Once supuestos islamistas, diez de nacionalidad española y uno La noticia irrumpió en todos los informativos con la misma espectacularidad con que fue ejecutada la operación policial. A partir de que el gobierno español hiciera pública la operación, los medios de comunicación la reprodujeron sin que en ninguno se cuestionaran objetivos o resultados, tampoco la […]
La noticia irrumpió en todos los informativos con la misma espectacularidad con que fue ejecutada la operación policial.
A partir de que el gobierno español hiciera pública la operación, los medios de comunicación la reprodujeron sin que en ninguno se cuestionaran objetivos o resultados, tampoco la forma, presentando como éxito policial sin precedentes lo que a simple vista parece una ridícula puesta en escena de otra idiota representación sobre la amenaza terrorista que nos acecha, muy similar a la montada en Londres, meses atrás, cuando una peligrosísima célula terrorista fue detenida a punto de hacer estallar diez aviones en pleno vuelo, alarma aquella que sirvió para esconder la destrucción de El Líbano a manos de Israel, para que Blair ganara algunas adhesiones y para que todos nos sintamos amenazados y, en consecuencia, sigamos dando carta blanca a los canallas que han conducido el mundo al borde del caos.
Ignoro a qué fin sirva la reedición de la alarma, ahora en Ceuta, pero detrás de la detención de ese grupo de personas, no hay nada, absolutamente nada, sólo humo.
El periódico digital El País informaba al respecto: «Once supuestos islamistas, diez de nacionalidad española y uno marroquí, fueron detenidos en la madrugada de ayer en la conflictiva barriada de Príncipe Alfonso de Ceuta, durante una espectacular operación policial ordenada por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. El grupo está supuestamente relacionado con la organización Al Haraka Salafiya Yihadia, vinculada a Al Qaeda, algunos de cuyos miembros, aunque no los detenidos, estuvieron implicados en los atentados del 11-M y de Casablanca. Los detenidos estaban bajo observación policial desde marzo de 2005, cuando se detectó que realizaban labores de proselitismo yihadista en la mezquita conocida como Darkawia. La operación, en la que han participado 300 policías, se puso en marcha cuando se supo que el grupo se planteaba «pasar a la acción» e ideaba planes «muy incipientes» para cometer atentados contra un polvorín militar situado en la fortaleza del Monte Hacho y contra el recinto ferial de la ciudad. Entre los detenidos están dos hermanos del vecino de la ciudad norteafricana que estuvo preso en Guantánamo tras ser detenido por fuerzas de EE UU en Afganistán».
-Primer apunte que se cita sobre la peligrosidad de los detenidos:
Los detenidos vivían en un «conflictivo» barrio musulmán, adjetivo que se usa dos veces en la crónica, tantas como se cita el barrio. Es posible, y sólo es una conjetura mía, que los detenidos hubiesen preferido vivir en el hotel Meliá o en la Gran Vía, pero hasta donde uno cree, todavía no es delito vivir donde se pueda y no siempre uno puede elegir el lugar de residencia.
-Segundo apunte
El grupo de supuestos terroristas, según se dice, está supuestamente conectado con la supuesta organización Al Haraka Salafiya Yihadia que, también como supuesto, está unida a la supuesta Al Qaeda del supuesto Bin Laden que primero fue Ben… cuando no se suponía tanto.
-Tercer apunte
Dice El País que algunos miembros de la mentada organización Al Haraka estuvieron supuestamente ligados a los atentados del 11-M y de Casablanca…aunque, se aclara en la nota, no ninguno de los detenidos.
-Cuarto apunte
«Los detenidos estaban bajo observación policial desde marzo de 2005, cuando se detectó que realizaban labores de proselitismo yihadista en la mezquita conocida como Darkawia».
O lo que es lo mismo, que iban a la iglesia.
Siempre he creído que ir a la iglesia, así sea una mezquita, es una pérdida de tiempo, pero me parece excesivo que se considere delito, aún y cuando hagan «proselitismo» en el templo. Al fin y al cabo ¿no es proselitismo, precisamente, lo que se hace en los templos?
-Quinto apunte
La operación -repite El País- se puso en marcha cuando se supo que el grupo se planteaba «pasar a la acción» e ideaba planes «muy incipientes» para cometer atentados contra un polvorín militar situado en la fortaleza del Monte Hacho y contra el recinto ferial de la ciudad.
Curiosamente, a los detenidos no se les encontraron armas, no se les encontraron explosivos (ni siquiera líquidos), tampoco planos o apuntes de atentado alguno. Lo único que la Policía les ha intervenido, tras registrar sus domicilios, la mezquita y una peluquería propiedad de uno de ellos es «abundante documentación, dinero, teléfonos móviles y libros en árabe».
Que tuvieran libros en lengua árabe, incluyendo varias copias del Corán, no parece tan extraño tratándose de árabes, incluyendo los diez españoles nacidos en la colonia africana. Lo sospechoso, supongo, es que tuvieran libros en finlandés pero, aún en ese caso, sigue sin haber delito. Como no veo qué de extraño tenga que en sus casas encontraran «abundante documentación» que no se aclara ni explica, dinero en efectivo o teléfonos móviles. Lo raro es que no les encontraran televisores, una lavadora, una plancha, una escoba… Dudo que en el Estado español haya una sola casa en la que no aparezca abundante documentación, dinero, móviles, o libros.
-Sexto apunte
Seguía diciendo El País: «Todos los detenidos tienen en común el seguimiento ortodoxo de los ritos islámicos, «eran barbitas», en referencia a la barba que lucen con orgullo los jóvenes islamistas».
Y de nuevo la perplejidad. ¿Es delito llevar barbita? ¿Se puede llevar bigote? ¿Y perilla? ¿Interrogará Garzón a Rajoy por ello? ¿Constituye delito ser ortodoxo en los ritos religiosos? ¿Se pronunciará al respecto la Conferencia Episcopal Española?
-Séptimo apunte
Insiste El País: «Además, frecuentaban la misma mezquita, la de la calle San Daniel».
De nuevo nos encontramos frente a un presunto e insólito delito: ir a la misma iglesia. Que sean árabes no quiere decir que sean idiotas y si su propósito era reunirse para hacer proselitismo, lógicamente, no iban a quedar en templos distintos para no encontrarse. Supongo que también levantaría sospechas que todos quedaran de acuerdo en reunirse a la misma hora, que hasta para eso son fanáticos.
-Octavo apunte
Repite El País y la generalidad de los medios de comunicación: «Según aseguran fuentes de la lucha antiterrorista lo que decían los detenidos es que había que hacer algo en Ceuta».
Presumo que, en estos momentos, no hay un musulmán en el mundo que no esté de acuerdo en «hacer algo». Y no sólo musulmanes. En todo el planeta Tierra hay millones de mujeres, de negros, de ecologistas, de desempleados, de hambrientos, de enfermos, de jóvenes, dispuestos a «hacer algo». Y querer «hacer algo», pensar «hacer algo», hablar de «hacer algo»…es, desgraciadamente, no hacer nada. Al menos no hasta que ese algo se defina, como lo definieron los Bush, los Blair y los Aznar cuando, en lugar de «hacer algo» decidieron hacer la maldita infamia que hoy desangra al mundo.
-Noveno apunte
Habla El País, a partir de sus fuentes, de que «la operación ha conllevado la detención de los hermanos Yusef y Mustafá Abderraman Ahmed, éstos a su vez hermanos de Hamed Abderrahaman Ahmed, Hamido, el español que pasó dos años en la base de Guantánamo, y que suele pasar largas horas con otros jóvenes en las playas de Ceuta relatando sus peripecias por Afganistán y las penalidades que pasó en la cárcel irregular montada por EE UU en la base militar de la isla cubana».
Y de nuevo el asombro. ¿Es ilegal ser hermano de una persona secuestrada y confinada ilegalmente en el ilegal campo de concentración que Estados Unidos tiene montado ilegalmente en Cuba? ¿Es delito que el torturado que pasara dos años en Guantánamo pase largas horas con otros jóvenes en las playas de Ceuta? ¿Es ilegal que cuente su experiencia, que narre el horror que tuvo que vivir en ese vergonzoso gulag levantado impunemente ante los ojos del mundo y todavía abierto?
-Décimo apunte
Reitera El País en su crónica: «Dos de ellos ya fueron detenidos por las autoridades marroquíes el mes pasado por vinculación con el terrorismo islámico, aunque quedaron posteriormente en libertad sin cargos.»
¿Qué dos de los detenidos fueron detenidos el mes pasado y puestos en libertad sin cargos? ¿Y qué pasa, que la policía y la justicia de Marruecos no sirve, no colabora o, peor aún, que es cómplice de los terroristas? ¿Qué es por culpa de la ineptitud marroquí que deben arriesgarse vidas españolas en operaciones tan peligrosas, sólo comparables a la toma del Peñón del Perejil?
Y al frente de semejante operación u opereta, llamada Duna, trescientos policías que llegan a Ceuta desde Madrid en el ferry Ciudad de Málaga, (para pasar desapercibidos), y que, según los mismos medios y El País, se desplegaron por toda la ciudad durante la noche, hasta cortar a las cuatro de la mañana los accesos a la conflictiva barriada en la que se llevaron a cabo las detenciones y entrar en las casas rompiendo las puertas a mazazos.
Rubalcaba, ministro español del Interior, mostraba su júbilo por haberse adelantado no sólo a los delincuentes, incluso al delito también. Y a nadie debería sorprender tanta precipitación por preservar la paz y el orden. Si son lícitas las guerras preventivas, también deben ser legales las detenciones preventivas, las acusaciones preventivas, las torturas preventivas y las «noticias» preventivas.