A las 7 de la mañana de ayer, una veintena de miembros de Greenpeace han accedido a la central térmica de Iberdrola en Pasaia. Un grupo de escaladores se ha descolgado de la chimenea donde están escribiendo el lema «STOP CO2«, el resto de activistas se mantiene en las puertas de la central con pancartas […]
A las 7 de la mañana de ayer, una veintena de miembros de Greenpeace han accedido a la central térmica de Iberdrola en Pasaia. Un grupo de escaladores se ha descolgado de la chimenea donde están escribiendo el lema «STOP CO2«, el resto de activistas se mantiene en las puertas de la central con pancartas de «PASAIA CIERRE YA» y «ITXI ORAIN PASAIA».
Iberdrola es una de las compañías que defiende el Protocolo de Kioto, apuesta por las energías renovables y ha criticado que el Plan Nacional de Asignación subvenciona, injustamente, al carbón. Sin embargo, en la actualidad mantiene tres centrales térmicas de carbón: la térmica de Guardo, ubicada en Velilla del río Carrión (Palencia), la térmica de Lada, ubicada en Langreo (Asturias) y la de Pasaia. En los planes de cierre de centrales térmicas de Iberdrola únicamente figura el grupo 3 de la central de Lada, a pesar de que estas instalaciones están completamente amortizadas y que la generación eléctrica a través del carbón es la que emite más CO2 por kWh producido.
«Para frenar el cambio climático hay que reducir las emisiones de CO2, y la forma más rápida es dejar de quemar carbón para producir electricidad» -ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace- «Iberdrola debe cerrar la central de Pasaia y dedicar sus recursos a las energías renovables».
Greenpeace invita a toda la ciudadanía a que se sume a la revolución renovable de Greenpeace (www.energia.greenpeace.es).
Nos enfrentamos a un grave problema como es el cambio climático producido por el uso de combustibles fósiles como el carbón. El pasado 2 de febrero el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) concluía que, si continuamos actuando como hasta ahora, es probable que durante este siglo las temperaturas medias globales suban entre 1,1°C y 6,4°C por encima de los niveles de entre 1980 y 1999. Esto no llevaría a más sequías, peligrosas olas de calor, inundaciones y huracanes más fuertes, al deshielo rápido de las capas de hielo y a una subida importante del nivel del mar.
«Ahora Iberdrola tiene la oportunidad de demostrar si la apuesta de por las renovables, el Protocolo de Kioto, la sostenibilidad y el medio ambiente es más que un elemento «decorativo» que inunda de imágenes de aerogeneradores sus informes y su publicidad » concluyó Montón.