«Comunidad» y lo subraya: «Comunidad va dos veces, al inicio y al final». Y es que esa es la fuerza que sostiene su propuesta. «El Feminismo Autónomo y Anarquista, ya no era suficiente», dice. «El año 2000 fue la pelea del pueblo boliviano por el agua contra la trasnacional Betchel y nosotras no estuvimos ahí […]
«Comunidad» y lo subraya: «Comunidad va dos veces, al inicio y al final». Y es que esa es la fuerza que sostiene su propuesta. «El Feminismo Autónomo y Anarquista, ya no era suficiente», dice. «El año 2000 fue la pelea del pueblo boliviano por el agua contra la trasnacional Betchel y nosotras no estuvimos ahí -ahí, que era justo donde había que estar- pero sí estábamos en los medios que sobreexplotaban nuestra imagen»…
Julieta es una creadora y no acepta que le digan «poeta», «cantautora» o «escritora» aunque es todas esas cosas, y más.
En octubre vino a Chile, invitada por la Colectiva Lésbica Feminista Moiras y el Fondo Alquimia. En su recorrido -Santiago y Concepción- entre los días 10 y 19, presentó su nuevo libro*, cantó -con una bella voz su poesía de amor-, participó en foros en poblaciones, en la Casa de Mafaldas, lesbianas feministas de Concepción, también en la Biblioteca de Santiago, y habló de Bolivia, del Feminismo Comunitario, de la Asamblea Feminista y su posturas frente al gobierno de «un hermano», Evo Morales, y no hubo quien no la entendiera porque Julieta no es una «intelectual», sino una feminista, lesbiana y comunitaria que se encuentra con las mujeres, las comprende y se comunica con ellas.
Muchas feministas autónomas no olvidamos a Mujeres Creando de los años 90. En el VII Encuentro Feminista Latinoamericano y De El Caribe, realizado en Cartagena de Chile (año 1996), Mujeres Creando fue una de las principales fuerzas para que tantas lográramos definir la Autonomía política y diferenciarla de la institucionalidad. Ellas denunciaron: «¡Cuidado, ahora el Patriarcado se disfraza de Mujer angurrienta de poder!», y su acción concitó la airada reacción de mujeres feministas que se retiraron indignadas (… se ve que se sintieron identificadas con la institucionalidad…).
¿Esas Mujeres Creando se dividieron luego?
Sí, fue en 2002, hace 6 años atrás. Lo personal es político, pero en este caso, si bien las influencias están, no tuvo que ver directamente el hecho de que ya no éramos pareja María** y yo. La separación de pareja fue el año 1998, y la división política de Mujeres Creando fue el año 2002. O sea que el grupo no se dividió por nuestra separación, sino por otras diferencias políticas. Creo que hay un hito que va marcando esa división. El año 2000 viajamos a una Megamuestra de Arte en el Museo Reina Sofía de España. Nos habían invitado a una muestra de Arte Contemporáneo Latinoamericano de vanguardia, y nos dieron dos salas para nosotras solas. La intelectualidad europea nos reconocía… o, tal vez, nos mostraba… pero ¿y el pueblo latinoamericano, especialmente el boliviano que era el nuestro, qué?… Sentí que estábamos metidas en un lugar que no era el nuestro o al menos no era el que varias de nosotras queríamos… Ahí se inicia la división y se termina en una triste reunión que dura un día entero, con mucho dolor…
¿Me quieres decir que se estaban trasformando en una elite feminista, aunque radical?
Más o menos. Un grupo, y un movimiento tienen que ser calidad, sí, pero también cantidad. Muchas veces llegamos a reuniones en las que se trataban cosas importantes para las mujeres y hombres bolivianos, y no nos conocían, no sabían de nosotras y nuestras propuestas. Yo no creo en un movimiento que se autodesigna vanguardia iluminada porque es con el pueblo que vamos a hacer lo que hay que hacer…
¿Cuándo y por qué surge la Asamblea Feminista?
Después de la división de Mujeres Creando, la comunidad se vuelca a los sectores populares y organizaciones sociales de las mujeres. Con mucha paciencia desde abril del 2002 fuimos construyendo relaciones con mujeres de los barrios y también de El Alto. El año 2003 cuando se da la insurrección nos encontramos con estas mujeres en las calles luchando contra el neoliberalismo y la recuperación de los recursos naturales para nuestro pueblo. Ahí las compañeras se dieron cuenta de que nuestro feminismo no era de show ni para la tele, ni tampoco for export, que en realidad nosotras éramos feministas para nuestro pueblo, desde nuestro pueblo. Desde ese tiempo, nos seguimos reuniendo en el café «Carcajada» y nació la Asamblea Feminista que es una coordinación de diversos colectivos y feministas sueltas.
DEFINICIÓN DE PATRIARCADO Y LA LIBERACIÓN DE TODAS Y TODOS
«Un sistema de opresiones que oprime a la Humanidad entera en base al modelo de opresión de las mujeres por los hombres. Consecuente con esa definición buscamos la liberación de toda la Humanidad -no sólo para las mujeres- desde una propuesta y búsqueda que nace desde el cuerpo nuestro. Se trata de la liberación del Género Humano. La propuesta del anarquismo se queda en la Comuna, nosotras, feministas comunitarias, partimos de la Comunidad y vamos a trascender al Estado para hacer la Comunidad de Comunidades. Y la hacemos desde nuestros pueblos originarios. Hablamos de una forma alternativa, interculturalmente, convocamos a manejar las categorías del Feminismo como parte de la Liberación de nuestro pueblo. Es una metodología incluyente la nuestra».
¿No asumir la inclusión del resto del pueblo, sería algo así como fundamentalismo feminista, en tu opinión?
No es eso. Primero, no hay «El» Feminismo, hay Los Feminismos, que responden a diferentes intereses. Entre ellos a los de clase y casta o abolengo. -Es que eso de «no juntarse con la chusma» es una idea burguesa-. No es fundamentalista porque las feministas que piensan así no necesitan el fundamentalismo, son conservadoras en sí mismas, o sea, quieren conservar su sistema de privilegios de clase y castas. No es que sientan amenazado su Feminismo, sino su clase y piel. Es que necesitan marcar las diferencias de clase y etnia, algo así como «no nos metemos con ellos…»… Muestran actitudes maternalistas con las mujeres de clase baja, para ellas somos tan ignorantes que ellas nos van a enseñar los derechos a nosotras… Y claro, hay la idea de que el machista golpeador y abusador es el hombre pobre y la golpeada y humillada es la mujer pobre, mucho más si es indígena y vive en área rural. La clase media, los intelectuales y los burgueses no reconocen las formas de violencia, humillación y control represivo que ejercen sobre «sus» mujeres, pero ellas tampoco lo reconocen, siempre están bien compuestas para las fotos de las páginas sociales. Entonces desde esta ficción, nos quieren decir a nosotras como deben ser nuestros derechos… Sería bueno que sacaran estudios sobre la Violencia entre intelectuales, clases medias y burgueses ¿no?…
¿Feministas comunitarias es feministas revolucionarias?
Sí, estamos posicionadas desde la convicción de que Feminismo es liquidar todas las opresiones. Muchas veces, otras feministas se paran desde la creencia que se trata solo de la opresión de los hombres sobre las mujeres, entonces no es el sistema de opresiones del que están hablando ni el que están desafiando. Pueden ser «solidarias» con los mapuche y los obreros «correctos», pero también pueden pararse desde el púlpito a decirles a las izquierdas, a los indigenistas, lo mal que lo hacen, y sin aportar su propia lucha para la transformación de las injusticias que la izquierda y los indigenistas combaten.
Nosotras somos feministas para transformar la realidad, creemos que es posible el cambio y no sólo el cambio, sino el cambio revolucionario. Para nosotras el Feminismo es la lucha de cualquier mujer en cualquier parte del mundo en cualquier tiempo de la Historia contra el Patriarcado que nos oprime. Por eso el Feminismo es esperanza para toda la Humanidad, es reconstituir un equilibrio necesario.
Tú trabajas actualmente en políticas feministas en el gobierno de Evo, algunas te acusarán de estar «cooptada», otras diremos que construyes… ¿Qué dices tú?
Cuando nos hemos hecho feministas es para revolucionar la sociedad, si ahora podemos revolucionar el proceso de cambios que vive nuestro pueblo lo vamos a hacer, y en eso estamos. La Viceministra de género nos convocó a hacer el marco teórico del plan de las mujeres pues reconoce nuestro trabajo y compromiso. Yo creo que a ellas mismas les ha sorprendido la propuesta, porque nada que ver con lo que hasta ahora se produjo en las onGs y los movimientos sociales. Nosotras, la Asamblea Feminista, somos y estamos inmersas en los movimientos sociales como feministas, somos parte y como parte actuamos también.
Solo una mujer burguesa y egocéntrica puede querer que su pensamiento lo maneje solo una elite -total sólo necesita mostrarse, lucir su intelecto y genialidad, total, tiene sus necesidades cubiertas-. A nosotras, las mujeres comunes y corrientes que sólo queremos ser felices y que todo el mundo lo sea, no nos interesan esos premios patriarcales, para satisfacer nuestras necesidades de vivir bien, felices y con mucho placer. Nos necesitamos las unas a las otras y a los otros también. Por eso estoy como consultora del Viceministerio de género, activando, nombrando y conceptualizando nuestra práctica -otras le dicen teorizar-, para que las mujeres nos apropiemos del Feminismo real – el de la realidad- comunitario y revolucionario, que nos traiga el vivir bien también a las mujeres.
O sea, tú, ustedes, no se van a parar en el púlpito, si no que se hacen parte de la Revolución…
Eso, no nos vamos a parar en el púlpito, no. Nosotras no nos creímos el cuento del sistema sobre que «las revoluciones no son posibles», no asumimos eso de «quedarse tranquilas, cada quien, y reducidas en el lugar que el sistema nos ha adjudicado». A nosotras no nos basta tener un hermano en el gobierno, queremos cambiar el sistema y construir desde nosotras una nueva sociedad. Y no nos es suficiente ya el Feminismo Autónomo. Claro que sí, somos autónomas, ya y ¿qué más? No nos vamos a quedar mirando cómo pasan los procesos revolucionarios por nuestras narices, nosotras sí nos mezclamos, nos embarramos, nos arriesgamos en los procesos revolucionarios, nosotras vamos a estar en ellos… ¡Qué «son machistas los indígenas»? Sí. ¡Qué «el pueblo es machista»! Sí. ¡Qué «el Evo es patriarcal»! Sí… Y ¿nosotras no? ¿No somos machistas nosotras? La verdad es que tenemos muchas contradicciones y lo que sí es seguro es que no queremos ser machistas, pero eso no es lo mismo que No Ser machistas. Creemos que el Evo es un símbolo importante y que no es lo mismo el indio Evo que el gringo Goni, y también estamos seguras de que muchos movimientos sociales vamos a ir más allá de Evo.
¿Cómo construyen todas ustedes desde el Feminismo Comunitario que nos has mostrado?
Nosotras hemos sexuado la Comunidad, el concepto chacha-warmi que es la complementariedad para los aymara, lo hemos tomado y lo estamos girando sobre su eje de tal manera que ya no sea «mujer debajo del hombre», mujer «su complemento», sino mujer y hombre, uno al lado de la otra, por eso hablamos de warmi-chacha. Y no estamos hablando de pareja heterosexual, no, hablamos de representación política y simbólica de dos miembros iguales de la comunidad. Es la verdadera alteridad. Hemos dicho que no aceptamos que las mujeres -y los hombres- seamos heterosexualizadas por obligación, que no estamos con aquello de si quieres ser reconocida tienes que tener pareja heterosexual, casarte. Esas interpretaciones son herencia patriarcal y colonial. Somos una otra legítima con o sin marido, hetero o lesbiana. Y no queremos ni estamos humillando a los hombres con eso, sólo les estamos mostrando su lugar, que es uno igual al nuestro.
Sobre la CPE, Constitución Política de Estado, y especialmente sobre la nueva CPE se ha hablado bastante incluso se ha acusado traición por las modificaciones hechas ¿qué dices tú?
Que nunca la letra ha sido a favor de las mujeres, ni de las mujeres y los hombres de nuestros pueblos originarios. El español escrito siempre ha sido el lugar en donde nos embrollaron -por eso nuestras madres nos metieron a las escuelas a aprender a leer y escribir el castellano, para que entendiéramos también-. Esta Nueva Constitución y su aprobación en el referendum es simbólica aunque mal hecha, la ha hecho el pueblo y no un grupo de doctores. Y es un punto de partida contra la Derecha. Pero de ahí a decir que la Nueva constitución es la que queríamos o que es lo máximo que se podía lograr, eso es mentira.
¿Sigue teniendo una concepción liberal de la relación entre sociedad y Estado?
Nosotras no reconocemos las modificaciones como válidas, porque no fueron hechas por las y los constituyentes sino por los miembros de partidos, de comités cívicos, todos neoliberales autonombrados. Las modificaciones fueron una salida de urgencia y así lo reconocemos. La derecha lo que quería era joder, crear dificultades. Lo que se hizo no es válido para fundar el país, son intentos de reciclar el Estado Liberal, pero no nos vamos a quedar así cruzadas de brazos, ya tenemos un plan para las nuevas reformas aclaraciones y precisiones que hay que hacer. Y también, por qué no, preparar un nuevo proceso para redactar, en un futuro cercano, Nuestra Constitución comunitaria.
La lucha sigue y el proceso en nuestros cuerpos y pensamientos también. ¡Quién dijo que era fácil hacer la Revolución!… Yo aprendo cada día que la Revolución en Bolivia además de ser insurreccional es paciencia, porque la insurrección responde a la paciencia de respetar y articular procesos comunes y largarlos cuando sea el momento.
¿Cuál es la figura de un Estado en una propuesta de revolución comunitaria?
Nosotras no queremos Estado, el Estado es la invención del Liberalismo occidental y sirve a privilegios de un grupo. En este momento se habla de Estado comunitario, eso está en los planes del gobierno, pero nosotras consideramos que es parchar una tela vieja con un tejido nuevo. Nosotras como Asamblea Feminista proponemos otra forma de organización social sin Estado y en su lugar la Comunidad de Comunidades.
¿Cómo hablas de Violencia contra las Mujeres en la Comunidad…?…
La violencia hacia las mujeres no es sólo hacia las mujeres, si nos entendemos mujeres y hombres en Comunidad, si entendemos que somos parte de una unidad: la Común-Unidad, entonces ¿cómo explicas que una mano golpee a la otra? o ¿que un pie agarre a patadas al otro? Si somos Comunidad los golpes a unas, nos duelen a todas y a todos. Nos afecta a toda la Comunidad la violación a las mujeres desde niñas a ancianas, no es solo el problema de «una», así aislada…
La propuesta de Julieta -surgida de una Comunidad de Mujeres y de una Asamblea de Mujeres- parece iluminar panoramas feministas latinoamericanos, hasta hoy, algo opacos. Sus sueños hilados trastocan no sólo la normalidad instituida, el neoliberalismo y el feminismo burgués, sino a la academia entera. Cuando habla de políticas lo dice de otras maneras que contienen también otras sustancias: «La Comunidad para nosotras es representación política. No estamos hablando de porcentajes, no planteamos indicadores -los números son mentirosos- hablamos de campos de acción y lucha: el Cuerpo, el Espacio, el Tiempo, el Movimiento, la Memoria…»…
«Una revolución comunitaria es lo que estamos haciendo, la Comunidad de Comunidades. Estamos desarmando el entronque patriarcal -que cuando se funda la República hace cómplices a varones indígenas con varones colonialistas contra las mujeres-. Hablamos de Feminismo porque el Género es sólo una categoría relacional de denuncia que ha sido mal usada. Nosotras, feministas comunitarias, estamos entre las organizaciones sociales que demandan un Estado Comunitario».
Victoria Aldunate Morales – Memoria Feminista, feministas autónomas
* Julieta Paredes, «Hilando Fino. Desde el feminismo comunitario». Comunidad Mujeres Creando Comunidad. CEDEC, Asociación Centro de Defensa de la Cultura, La Paz, octubre 2008.
** María Galindo, integrante de Mujeres Creando, coautora con Sonia Sánchez del libro «Ninguna mujer nace para puta». Lavaca editora 2007.