El juez español Baltasar Garzón ha salido escaldado de su visita a Venezuela y por lo menos delante del Gobierno bolivariano ha perdido la credibilidad que pudo tener en América del Sur. La pasada semana, el juez español ofreció una conferencia ante la Confederación de Industriales, en Caracas, donde censuró la no renovación de licencia […]
El juez español Baltasar Garzón ha salido escaldado de su visita a Venezuela y por lo menos delante del Gobierno bolivariano ha perdido la credibilidad que pudo tener en América del Sur. La pasada semana, el juez español ofreció una conferencia ante la Confederación de Industriales, en Caracas, donde censuró la no renovación de licencia a un canal de televisión por parte del Gobierno bolivariano de Hugo Chávez.
La respuesta del Gobierno venezolano fue contundente. El vicepresidente, Jorge Rodríguez, recriminó a Garzón que en 1998 cerró el diario «Egin» por el mero hecho de ser de izquierdas, por lo que le recordó que «no está para dar lecciones de democracia a nadie».
«Este señor que cerró medios de comunicación y perseguía a militantes de izquierdas en España, viene aquí a dar lecciones de democracia. Viene aquí pagado, tarifado, a decir lo que quiere escuchar la oligarquía venezolana, pero aquí está este pueblo para responderle», comentó el vicepresidente.
«Es un payaso que se atreve a decir que aquí no hay libertad de expresión. Vino a decir que en Venezuela está afectada la libertad de expresión y ¿por dónde habló él?, ¿por un vasito de cartón?. Habló por medios de comunicación de Venezuela, por los medios de comunicación absolutamente opositores que no informan, sino que deforman. El Gobierno bolivariano respeta la libertad de expresión, pero exige respeto», declaró acto seguido.
«Mercenario de la palabra»
La presidenta del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, Luisa Estela Morales, también repudió a Garzón y lo calificó de «mercenario».
«Repudiamos al juez Garzón, ejemplo negativo de falta de ética y de moral de un juez. Vino como un mercenario a paralizarse con una posición. Venezuela no acepta un neocolonialismo que venga a usurpar», añadió.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro Moros, denunció la actitud de Garzón y dijo que ha sido «un cobarde». «Es una persona muy equivocada al tratar de equiparar a Chávez con una visión totalitaria, porque está luchando en contra de los abusos con dignidad y valentía frente a la visión del mundo de Aznar y de Bush. Nos ha dejado un sabor amargo al alinearse con los discursos de Aznar y de Bush. Es un mercenario de la palabra», comentó.