El próximo lunes 18 de agosto de 2008 se cumplirá el tercer aniversario de la histórica jornada en la que cientos de vecinos de Gamonal se echaron unidos a la calle para parar la construcción de aquel famoso parking proyectado para la avenida Eladio Perlado. Una infraestructura que supuestamente iba en beneficio de los vecinos […]
El próximo lunes 18 de agosto de 2008 se cumplirá el tercer aniversario de la histórica jornada en la que cientos de vecinos de Gamonal se echaron unidos a la calle para parar la construcción de aquel famoso parking proyectado para la avenida Eladio Perlado. Una infraestructura que supuestamente iba en beneficio de los vecinos de la zona y que en realidad encubría un proyecto de carácter especulativo que trató de imponerse a base de porras y pelotas de goma.
Aquel 18 de agosto de 2005, con nocturnidad y alevosía el Ayuntamiento de Burgos daba comienzo a la construcción de un parking en la avenida Eladio Perlado. Ya desde la primavera se sucedieron las protestas contra dicho proyecto; entre lo que los vecinos argumentaban era que se iba a destrozar una de las pocas zonas verdes con las que cuenta Gamonal, el paso de un río subterráneo por la zona y que el proyecto era de carácter especulativo, cuando podrían aprovecharse otros parking de la zona que se encuentran vacíos.
En todo momento el Ayuntamiento desoyó la voz de los vecinos afectados haciendo gala de su conocido «el parking se hace por cojones». Se estaba proyectado una infraestructura sin contar con sus supuestos usuarios e incluso imponiéndosela por la fuerza, a pesar de que a través de los medios de comunicación oficiales no dejaba de hablarse de diálogo.
Aquella jornada del 18 de agosto, cuando ya desde las 6 de la mañana el barrio fue tomado policialmente, quedó demostrado que las intenciones de los poderosos de la ciudad era hacer aquel parking, por las buenas o por las malas… E incluso si era preciso, por las muy malas: agrediendo a vecinos, insultando a quien se oponía a las obras y deteniendo arbitrariamente a quienes tomaron como cabeza de turco. Esto ya desde la mañana de aquel 18 de agosto.
No pudieron, y no han podido. Aquella tarde tras una asamblea vecinal de urgencia se partió en manifestación hasta el lugar donde se habían dispuesto las vallas. Hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños decidieron hacer frente a la policía que tomaba militarmente su barrio y echaron abajo las vallas para después enfrentarse a las cargas policiales con todo lo que tenían a mano. La resistencia se produjo desde la calle y desde las propias casas arrojando una lluvia de objetos a los mamporreros debocados que el Ayuntamiento había traído para imponer su parking.
Una resistencia que demostró que un barrio unido puede hacer frente a los poderosos gracias a la acción colectiva y la auto-organización desde la base. Aquella jornada no tuvo nada que envidiar a la histórica Batalla de Gamonal, aunque los que venían disparando (en ocasiones a bocajarro) no eran las tropas napoleónicas sino policías, en su mayor parte locales, algunos de los cuales no viven lejos de la avenida y siempre sentirán vergüenza por el trato que dieron a sus vecinos.
Atrás quedan los titulares del día siguiente en los que sin ningún pudor la prensa oficial trataba de salvar el expediente aludiendo a la presencia de «jóvenes radicales procedentes del País Vasco» o como la propia Subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, declaró, todo era una conspiración de anarquistas radicales que se habían infiltrado entre los vecinos.
Lo que esta señora sabe de sobra es que un puñado de anarquistas radicales y/o extremistas de izquierda no pueden poner ellos solitos una avenida patas arriba. Desde Subdelegación se recurría a la clásica fórmula para desunir a los participantes en un conflicto; crear mediáticamente buenos y malos. Esta forma de actuar responde al temperamento inquisitorial al que la titular de la Subdelegación nos tiene acostumbrados.
El sueño de la razón produce monstruos, Señora Subdelegada.
Lo cierto es que durante aquella noche una pistola reglamentaria de la policía se perdió, a un joven se le disparó una pelota de goma a quema ropa tras lo cual perdió el sentido, y otros tantos vecinos fueron detenidos.
Son muchas las iniciativas que se han realizado en apoyo a los encausados. Podemos citar esta, esta otra, e incluso esta.
Tras 3 años de aquellos hechos el Ayuntamiento de Burgos continúa mostrando sus ansias de revancha personándose como acusación particular en un proceso penal en el que solicita penas de 7 años de reclusión para los 8 vecinos detenidos aquella noche. Mucho más que la fiscalía, quien parece contentarse con penas de 18 meses de cárcel para cada uno de los encausados.
Un juicio que tiene previsto comenzar a partir del próximo 2 de octubre y en el que no se juzgará sólo a una serie de personas elegidas arbitrariamente, se pretende criminalizar la actitud de un barrio entero que se atrevió a desobedecer aquello que venía impuesto por los intereses de los poderosos.
Tres años después no podemos dejar a nuestros vecinos y compañeros solos, es el momento de hacer visible nuestra solidaridad, de ello depende que en un futuro puedan desarrollarse otra luchas y otros conflictos.
Un anarco que suele pasear por Gamonal
http://diariodevurgos.com/dvwps/avenida-18-de-agosto.php#comment-14833