El ex Presidente de Gobierno José Mª Aznar y el Presidente de Gobierno J.L. Rodríguez Zapatero tienen muchos puntos en común en política económica, al margen del alineamiento de uno y otro a diferentes grupos económicos hegemónicos de la economía española y mundial. Pero si en algo se parecen es en la política eléctrica, al […]
El ex Presidente de Gobierno José Mª Aznar y el Presidente de Gobierno J.L. Rodríguez Zapatero tienen muchos puntos en común en política económica, al margen del alineamiento de uno y otro a diferentes grupos económicos hegemónicos de la economía española y mundial. Pero si en algo se parecen es en la política eléctrica, al margen, repito, de si uno y otro están alineados con un grupo económico u otro. En tal caso el resultado puede ser que por ejemplo Endesa acabe en el grupo económico asociado al BBVA con el PP o que bajo el actual Gobierno el más beneficiado de la política económica del Gobierno sea el grupo liderado por el BBVA. Pero el hecho concreto al que nos vamos a referir los señores Aznar y Zapatero están directamente relacionados, una historia iniciada durante los Gobiernos del primero, que continuo el segundo, y que no acabará hasta por lo menos el año 2020.
En los dos últimos años el recibo de la luz ha subido el 22,8% para el usuario doméstico medio, y va a seguir subiendo. El dato representa más de 5 veces el IPC acumulado en el mismo periodo. Todo ello relacionado con la liberalización del mercado eléctrico legislado por el Gobierno, subiendo de forma continuada el recibo de la luz a los ciudadanos con el objetivo de que con las reformas mencionadas cuanto más elevada sea la tarifa fijada desde el Ministerio más atractivas parecerán las ofertas lanzadas por las compañías que operan con sus propias tarifas. Es decir, una estafa a los ciudadanos y un claro posicionamiento de clase del Gobierno hacia el capital que controla el sector eléctrico, directamente relacionado con el sector financiero.
Por ilustrar con datos la situación en julio de 2007 el precio del kWh fijado por Industria era de 10,96 céntimos para potencias contratadas entre 2,5 y 5 kW. Dos años después, con la Tarifa de Último Recurso (TUR), aplicable a todos los usuarios con hasta 10 kW de potencia, el precio del kWh asciende a 13,99 céntimos, un 27,7% más. En cuanto al término de potencia, ha pasado de los 1,93 euros por kW de julio de 2007 a 2,04 euros desde julio de 2009, un incremento del 5,9%.
Y por el camino, en plena crisis económica y con una situación de grave desestructuración de la economía española el Gobierno pone en marcha el denominado Fondo de Titulización del Déficit del Sistema Eléctrico, a través del cual se dice pretender pagar a las compañías eléctricas la deuda por el déficit generado por el precio de la luz, según ellas por debajo de los costos de producción. Un déficit que nadie demuestra con datos contrastables, y que por el contrario los datos de los que se disponen indican lo contrario. De momento en el 2008 el beneficio neto de Iberdrola alcanzó los 2.860 millones de euros, un 21,5% más que en el 2007 y los de Endesa ascendieron a 2.014 millones de euros, un 20,5% más que en el 2007. Es decir, en realidad de lo que estamos hablando es de un nuevo traspaso de las rentas del trabajo a las del capital en un ejercicio más de desequilibrio de cómo se reparte la riqueza generada entre las clases sociales.
El Fondo del Déficit del Sistema Eléctrico se creará con emisiones de deuda avalada por el Estado, lo que ha generado una verdadera lucha entre la banca internacional para hacerse con la gestión del fondo y las jugosas comisiones que generará. En conjunto el Fondo llegará a gestionar unos 20.000 millones de euros: 10.000 este mismo año, y otros 9.500 distribuidos hasta el 2.012 (3.500 millones más en 2009, 3.000 en 2010, 2.000 en 2011 y 1.000 millones de euros en 2012. Pero por supuesto al mismo tiempo irá subiendo las tarifas eléctricas de aquí al 2012, dicen que para «evitar que el déficit siga aumentando».
El plan del Gobierno es que hasta el año 2020, o más, a través de los recibos de la luz se paguen los 20.000 millones del fondo más los gastos, es decir, todo lo relacionado con las comisiones producto de las gestiones de los bancos. Es decir, un negocio redondo, y por supuesto otra forma de aumentar los impuestos indirectos desequilibrando aún más la progresividad del sistema fiscal..
Esto del «déficit tarifario» fue planteado en primer lugar con el Ministerio de Rodrigo Rato y posteriormente fue asumido por el Gobierno de Zapatero. En base a este concepto tal y como está planteado la sociedad española le debe a las eléctricas en torno a 15.000 millones de euros, pero en realidad son las eléctricas las que nos deben mucho dinero a los ciudadanos españoles, porque esto no es más que una falacia montada por Gobiernos al servicio de los poderes económicos.
Y digo esto porque bajo el Gobierno de Aznar se le dio a las eléctricas ni más ni menos que un billón tres cientos mil millones de pesetas para la modernización del campo eléctrico español con el objetivo de abaratar el sistema. En contrapartida el precio de la electricidad no subiría durante unos años, y al acabar dicho periodo se subiría según el IPC. Los hechos son que las eléctricas usaron el dinero, no modernizaron el sistema en función del dinero que cogieron -ni mucho menos-, sino que lo utilizaron en gran parte para capitalizar el sistema monopolizando prácticamente el sistema eléctrico español, etc. Es decir, bajo el Gobierno de Anzar se consumó en la práctica la monopolización del sistema y su expansión hacia el exterior. Y el Gobierno de Zapatero asume todo esto y además les premia. Por supuesto que todo esto no ha impedido que siguieran aludiendo a la antigüedad de las instalaciones y al déficit del sistema.
Por otra parte hablar de liberalización del sistema eléctrico español es o una broma de mal gusto o un intento de engañar por parte del Gobierno a la ciudadanía, porque con lo concentrando que está el sistema después de que desde los años 80 se llevase una política agresiva contra las pequeñas y medianas empresas del sector hoy en día sólo cuatro empresas dominan el mercado, y son Iberdrola, Endesa, Unión Fenosa y HC Energía, las cuales han obtenido en lo que llevamos de año 1.867 millones de euros de beneficios a pesar de la reducción del consumo por la crisis económica. Es decir, lo que era la parte pública se privatizó, los grandes emporios económicos han concentrado en sus manos el parque eléctrico y los beneficios, y finalmente no tenemos una política gubernamental destinada al desarrollo de la iniciativa pública del sector. En estas condiciones hablar de libre mercado es un insulto a la inteligencia, esto es neoliberalismo puro, es decir, grandes grupos económicos liderados por el capital financiero nacidos de la fusión del capital bancario e industrial directamente conectados y en posición hegemónica con los distintos Gobiernos. Y todo ello en una situación de crisis económica con necesidad de liquidez, para lo que este plan es una oportunidad perfecta.
Pedro Mª De Palacio es militante del PCE, IU y autor de la bitácora «La escarpada subida»