La economía española se desploma. Y lo hace de una forma cada vez más acelerada. Hasta el punto de que el Banco de España prevé ya que el Producto Interior Bruto (PIB) decrezca este año un 3%, con una tasa de paro que alcanzará el 17,1%. Lo peor, sin embargo, es que la luz de […]
La economía española se desploma. Y lo hace de una forma cada vez más acelerada. Hasta el punto de que el Banco de España prevé ya que el Producto Interior Bruto (PIB) decrezca este año un 3%, con una tasa de paro que alcanzará el 17,1%. Lo peor, sin embargo, es que la luz de recuperación no se verá hasta dentro de mucho tiempo. De hecho, el servicio de estudios del banco central prevé que en 2010 la economía española siga en recesión, con un decrecimiento del 1%, mientras que el desempleo se dispara hasta situarse ya muy cerca del 20%. En concreto, un 19,4%.
Según las estimaciones del Banco de España, la caída del PIB en 2009 se basará en el descenso de todos los componentes de la demanda nacional, salvo el consumo público, con un impacto en el crecimiento que solo amortiguaría parcialmente la mejora de la contribución del sector exterior al producto, debido al fuerte ajuste en el nivel de importaciones, que compensaría el efecto negativo de la sustancial caída del comercio mundial sobre las ventas al exterior. El consumo privado -igualmente- disminuirá un 3% en 2009, pese al ligero incremento que se proyecta en la renta disponible en términos reales
Para los economistas del Banco de España, la inversión residencial también experimentará un descenso sustancial en 2009, con una caída superior al 20%, en la medida en que la oferta se está ajustando rápidamente a la disminución de la demanda y al exceso de capacidad existente en el sector inversión total en construcción descenderá en menor magnitud, debido al efecto positivo del Fondo Estatal de Inversión Local puesto en marcha en el segundo trimestre del presente año.
De acuerdo con las estimaciones, ese plan podría tener un efecto positivo de 0,3 puntos porcentuales de crecimiento del PIB en el promedio de 2009 y 2010. La contracción más acusada se registraría en la inversión en bienes de equipo, «pues la disminución de la demanda nacional y externa, y la gran incertidumbre sobre las perspectivas económicas, deprimirán la puesta en marcha de nuevos proyectos de inversión».
La recesión continuará en 2010
Para 2010, el banco central estima que la actividad siga cayendo, aunque a un ritmo más «modesto», del 1%. Esta proyección se fundamenta en la recuperación esperada del entorno exterior, con un crecimiento mundial algo por encima del 2%, y en la gradual absorción de los efectos más intensos de la crisis financiera. En realidad, sostiene el Banco de España, buena parte de la caída del producto proyectada para 2010 obedece al arrastre que suponen las tasas negativas del presente ejercicio, pues se estima que en la segunda mitad del año próximo la actividad se estabilizaría e, incluso, podría empezar a crecer de nuevo. Es decir, que hasta mediados del año que viene, la economía no comenzará a remontar en términos anuales.
La caída de la actividad conducirá a una disminución significativa del empleo, que descendería un 5,2% en 2009 y un 2,1% en 2010, con lo que la tasa de paro se situaría en el 17% en 2009 y por encima del 19% el próximo año, si no se toman medidas, advierte el banco central.
La tendencia al aumento de la productividad aparente del trabajo que se inició en 2008, y que se encuentra ligada al rápido ajuste de la mano de obra, especialmente en la rama de construcción, se prevé que continúe en 2009, hasta alcanzar un 2,3% (frente al 1,8% de 2008), pero se moderaría hasta el 1,2% en 2010, una vez que el grueso de la destrucción de puestos de trabajo en la construcción ya se hubiera producido
En cuanto a las cuentas públicas, el Banco de España corrige al alza las previsiones de déficit del Gobierno. En concreto, prevé un aumento del déficit significativo, «hasta situarse por encima del 8% del PIB» (un 8,3%), consecuencia del adverso contexto macroeconómico y a las medidas de carácter expansivo aprobadas hasta el momento. El incremento del déficit será fruto, sobre todo, de la ampliación del gasto público en porcentaje del PIB, al aumentar los fondos dedicados a prestaciones por desempleo, inversión y consumo público, en un contexto de disminución del PIB en términos nominales. El déficit se incrementaría adicionalmente en 2010 hasta el 8,7%.
Por último, la ratio de deuda pública se situaría cercana al 50% en 2009 y al 60% en 2010. Debe recordarse, dice el Banco de España, que este deterioro tan sustancial de las finanzas públicas se basa en el supuesto de que no se adoptan nuevas medidas expansivas, lo que subraya el escaso margen de maniobra disponible para seguir utilizando la política presupuestaria como instrumento para impulsar la demanda y la importancia de los planes de consolidación para retomar la senda de estabilidad a medio plazo.