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El Ayuntamiento utiliza la ordenanza cívica para desalojar El Raval

Consecuencias y atropellos del «modelo Barcelona»

Fuentes: Diagonal

Intereses empresariales, mediáticos y políticos promueven una ciudad deshumanizada, que reprime a quienes viven en la ciudad «de verdad». Jean Claude llegó a Barcelona hace año y medio. Es la última estación de un periplo que empezó hace 46 años en Haití. Vino a Barcelona porque hace menos frío. Vive en la calle. Tras una […]

Intereses empresariales, mediáticos y políticos promueven una ciudad deshumanizada, que reprime a quienes viven en la ciudad «de verdad».

Jean Claude llegó a Barcelona hace año y medio. Es la última estación de un periplo que empezó hace 46 años en Haití. Vino a Barcelona porque hace menos frío. Vive en la calle. Tras una breve estancia en el barrio de la Barceloneta, decidió instalarse en los exteriores del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). Allí dormía pertrechado con lo que podía, pintaba y exponía sus cuadros. La Guardia Urbana requisó sus cuadros por primera vez en el mes de septiembre. 125 euros y tras muchos quebraderos de cabeza después logró recuperarlos.

La Plaça dels Àngels luce un aspecto «ordenado» en estas fechas. Los sin techo ya no duermen bajo el porche del edificio. En su lugar, unas escaleras de granito abren el paso al visitante del MACBA. Los colchones han sido sustituidos por vallas metálicas y los vistosos cuadros de Jean Claude se hallan ahora en paradero desconocido.

«En el próximo año se iniciará en Barcelona la mayor etapa de cambios y transformaciones de los últimos 30 años». Esta fue la advertencia del alcalde, Jordi Hereu, en su mensaje navideño. El primero de estos cambios será el de «tener unas calles y plazas más limpias y ordenadas». El turno de la Plaça dels Àngels llegó a finales del 2009. Sin explicaciones, la Guardia Urbana desalojó a los indigentes del porche del MACBA y requisó los cuadros del pintor por segunda vez: «Yo no tengo techo, ni país, y me sentí mal porque sólo tengo mis cuadros… ése fue el momento más duro desde que salí de la barriga de mi madre» se lamenta Jean Claude.

Ciudad-empresa

El 29 de octubre los bomberos del distrito de Ciutat Vella recibieron un aviso de incendio en el interior del MACBA. Al llegar, se encontraron con un pequeño fuego ocasionado por la combustión de un colchón y cartones, en la fachada este del edificio. Poco después llegaba el desalojo, justificado por la llamada Ordenanza de Civismo, que fue aprobada con los votos de PSC, ERC y CiU, y que ha sido avalada recientemente en una sentencia por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Una ordenanza que establece infracciones de hasta 3.000 euros por practicar la mendicidad, escupir, pintar grafitis o el consumo de alimentos en la vía pública.

El desalojo de los sin techo preparó el camino para que las obras sustituyeran el pavimento en las zonas más deterioradas. Estas obras «de mejora», según el Ayuntamiento, no sólo no han arreglado un pavimento en buen estado, sino que además han traído una nueva escalinata de acceso al museo en la que se ha colocado una valla que cubre el perímetro este del museo, lugar en el que dormía Jean Claude junto a una decena de personas.

El Ayuntamiento de Barcelona ha centrado en el Raval (distrito de Ciutat Vella) muchas de las actuaciones relacionadas con la aplicación del polémico ‘modelo Barcelona’. En una reciente entrevista publicada por La Vanguardia, Josep Lluís Mateo, presidente del Barcelona Institute of Architecture, declaraba que era necesario reinventar el modelo Barcelona, romper con los hitos arquitectónicos relacionados con los juegos olímpicos de 1992 y encabezar el liderazgo arquitectónico mundial.

En ese nuevo modelo de ciudad, los indigentes, Jean Claude y sus cuadros, no tienen cabida. La afamada marca Barcelona, que, además de ser una línea de ropa registrada, es un potente producto turístico, presenta en un vídeo promocional a la ciudad como «abierta, activa y moderna». El vídeo termina con una inquietante cita: «Las ciudades, como las empresas, son lo que es su gente».

Jean Claude expone y vende ahora sus cuadros lejos del MACBA. «Yo seguiré pintando porque es mi forma de tener alegría». Quiere y no quiere volver, ya le han requisado los cuadros dos veces, y esta segunda vez ha sido imposible recuperarlos, ya que ningún documento acredita que se le requisaran aproximadamente 30 obras. Jean Claude asegura que en ningún sitio le han tratado así: «Si la vida ya es difícil, te la hacen aún más difícil».

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Consecuencias-y-atropellos-del.html