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España es “el principal exportador de municiones” en África Subsahariana

España y su tramposa cooperación con África

Fuentes: Canal Solidario-OneWorld

La conclusión de Intermón Oxfam en su informe anual La Realidad de la Ayuda es clara: en la mitad de su legislatura, el Gobierno de Zapatero ha hecho esfuerzos positivos en materia de cooperación al desarrollo pero aún quedan muchas cuestiones que resolver como la coherencia entre políticas, la separación entre condonación de deuda externa […]

La conclusión de Intermón Oxfam en su informe anual La Realidad de la Ayuda es clara: en la mitad de su legislatura, el Gobierno de Zapatero ha hecho esfuerzos positivos en materia de cooperación al desarrollo pero aún quedan muchas cuestiones que resolver como la coherencia entre políticas, la separación entre condonación de deuda externa y cooperación oficial española al desarrollo, y el tratamiento a temas como la inmigración.

Según Intermón Oxfam, la ayuda oficial española ha aumentado hasta alcanzar casi los 2.500 millones de euros y el porcentaje del PIB destinado a cooperación al desarrollo ha pasado del 0,24% al 0,27%. «Sin embargo, el objetivo era alcanzar en 2005 el 0,31% para así cumplir el compromiso del PSOE de llegar al final de la legislatura al 0,6% del PIB», explica Marta Arias, coordinadora de campañas de la ONG.

«España no ocupa el lugar que le corresponde en el ranking de donantes» ya que en la actualidad está «en el quinto lugar por la cola» en el conjunto de estos países, apunta Arias, que advierte que uno de los principales retos del Gobierno español en materia de cooperación es mejorar la calidad de la ayuda y no caer en contradicciones entre sus medidas de ayuda y el resto de sus políticas.

Cooperación interesada

Ejemplo de esto es el llamado Plan África, una iniciativa que el Gobierno impulsó en verano de este 2006 para apoyar el desarrollo de África Subsahariana y controlar la inmigración irregular que llega de esta región. En opinión de Intermón Oxfam, esto refleja un compromiso por parte del Gobierno de Zapatero, aunque es necesario mirar la «letra pequeña» para comprobar que muchas de las medidas son «cortoplacistas».

Según Marta Arias, el plan «tiene medidas apresuradas» y parece más «un plan de África para España que un plan de España para África», que pone más atención al ‘efecto llamada’ que al ‘efecto huida’. Esto es porque esta iniciativa «atiende a las necesidades energéticas y de diversificación de fuentes de la economía española, a la importancia de asegurar pesca para proveer nuestro mercado y a la actividad de las empresas armadoras de pesca y el sector naviero español», advierte Arias.

Venta de armas

Entre las contradicciones que presenta el Plan África destacan casos concretos como el de Senegal, que ha firmado acuerdos con España para recibir inmigrantes deportados a cambio de ayuda para el desarrollo; o el hecho de que España sea en estos momentos «el principal exportador de municiones» en África Subsahariana y venda armamento a países en conflicto o cuyos países vecinos viven situaciones de violencia.

Además, países de la zona reciben créditos en calidad de ayuda que les generan aún más deuda externa y los convierten -como en el caso de Uganda y Camerún- en «donantes netos de la economía española».

El arma de la deuda

Además de analizar el Plan África, el informe La Realidad de la Ayuda de este año muestra su preocupación por «el peso que el alivio de la deuda tiene en la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) española».

En el primer año de ejecución del Plan Director 2005-2008 de cooperación española, la ayuda al desarrollo ha aumentado «en términos absolutos en un 22,3%» y la ayuda humanitaria se ha duplicado hasta llegar a 108 millones de euros. Sin embargo, «el 20% del total de la AOD española en 2005 corresponde a las operaciones de cancelación de deuda externa» que, según Intermón Oxfam, asciende a 502 millones de euros.

Como explica la ONG, se trata de unas cifras que reflejan la tendencia a nivel mundial ya que en la esfera internacional la ayuda durante 2005 aumentó un 30% contabilizando el alivio de la deuda. «Las cifras de ayuda global están infladas y se reducirían al 9% si se descontara la condonación de deuda de países como Irak y Nigeria», apunta Marta Arias.

Ayuda condicionada

Para cambiar esta situación, el Gobierno español se enfrenta al gran reto de apostar por una cooperación al desarrollo de calidad.

Asimismo, la ONG insta a poner fin a la ayuda ligada a la contratación de bienes y servicios de empresas españolas como fórmula de ayuda al desarrollo -créditos FAD- porque empobrece aún más a países empobrecidos y endeudados y crea realidades como la de Camerún, que en 2005 sólo dedicó el 1,2% del PIB a sanidad pero pagó a España más de 4,5 millones de euros en la devolución de créditos FAD.