En Cuba el despertar del día en niños y jóvenes transcurre entre el alistarse para asistir a la escuela y la prisa por llegar temprano, todo se convierte en un hervidero de uniformes rojos y mostazas que indican el camino hacia la primaria o la secundaria. La normalidad para los padres cubanos es ver partir […]
En Cuba el despertar del día en niños y jóvenes transcurre entre el alistarse para asistir a la escuela y la prisa por llegar temprano, todo se convierte en un hervidero de uniformes rojos y mostazas que indican el camino hacia la primaria o la secundaria.
La normalidad para los padres cubanos es ver partir a los niños que acuden solos a sus centros docentes, caminando incluso, largos tramos donde no ocurre un secuestro, y ni siquiera un accidente. Los niños son cuidados por todos y les llaman las pupilas de la Revolución.
¡Qué diferencia con otras partes del mundo! Según datos publicados en Internet por «El Perfil», en Argentina el 80 por ciento de las madres cree que sus hijos están siendo privados de su niñez : los chicos de hoy juegan menos al aire libre, más con la computadora, y es muy difícil que sus padres los manden solos a la escuela.
Pero datos de la Organización Mundial de la Salud revelados en un estudio estiman que, en el mundo, cerca de 150 millones de niñas y 73 millones de niños sufrieron algún tipo de violencia sexual. Se calcula que, anualmente, un millón de niñas y niños son inducidos al mercado sexual.
En Cuba, una vez concluida la faena escolar, a partir de las cinco de la tarde, la televisión muestra en todos sus canales una programación exclusiva para menores, donde se enfatiza en los valores de la solidaridad, el amor, la amistad, las buenas relaciones humanas y los buenos modales.
Pero el juego es lo que más llama la atención a los infantes y muchos practican el béisbol o el fútbol en áreas deportivas o parques, pero en grandes urbes es común ver en las calles los juegos clásicos como el pon, las bolas, el trompo, la suiza, los escondidos, la chivichana, el burrito 21 y otros más.
Para nadie es un secreto que la educación en Cuba es gratuita, a todos los niveles, incluso para los estudios universitarios, extendidos ahora a los 169 municipios del país, donde ya asisten a distintos tipos de cursos el 67% de todos los jóvenes entre los 18 y 24 años.
En el país existen 13 700 escuelas, atendidas por 175 000 docentes graduados y 32 000 estudiantes de las escuelas pedagógicas, y la matrícula de estudiantes ronda por 3 300 000.
Nadie está excluido del sistema de educación de Cuba, en las montañas y zonas rurales es común ver escuelas con menos de diez niños a las cuales se le garantiza un módulo que comprende desde computadora, equipos audiovisuales, libros de textos, libretas y útiles escolares.
Los maestros laboran en primaria con 20 alumnos por aula y en secundaria con 15. En la conclusión de los grados terminales como: 6to, 9no ó 12, todos los educandos tienen la continuidad garantizada en los niveles superiores ó en escuelas técnicas, politécnicas o universidades.
La escuela garantiza la formación de valores y para ello establece vínculos con la familia y la comunidad a través de charlas educativas y reuniones de padres donde se informa el contenido docente del curso pero a su vez se conversa de temas problemáticos en el entorno.
No vivimos en la Isla de las maravillas, lo alcanzado hasta el momento es el fruto de más de 45 años de Revolución, se insiste mucho en la calidad y eso tiene que ver con la preparación y la vocación del docente, con las normas de cada centro educacional, con la vigilancia de las autoridades pertinentes y, ¿por qué no?, con la preocupación y ocupación de la familia.
Nos falta mucho camino por andar, pero lo que tenemos en Cuba es un logro para exhibir en el mundo entero, y eso, no hay por qué silenciarlo.
Nuria Barbosa León es periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba.