carismático paisano mío Jiménez Losantos, que de militar en Bandera Roja en sus años de profesor de instituto en Cataluña a convertirse en vocero de la extrema derecha a través de la COPE, El Mundo o libertad digital. Mismo caso tenemos con el «historiador», así se define Pío Moa, que en sus tiempos jóvenes militó en grupos de extrema izquierda para convertirse en el historiador y apologeta del franquismo.

Felipe no ha sufrido una transformación tan radical pero casi. Desde sus discursos de izquierda para ganar las elecciones a sus practicas de derecha cuando ha gobernado, caso emblemático es su defensa electoral «de entrada OTAN NO» para posteriormente ser «OTAN SI». Recordemos su insistencia en modernizar el país y que indefectiblemente pasaba por la desaparición de los monopolios públicos, Endesa, Repsol, etc, con la justificación de ser más competitivos en manos privadas, para acabar ahora defendiendo a «los campeones nacionales» que no son otra cosa que monopolios privados. Está clara la política de prestidigitador de Felipe y su nula credibilidad. Ahora nos plantea la vuelta a la energía nuclear. Puedo entender este cambio, todos nos transformamos, pero desde luego sus argumentaciones son de una pobreza intelectual que rayan en el paroxismo. Cuando hay mucha gente que cambia de posición respecto a la energía nuclear me ha llevado a mi también a la reflexión de sino estaré equivocado. Después de un periodo de análisis y estudio me sigo reafirmando en el NO a la energía nuclear, tengo que decir que sigo siendo independiente, por eso así me ha ido.

Leyendo el artículo de Felipe González y su argumentación, cuando acabe dije: «joder, que simple es este hombre». Viene está expresión porque su argumentación se basa en tres aspectos: ante el cambio climático propone la energía nuclear como solución, dice que la seguridad ha aumentado muchísimo y es casi total, los residuos no son un problema.

Cuando en la década de los setenta y ochenta, con el eslogan «¿Energía nuclear? No gracias», se buscaba una planificación y una política energética seguras que no dejaran a las futuras generaciones toneladas de residuos radioactivos peligrosos y que hipotecaran el desarrollo .

Está claro que el cambio climático es un hecho, pero debemos preguntarnos y respondernos:

¿Quién es el responsable del cambió climático? La respuesta es clara, el capitalismo neoliberal actual que solo plantea un desarrollo insostenible y depredador, crecer por crecer para el beneficio y grandeza de unos pocos.

¿Debemos cambiar nuestro modelo económico? Es claro que sí, porque cuanto más tardemos peor serán las consecuencias y más complicadas las soluciones.

¿Qué modelo se debe desarrollar? Un modelo económico basado en la sostenibilidad ambiental y humana, el ahorro, el reciclaje y ser respetuoso con el ser humano, «hacer más con menos».

¿Con estas políticas neoliberales actuales de nuestros gobiernos tenemos solución? No, porque aunque son conscientes del cambio climático por lo menos de palabra, no se plantean el cambio de modelo económico neoliberal que es el causante del deterioro actual. No podemos seguir aumentando la producción energética, es decir, haciendo crecer indefinidamente la oferta. Por ello, los defensores del neoliberalismo plantean como solución la energía nuclear, sin darse cuenta que se debe trabajar en la reducción de la demanda, porque el aumento continuado de oferta nos lleva al desastre. En el mundo actual no sólo hay un problema energético sino también del agua por su mal uso. Veremos continuamente conflictos por el agua, el problema que lo causa es también el modelo neoliberal imperante.

Es un paso que desde el poder, se constate que existe el cambio climático, pero no es de recibo que las soluciones que se nos proponen lleven el signo neoliberal, que es el causante del desastre que vivimos, siendo la causa y nunca la solución. Veamos dos ejemplos, el problema del agua lo ha creado el desarrollo descontrolado neoliberal con su continuado derroche hídrico y con sus procesos de contaminación. Nos proponen como solución la privatización del agua, así, las multinacionales obtendrán grandes beneficios, Coca Cola, Pepsi Cola, Vivendi, Suez, Betchel, etc, que la consideran un negocio y no un derecho del ser humano. Nunca nos plantean medidas de ahorro, ni inversiones en limpieza de contaminación, etc, Las multinacionales son un ejemplo de malas prácticas, ejemplos Worldcom, Enron, Parmalat, ¿cómo podemos dejar nuestro futuro en sus manos?

El segundo ejemplo es el energético, proponiéndonos con todo descaro la energía nuclear: ¿Es limpia la energía nuclear? ¿No contamina? La respuesta es clara.

El segundo aspecto que defiende Felipe González es que la energía nuclear es más segura actualmente. Nunca debemos olvidar Chernobil, Three Mills. No hay que dejar de reconocer que la seguridad ha mejorado pero desde mi punto de vista no a unos niveles que nos garanticen la seguridad. Esto es así y veamos ejemplos concretos. En el verano de 2005, la central de Vandellós II tuvo que parar por una avería. Se realizó su reparación y se autorizó nuevamente su funcionamiento, cuando se era consciente que la reparación estaba mal hecha lo que provoco una situación gravísima ¿Qué hubiera ocurrido sino se llega a controlar lo que estuvo a punto de suceder? ¿Son seguras? ¿Es esta la seguridad que nos ofrecen? Otro ejemplo está en Francia el país más nuclearizado del mundo. Hoy más de la mitad de sus centrales nucleares presentan problemas graves y no se solucionan.

Cuando ya llega al absurdo Felipe González, es cuando se despacha con los residuos nucleares, diciendo que son un problema mínimo. Hace falta tener cara para decir esto. Tenemos una gran cantidad de material radioactivo almacenado que se conserva en las centrales nucleares de malas formas y que no se sabe que hacer con ellos con las graves consecuencias que generan como contaminación nuclear. En 2010, tienen que regresar a España los residuos radiactivos de Vandellós I que fueron desplazados a Francia. El coste de estos residuos es de 57.000 euros diarios. Hoy en España se siguen sin resolver los problemas de residuos nucleares con miles de toneladas, lo mismo sucede en el resto del mundo, no minimicemos este gravísimo problema.

Una vez más me reafirmo en mi posición de NO a la energía nuclear, porque sigue siendo peligrosísima y porque además no nos soluciona ninguno de los problemas energéticos que tenemos, no pasan por aumentar la oferta sino que hay que reducir la demanda, el lema «producir más con menos» es el lema. A todos esos apologetas de la energía nuclear que utilizan sistemáticamente los medios de comunicación desde los que nos lanzan sus soflamas tienen el reto de abrir un debate real en el que los partidarios de una u otra tengamos las mismas oportunidades. Hoy más que nunca un grito debe recorrer todo el mundo. NO A LA ENERGIA NUCLEAR.