Representantes del Movimiento pro Amnistía opinaron ayer que el acto político que tienen previsto celebrar el próximo 6 de enero en el velódromo de Anoeta de San Sebastián no debería ser prohibido y defendieron la necesidad de que continúe abierto el proceso de paz. Tanto Xavier Izaga como Idoia Muruaga insistieron ayer en rueda de […]
Representantes del Movimiento pro Amnistía opinaron ayer que el acto político que tienen previsto celebrar el próximo 6 de enero en el velódromo de Anoeta de San Sebastián no debería ser prohibido y defendieron la necesidad de que continúe abierto el proceso de paz.
Tanto Xavier Izaga como Idoia Muruaga insistieron ayer en rueda de prensa, en Bilbao, que este acto, convocado bajo el lema «Hitza eta erabakia, askatasunez» (Palabra y decisión, con la libertad), no tendría que ser «ilegalizado» y que su celebración es igual de válida que antes del atentado de ETA del pasado sábado.
«No debería haber problemas, y no los esperamos», afirmó Muruaga, quien recordó que la convocatoria del acto se realizó el pasado diciembre e insistió en que «sin ninguna duda» el proceso de paz debe continuar.
En este sentido, Izaga explicó que el acto de Anoeta pretende ser un «empuje de la sociedad para sentar unas bases que posibiliten que ese proceso sea verdaderamente democrático» sin que quepa «ningún tipo de violencia, pero tampoco de represión».
Añadió que se defenderá la necesidad de que todas las opciones políticas estén presentes en las próximas elecciones, así como el acercamiento de los presos a Euskal Herria o la amnistía, como medio para superar el conflicto.
Muruaga añadió que durante el acto no se van a presentar ideas «nada novedosas», que lo que se pretende es aportar «algo positivo para que esto siga adelante», al tiempo que apostó por el derecho a la autodeterminación.
Además, tuvo un recuerdo para el preso etarra Iñaki de Juana, en huelga de hambre desde el pasado noviembre, de quien dijo «van a matarle, y no se hace nada».
Junto a ambos también estuvieron en la rueda de prensa miembros de la cultura vasca que, según explicaron, han sufrido de forma directa o indirecta torturas y represión, y que respaldaron con su presencia hoy la celebración del acto de Anoeta.
Así, el escritor Edorta Jiménez insistió en que «en estos momentos tan duros y difíciles seguimos pensado que tiene que haber un camino» e hizo un llamamiento para que el citado acto se pueda celebrar.
Por su parte, el bertsolari Amets Arzallus, quien recordó sus viajes durante la infancia para visitar a un tío preso en Herrera de la Mancha o la vida de su padre como refugiado en Hendaya, abogó por la necesidad de una amnistía para solucionar el conflicto.
También intervinieron los escritores Eider Rodríguez, quien como familiar de presos reclamó la condición política de este colectivo; o Lander Garro, que insistió en la necesidad de construir un «verdadero marco democrático» para que la sociedad vasca pueda decidir lo que quiere ser libremente.
El escritor Abelín Linazasoro recordó las consecuencias físicas que le provocaron las torturas que dijo sufrió durante una detención de diez días, y recalcó que para una resolución definitiva del conflicto es «imprescindible» que se «respete la voz y la decisión de Euskal Herria».