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Festejos sin Castro

Fuentes: IPS

El aplazado festejo por el cumpleaños 80 del líder cubano Fidel Castro se inició con la asistencia de unas 1.500 personalidades de unos 80 países y otros tantos representantes de diversos sectores de este país, pero con la ausencia del homenajeado. «Estaba ante un dilema: no podía reunirlos en un pequeño local. Sólo en el […]

El aplazado festejo por el cumpleaños 80 del líder cubano Fidel Castro se inició con la asistencia de unas 1.500 personalidades de unos 80 países y otros tantos representantes de diversos sectores de este país, pero con la ausencia del homenajeado.

«Estaba ante un dilema: no podía reunirlos en un pequeño local. Sólo en el teatro Carlos Marx cabían todos los visitantes, y yo no estaba todavía en condiciones, según los médicos, de afrontar tan colosal encuentro», afirmó Castro en un mensaje leído la noche del martes, al inicio del concierto organizado por Cuba para los asistentes al homenaje.

La sala, con unas 5.000 lunetas, se llenó de ansiosos por ver reaparecer a Castro, en el poder desde 1959 y cuatro meses ausente de la escena pública por una enfermedad.

La expectativa transitará ahora por cada una de las actividades previstas para los próximos días, pero la mayoría de las apuestas se concentran en el desfile militar de este sábado 2 de diciembre.

«La fecha fijada por el propio Fidel para su cumpleaños fue el 2 de diciembre. Ese es el día», dijo Rey del García, ingeniero de 42 años.

El desfile militar en la Plaza de la Revolución estará lleno de simbolismos: será en el sitio donde Castro ha pronunciado la mayoría de sus discursos, escenario de grandes acontecimientos de la Revolución Cubana y de la celebración del 50 aniversario del desembarco del yate Granma.

A bordo del Granma, Castro y un grupo de hombres viajaron a Cuba desde México para iniciar la insurgencia que culminó en el triunfo del 1 enero de 1959.

Casi todos los rumores en las calles de La Habana apuntan en esa dirección y aseguran que Castro reaparecerá en la Plaza de la Revolución en traje verde oliva y que, quizás, inaugure el desfile sentado en un vehículo militar. «Si no aparece ahora, va a ser muy duro», añadió García.

Nadie pierde de vista el desfile en una ciudad alterada desde hace más de una semana por los ensayos de la primera demostración militar en 10 años. Salvas de artillería al amanecer, calles bloqueadas al tráfico y un anuncio de que la Biblioteca Nacional (a un costado de la Plaza) estará cerrada siete días por fumigación, matizan la cotidianidad.

Las autoridades se muestran cautelosas ante lo que califican una lenta recuperación del mandatario.

La expectativa crece con el paso del tiempo entre los seguidores entusiastas de Castro, pero también entre los más diversos sectores de la sociedad civil cubana, los grupos de la oposición política e, incluso, entre quienes prefieren hacer su vida y vivirla lo mejor posible, sin comprometerse con nadie.

Según supo IPS de fuentes cercanas al gobierno, autoridades del gobernante Partido Comunista informaron en una reunión preparatoria con los invitados cubanos a los festejos, que Castro estará presente en el desfile militar, que debería durar alrededor de una hora.

Mientras el ministro de Cultura, Abel Prieto, aseguró que «no podía anunciar nada», la primera esposa del pintor Oswaldo Guayasamín, Maruja Monteverde, fue más optimista sobre la presencia de Castro en la clausura del homenaje: «lo vamos a ver el último día».

Sin embargo, la despedida del mensaje del martes pone en duda esta posibilidad. «Me despido con gran dolor por no haber podido darles personalmente las gracias y abrazar a cada uno de ustedes», escribió el homenajeado.

La iniciativa de la ecuatoriana Fundación Guayasamín había sido prevista para la semana del 13 de agosto, pero fue pospuesta por Castro el 31 de julio en un mensaje en el que anunciaba que había sido intervenido quirúrgicamente y que su lenta recuperación lo alejaría de sus funciones al frente del país.

Ahora, a más de 100 días de aquel anuncio, el mandatario cubano aseguró sentirse «abrumado» por tanto homenaje y envió un mensaje a todos los participantes en las actividades organizadas por la fundación encargada de preservar el legado del que fuera para él un entrañable amigo, el pintor Oswaldo Guayasamín (1919-1999).

Castro no se presentó al acto de entrega de una donación de 60 piezas gráficas del ecuatoriano a Cuba, ni a la inauguración de una obra restaurada en el centro histórico habanero, ni al concierto nocturno ofrecido por artistas cubanos, pero tampoco lo hizo su hermano Raúl, presidente interino y ministro de las Fuerzas Armadas.

Como en tantos otros momentos de la historia reciente, Castro logra mantener su posición de protagonista, a pesar de la ausencia.

Además del agradecimiento y la inevitable recordación de su amistad con Guayasamín, Castro no perdió la oportunidad de dar una muestra más de su apoyo al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y de sumar un granito al muro de enfrentamientos con el mandatario estadounidense George W. Bush.

«Nos encontramos frente a un adversario que ha conducido a Estados Unidos a un desastre de tal magnitud que casi con seguridad el propio pueblo norteamericano (estadounidense) no le permita concluir su mandato presidencial», aseguró Castro, opositor acérrimo de «la guerra preventiva» contra el terrorismo promovida por Bush.

A Chávez le dijo que al adoptar un programa integral de ahorro de energía podrá convertirse «en el más prestigioso defensor mundial del medio ambiente»

«El hecho de ser Venezuela el país de mayores reservas de petróleo (sic) es de enorme trascendencia y te convertirá en un ejemplo que arrastrará a todos los demás consumidores de energía a hacer lo mismo, ahorrando sumas incalculables de inversión», aseguró Castro.

«Si los países industrializados y ricos lograran el milagro de reproducir en el planeta, dentro de varias decenas de años, la fusión solar, destrozando antes el medio ambiente con emanaciones de hidrocarburos, ¿cómo los pueblos pobres, que constituyen la inmensa mayoría de la humanidad, podrán vivir en ese mundo?», reflexionó en el mensaje leído.

«Tenemos el deber de salvar nuestra especie», aseveró el mandatario cubano.

El homenaje de la Fundación Guayasamín se extenderá hasta este viernes e incluye el coloquio «Memoria y futuro: Cuba y Fidel», la exposición «Un abrazo de Guayasamín a Fidel», y el concierto «Todas las voces todas», con la participación de bandas y cantantes de varios países, entre ellos el cubano Silvio Rodríguez.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=39487