Una de las preocupaciones más acuciantes para la humanidad de hoy en día consiste en la evolución de las condiciones naturales y ambientales en las cuales se desarrolla y aspira a perpetuarse. Había sido advertido, a partir de la Revolución Industrial, la capacidad del hombre para influir sobre estas condiciones, primero a nivel local y, […]
Una de las preocupaciones más acuciantes para la humanidad de hoy en día consiste en la evolución de las condiciones naturales y ambientales en las cuales se desarrolla y aspira a perpetuarse. Había sido advertido, a partir de la Revolución Industrial, la capacidad del hombre para influir sobre estas condiciones, primero a nivel local y, a medida que su actividad crecía en extensión e intensidad, cada vez más a nivel global. La radicalización de las condiciones climáticas extremas, como sequías, huracanes e inundaciones devastadoras; el calentamiento global con su secuela de derretimiento de los casquetes polares y la elevación del nivel del mar; la acelerada degradación de los suelos, son algunas de las peligrosas consecuencias que se afrontan en estas condiciones.
El reconocimiento del influjo de nuestros actos sobre la biosfera se ha visto lastrado por poderosos intereses económicos y políticos, que encuentran el mayor provecho en la explotación indiscriminada de los recursos naturales del planeta hasta el punto de poner en riesgo por escasez aquellos elementos que todavía impresionan por su aparente abundancia, como el agua, el aire puro o los suelos aptos para la actividad agrícola. A pesar de ello, los esfuerzos decididos de los científicos y muchas otras personas preocupadas por el futuro de nuestros ecosistemas han podido abrir paso, entre una apretada trama de obstáculos, a una mejor comprensión de los fenómenos de contaminación ambiental, cambio climático, etc., que crecen como lamentable impronta de nuestro paso por la tierra. A inicios de este mes de febrero se divulgaron conclusiones de uno de los estudios más completos sobre el tema, el del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (GIECC) auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas; se exponen en este informe los resultados de rigurosos estudios y análisis, confirmando de manera irrefutable que la irracionalidad de la actual actividad humana pone en peligro la continuidad de la vida en nuestro planeta, de la forma en que la concebimos hoy. Sin embargo, estos resultados no son inevitables, ni necesarios, para el desarrollo de una civilización más plena y satisfactoria que la actual.
A través de la tendencia conocida como desarrollo sostenible, científicos, filósofos, políticos y, en general, personas de todas las condiciones geográficas y sociales preocupadas por el devenir de nuestra sociedad, han intentado responder a la cuestión de lograr un progreso material y espiritual que no ponga en peligro la rama en que se sostiene la humanidad. Es posible apreciar lo complejo del multidisciplinario proyecto, que abarca desde facetas tecnológicas de avanzada hasta saberes ancestrales y tradicionales que adquieren una actualidad inusitada, pasando por prácticas comunitarias y educativas con el propósito de divulgar entre todas las personas el conocimiento de los problemas a enfrentar, promoviendo el necesario compromiso con su solución.
En Cuba, a escasos días del informe del GIECC, la Editorial Científico Técnica lanza Desarrollo sostenible y sus retos, durante las actividades de esta 16 Feria Internacional del Libro de La Habana. El título es el más reciente aporte de Gilberto Norberto Ayes -ingeniero civil y Doctor en Tecnología y Organización de la Construcción- al abordaje de aquellas aristas necesarias para comenzar a comprender este complejo concepto, que a su vez significa la mejor esperanza para el homo sapiens.
El origen del término, sus requerimientos, su conjugación con las crecientes necesidades de la sociedad, se plantean en Desarrollo sostenible…El texto, como se afirma en la contraportada, hace suya la demanda de buscar la necesaria armonía entre sociedad, economía y medio ambiente, quizás el más serio reto que ha encontrado el entendimiento humano. Si bien la situación actual se puede simbolizar mediante la artística representación de la portada, obra de Esteban Machado -una suerte de isla-arca, batallando entre las violentas ráfagas de una feroz tempestad- la voluntad de los moradores de la casa común puede orientarse por los elementos que la inteligencia permite apreciar, y la nave podrá ser guiada a puerto seguro.
El Dr. Norberto Ayes es también Profesor Titular del Instituto Superior Pedagógico para la Educación Técnica y Profesional (ISPETP) de Ciudad de La Habana. Ha impartido clases en universidades de Bulgaria y Brasil, y es solicitado para la lectura de conferencias sobre la temática ambiental. Uno de sus títulos anteriores, Medio ambiente, impacto y desarrollo, obtuvo el Premio de la Crítica Científico-técnica.